Adiós a la pizza, la pasta y las patatas: estos son los alimentos que hay que suprimir, según el mayor experto en longevidad

Valter Longo defiende una dieta rica en legumbres y pescado y la práctica del ayuno como los dos pilares para lograr una vejez larga y saludable

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Pizza y pasta. (Getty Images)
Pizza y pasta. (Getty Images)

En la búsqueda constante de una vida prolongada y saludable, la atención de científicos y especialistas se ha centrado en el impacto de la dieta en la longevidad. Uno de los expertos más influyentes en este campo es Valter Longo, un biólogo y profesor de gerontología, director del Instituto de Longevidad de la Universidad de California del Sur. Longo, que aspira a alcanzar los 120 o 130 años, sostiene que la clave para vivir más de 100 años de manera saludable reside en una dieta específica.

El especialista ha identificado dos pilares fundamentales para lograr una longevidad saludable: una dieta rica en legumbres y pescado y la práctica del ayuno. Según Longo, estos elementos no solo contribuyen a una vida más larga, sino que también son cruciales para prevenir enfermedades crónicas y mantener una buena salud en la vejez. La combinación de estos factores, basada en la dieta mediterránea original, ha demostrado ser efectiva en la reducción de riesgos de diabetes, cáncer y enfermedades cardíacas.

Las 5 ‘P’ que hay que evitar

El biólogo también ha desarrollado el concepto de las “5 P venenosas”, una advertencia contra ciertos alimentos que, según sus investigaciones, contribuyen significativamente al envejecimiento y a la aparición de enfermedades crónicas. Longo identifica estos cinco grupos de alimentos que deben ser eliminados de la dieta para promover una longevidad saludable: pizza, pasta, proteínas de origen animal, patatas y pan.

En primer lugar, aunque la pizza y la pasta son fundamentales en muchas dietas, especialmente en la cocina italiana, Longo señala que estos alimentos, tal como se consumen hoy en día, son ricos en carbohidratos refinados y calorías vacías que pueden contribuir a la obesidad y a problemas metabólicos. La versión moderna de estos platos a menudo incluye ingredientes procesados y salsas altas en azúcares y grasas no saludables, lo que los convierte en una opción dietética menos favorable.

Valter Longo. (USC Davis)
Valter Longo. (USC Davis)

El experto también advierte sobre las proteínas de origen animal, especialmente aquellas que son altas en grasas, como la carne roja y las carnes procesadas. Según sus investigaciones, estos alimentos están asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras afecciones crónicas. El consumo elevado de proteínas animales puede acelerar el proceso de envejecimiento celular y aumentar la inflamación en el cuerpo, factores que contribuyen a una menor esperanza de vida.

Otro de los alimentos ‘prohibidos’ por Longo son las patatas, ricas en almidón y que pueden tener un alto índice glucémico, lo que significa que pueden elevar rápidamente los niveles de azúcar en la sangre. Este efecto puede llevar a problemas de insulina y contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2. Por último, el pan, especialmente el pan blanco hecho con harina refinada, es el último de los alimentos que Longo considera “venenosos”. Tiene un alto índice glucémico y ofrece pocos beneficios nutricionales en comparación con sus contrapartes integrales.

Un estudio apunta a que una dieta baja en carbohidratos sería beneficiosa para adultos con diabetes tipo 1.

Impacto en la salud

Eliminar estas “5 P venenosas” de la dieta puede tener un impacto significativo en la salud general, afirma Longo, que recomienda reemplazarlos por opciones como legumbres, granos integrales, frutas y verduras frescas, que pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar los indicadores de salud.

Longo no es el único que piensa así. Otros estudios científicos han demostrado que una alimentación basada en legumbres, cereales integrales, verduras, frutos secos y aceite de oliva puede prolongar la vida y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad. Estas investigaciones sugieren que la reducción del consumo de carbohidratos refinados y proteínas animales puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud y aumentar la longevidad.

En cuanto al ayuno, el especialista aconseja esta práctica de manera intermitente para limitar la ingesta de alimentos durante ciertos períodos, lo que, según él, ayuda al cuerpo a activar “mecanismos de protección y rejuvenecimiento celular”.

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