Estas son las 3 vitaminas que son fundamentales para dormir bien

Dormir no es solo una actividad muy placentera para la mayoría de las personas, sino que es vital para tener una buena salud. Un buen descanso reduce la frecuencia de enfermedades, mantiene estable nuestro peso y reduce el riesgo de padecer problemas graves de salud, como enfermedades cardiovasculares o diabetes. Más allá de contribuir a nuestra salud general, también es fundamental para nuestro estado de ánimo, ya que disminuye el estrés, ayuda a pensar con más claridad, tomar mejores decisiones y, a la larga, optimizar nuestra relación con los demás.

La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos informa del importante papel que juegan las vitaminas en una buena salud del sueño, pese a que una cantidad considerable de personas no consume las suficientes vitaminas que necesitan. Los científicos han elaborado una lista de las tres vitaminas fundamentales para conciliar el sueño y descansar.

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El grupo de vitaminas B (incluyendo las vitaminas B3, B6, B9 y B12) afecta directamente a las hormonas del sueño. Además, las personas que tienen deficiencia en vitamina B1 o B2 pueden experimentar con mayor intensidad fatiga y dificultades para dormir, entre otros problemas.

La vitamina B12 está implicada en el proceso de creación de la melatonina, la hormona que regula el control del sueño. Por ello, no sorprende que investigaciones recientes apunten a que una falta de vitamina B12 puede estar relacionado con breves periodos de sueño o un cansancio excesivo durante el día.

Por su parte, la vitamina B6 puede ayudas a las personas con insomnio ya que mejora la calidad del sueño e, inlcuso, puede reducir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, una afección que provoca a las personas que la padecen mover las piernas de forma incontrolable.

La vitamina C tiene propiedades antioxidantes que ayudan a contratacar el estrés oxidativo, que ocurre cuando se acumulan moléculas inestables en el organismo que dañan a las células sanas. El estrés oxidativo puede originarlo un mal descanso y viceversa, por lo que se retroalimentan entre ellas. Por esto, ingerir una cantidad propicia de antioxidantes, como la vitamina C, puede ayudar a controlar los niveles de estrés oxidativo.

De hecho, los síntomas de algunos desórdenes del sueño pueden se más grave en personas con altos niveles de estrés oxidativo, como la apnea obstructiva del sueño (cortes en la respiración durante el sueño).

Aunque se relaciona más por su contribución a la salud de los huesos, la vitamina D también se encuentra en áreas del cerebro que controlan el ciclo sueño-vigilia. Nuestro organismo crea la vitamina D cuando nos exponemos a la luz del sol directa (con precaución y teniendo en cuenta que, si la recibimos a través de un cristal o ventana, el efecto no es el mismo). Muy poca cantidad de Vitamina D la ingerimos por la comida o por los suplementos.

Debido a esta conexión con la luz del sol, la vitamina D ayuda a regular los tiempos de sueño y tiene un impacto directo en los niveles de melatonina, la hormona del sueño. Esta vitamina D también juego un papel en la regulación de otros genes y sustancias que afectan al ciclo de sueño-vigilia.