Los beneficios del ayuno intermitente y la dieta proteica irían mucho más allá del descenso de peso o alcanzar metas como el incremento de la masa muscular.
Según un estudio publicado en Nature Communications, el ayuno intermitente y el consumo de proteínas darían como resultado una microbiota intestinal más diversa en comparación con seguir una dieta restringida en calorías, de las que usualmente se recomiendan para adelgazar.
Investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, en los EEUU, vieron que esta estrategia dietética sería superadora para mejorar significativamente la salud y el control del peso.
“Los participantes que siguieron un régimen de ayuno intermitente y estimulación de proteínas, que implica una ingesta de proteínas espaciada uniformemente a lo largo del día, obtuvieron una mejor salud intestinal, pérdida de peso y respuestas metabólicas -aseguraron los investigadores en la publicación-. Estos beneficios fueron notablemente mayores que los observados con una simple restricción calórica”.
Y tras reconocer que “como modulador principal del microbioma intestinal y del estado de peso, el aporte nutricional presenta una gran promesa terapéutica para abordar una amplia gama de desregulaciones metabólicas”, los expertos destacaron que “los hallazgos arrojan luz sobre los efectos diferenciales del ayuno intermitente junto con la estimulación proteica como una intervención dietética prometedora para el control de la obesidad y la salud microbiótica y metabólica”.
Para el investigador del Centro de Biodiseño para la Salud a través de Microbiomas de la Universidad Estatal de Arizona y autor principal del nuevo estudio, Alex Mohr, “dada la ubicación de la microbiota intestinal y su constante interacción con el tracto gastrointestinal, en los últimos años se adquirió una comprensión más profunda de su papel fundamental en las respuestas dietéticas”.
Qué es el ayuno intermitente
El ayuno intermitente es una práctica alimentaria basada en la restricción de la ingesta de alimentos durante una determinada cantidad de horas al día. Los hay de 12, 14, 16 y hasta 24 horas, según los objetivos que se persigan.
Como señaló la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362) en una nota previa con Infobae, “los ayunos son prácticas arraigadas en la historia humana, presentes en diversas religiones y culturas a lo largo de los siglos”.
De hecho, de manera natural, todas las personas experimentan un período de ayuno durante ciertas horas del día, comúnmente entre la cena y el desayuno del día siguiente, momento en el que se “rompe” el ayuno con la primera comida del día. El ayuno intermitente propone extender este período de tiempo sin ingesta de alimentos, permitiendo únicamente el consumo de agua, café o té sin azúcar.
Según señaló la dietista registrada del Departamento de Cardiología Preventiva de la Clínica Cleveland, Julia Zumpano, “este patrón de alimentación opera en armonía con el reloj interno del cuerpo, conocido como ritmo circadiano”.
En cuanto al impacto del ayuno en el cuerpo, la experta detalló: “Cuando ayunamos, el cuerpo deja de depender de la glucosa como su principal fuente de energía y recurre a las reservas de grasa para obtener energía. Esto induce un estado de cetosis, similar al alcanzado en una dieta cetogénica, que ha demostrado reducir los niveles de insulina y disminuir la inflamación”.
“Cuando se realiza de manera adecuada, el ayuno también conlleva múltiples beneficios para la salud”, enfatizó.
En el estudio observaron que los voluntarios que siguieron un régimen de ayuno intermitente y estimulación de proteínas vieron aumentados los microbios beneficiosos en el intestino que se han relacionado con un tipo de cuerpo delgado y una mejor salud general. Además, presentaron mayores niveles de ciertas proteínas (citoquinas) en la sangre asociadas con la pérdida de peso, así como subproductos de aminoácidos que promueven la quema de grasa.
Por qué es importante tener un microbioma saludable
Bien sabido es que en el intestino se alojan el 80% de las células del sistema inmune. De allí el papel crucial de este órgano en la protección del cuerpo de patógenos y enfermedades.
En ese sentido, el término microbioma intestinal hace referencia a la variada comunidad de microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal, como bacterias, virus, hongos y otros microbios. Este ecosistema complejo está compuesto por billones de organismos y juega un rol fundamental tanto en funciones corporales esenciales como en la salud integral de las personas.
Según destacó Karen Sweazea, investigadora principal de la Universidad Estatal de Arizona de este estudio, “un microbioma intestinal saludable es esencial para la salud general, particularmente en el manejo de la obesidad y las enfermedades metabólicas”.
Y amplió: “Las bacterias presentes en el intestino desempeñan un papel crucial en la regulación del almacenamiento de grasa, el equilibrio de los niveles de glucosa y la respuesta a las hormonas que controlan la sensación de hambre y saciedad. Las modificaciones en la microbiota intestinal pueden desencadenar un aumento de la inflamación, la resistencia a la insulina y el incremento del peso corporal, resaltando así la importancia fundamental de la salud intestinal en la prevención y el tratamiento de los trastornos metabólicos”.