La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y, según estimaciones, se cobran 17,9 millones de vidas cada año. Los factores de riesgo conductuales más importantes de estas enfermedades son la mala dieta, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
De acuerdo a la OMS, se ha demostrado que el aumento en la ingesta de frutas y verduras, entre otras medidas cotidianas, reducen el riesgo de sufrir estas patologías. En ese sentido, recientemente, un estudio científico realizado por expertos de la Universidad McMaster y Hamilton Health Sciences, en Canadá, postuló que comer una cantidad suficiente de seis alimentos clave está asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Según estos investigadores, incluir estos grupos de nutrientes en la dieta, desempeña un papel fundamental en la incidencia de infartos y derrames cerebrales, entre otros cuadros. Además, plantearon que seguir una alimentación saludable puede lograrse de diferentes formas, como por ejemplo, incorporando cantidades moderadas de cereales integrales o carnes sin procesar.
Los 6 alimentos que protegen el corazón:
1- Frutas
2- Verduras
3- Legumbres
4- Frutos secos
5- Pescado
6- Lácteos
“Cantidades moderadas de pescado y productos lácteos enteros se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad. Se pueden lograr los mismos resultados de salud con un consumo moderado de granos y carnes, siempre que sean granos integrales sin refinar y carnes sin procesar”, profundizó Andrew Mente, uno de los autores del trabajo, que fue publicado en el European Heart Journal.
“Hay un gran enfoque reciente en un mayor consumo de alimentos protectores para la prevención de enfermedades. Además de cantidades mayores de frutas, verduras, nueces y legumbres, demostramos que la moderación es clave en el consumo de alimentos naturales”, detalló Mente.
Para llegar a estas conclusiones, Mente y sus colegas desarrollaron un puntaje de alimentación saludable con los datos de más de 147 mil personas, que fueron cotejados con cinco estudios científicos sobre dieta realizados en 70 países. La medida de evaluación se basó en frutas, verduras, frutos secos, legumbres, pescado y productos lácteos con grasas enteras, y a cada uno de estos alimentos se le asignó una puntuación del 0 al 6.
Durante un seguimiento promedio de 9,3 años, se encontró que las personas con una puntuación de 5 o más -es decir, que consumían al menos 5 de aquellos alimentos- tenían un menor riesgo de mortalidad y de sufrir enfermedades cardiovasculares, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Según completaron, esta asociación entre la puntuación de la alimentación saludable y la reducción del riesgo fue más marcada en regiones del planeta con ingresos más bajos.
“Una dieta compuesta por mayores cantidades de frutas, verduras, frutos secos, legumbres, pescado y lácteos enteros está asociada con una menor enfermedad cardiovascular y mortalidad en todas las regiones del mundo, especialmente en países con ingresos más bajos donde el consumo de estos alimentos es bajo. Estos hallazgos respaldan la importancia de una alimentación saludable como estrategia para prevenir enfermedades cardiovasculares a nivel global”, señalaron los expertos en las conclusiones de la investigación.
“Si estas asociaciones son causales -siguieron los autores- aumentar el consumo de la mayoría de los alimentos naturales, incluidos los lácteos enteros, junto con frutas, vegetales, nueces, legumbres y pescado, principalmente en países con ingresos nacionales brutos más bajos (donde la ingesta es baja en parte debido a factores culturales o económicos) muy probablemente se producirían reducciones importantes en eventos cardiovasculares y muerte”.
Bajo estos preceptos, Mente destacó: “Fuimos únicos en ese enfoque. Otras dietas califican los alimentos combinados que se consideran dañinos, como los alimentos procesados y ultraprocesados, con alimentos y nutrientes que se cree que protegen la salud”.
Por su parte, Salim Yusuf, otro de los autores de la investigación, apuntó: “Los puntajes de dieta anteriores, incluida la dieta planetaria y la dieta mediterránea, probaron la relación de la dieta con las enfermedades cardiovasculares y la muerte principalmente en los países occidentales. El puntaje de dieta saludable de nuestro trabajo incluyó una buena representación de países de ingresos altos, medios y bajos”.
La alimentación y el estado físico
Como se ve, la ciencia pone especial énfasis en los beneficios de hábitos saludables como la alimentación. En la misma línea, semanas atrás, un trabajo realizado por expertos de Estados Unidos postuló que una “dieta sana se asocia directamente con una mejor condición física en los adultos de mediana edad”.
Según estos investigadores, dar prioridad a las verduras, frutas y legumbres en las comidas puede tener un impacto similar a nivel salud que caminar 4.000 pasos al día. Este estudio fue llevado a cabo por científicos de la Universidad de Vanderbilt, el Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston (EEUU), que es un hospital universitario de la Escuela de Medicina de Harvard, la Universidad de Boston y la Universidad de Michigan. Los resultados fueron publicados en la revista European Journal of Preventive Cardiology, perteneciente a la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
El doctor Michael Mi, uno de los autores del estudio, explicó: “Este estudio proporciona algunos de los datos más sólidos y rigurosos hasta la fecha para respaldar la conexión entre una mejor dieta y una mejor condición física. Observamos que la mejora en la condición física en aquellos participantes con una dieta más saludable era similar al efecto de caminar 4.000 pasos o más al día”.
Uno de los indicadores analizados por los expertos fue la aptitud cardiorrespiratoria, que según estos expertos, refleja la capacidad del cuerpo para utilizar y suministrar oxígeno durante el ejercicio, e integra la salud de diversos sistemas orgánicos como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y los músculos. Además, se considera uno de los predictores más poderosos de longevidad y salud.
En el estudio, se investigó si una dieta saludable estaba relacionada con la forma física y la aptitud cardiorrespiratoria en adultos. Para comprobarlo, se convocó a 2.380 personas a realizar una prueba de ejercicio “de esfuerzo máximo” en un cicloergómetro, una bicicleta estática diseñada para pruebas cardiovasculares. Los participantes también completaron un cuestionario sobre la frecuencia de consumo de ciertos alimentos.
Según lo observado por los especialistas, las dietas de mejor calidad se enfocaban en verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos, legumbres, pescado y grasas saludables, mientras que limitaban el consumo de carnes rojas y alcohol. Posteriormente, los autores examinaron la relación entre la calidad de la dieta, la forma física y los metabolitos, que son sustancias producidas durante la digestión y liberadas en la sangre durante el ejercicio.
“Nuestros datos sobre metabolitos sugieren que una alimentación saludable se asocia con una mejor salud metabólica, lo que podría ser una posible vía para lograr una mejor forma física y capacidad de ejercicio”, destacó Mi.
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