En la última década, las dietas basadas en plantas ganaron popularidad, especialmente por sus beneficios para la salud. Un estudio reciente, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, obtuvo resultados reveladores sobre la relación entre la proporción de proteínas vegetales y animales en la dieta, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Luego de analizar 30 años de datos sobre la salud de casi 203 mil personas, los investigadores descubrieron que aquellos que consumen una mayor proporción de proteínas provenientes de plantas tienen un riesgo notablemente más bajo de sufrir enfermedades cardiovasculares y coronarias.
La clave de estos resultados parece residir en las propiedades de las proteínas vegetales. A diferencia de las proteínas animales, las vegetales son ricas en fibra, grasas saludables y antioxidantes, y tienen un bajo contenido de grasas saturadas, lo que contribuye a mejorar varios factores metabólicos que afectan directamente la salud del corazón.
El estudio que cambia la perspectiva sobre las proteínas
El estudio que dio origen a estos hallazgos se basó en datos recogidos durante más de tres décadas, a través de los programas Nurses’ Health Study y Health Professionals’ Follow-up Study. En él, los participantes, tanto hombres como mujeres, proporcionaron información sobre sus hábitos alimenticios cada cuatro años. Al analizar la cantidad de proteínas que consumían, los investigadores clasificaron a los participantes según la proporción de proteínas vegetales y animales en su dieta.
Los resultados fueron claros: aquellos con una mayor proporción de proteínas vegetales experimentaron una reducción del 19% en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y un 27% en el riesgo de padecer enfermedad coronaria, en comparación con los que consumían más proteínas animales. Esta diferencia sugiere que una dieta más rica en proteínas vegetales podría ser un factor clave en la prevención de enfermedades del corazón.
¿Por qué las proteínas vegetales son más beneficiosas?
Las proteínas vegetales se destacan por su perfil nutricional favorable para la salud cardiovascular. Frutos secos, legumbres y semillas son fuentes comunes de estas proteínas, y están asociadas con un alto contenido de fibra, que es crucial para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, las proteínas vegetales suelen tener un bajo nivel de grasas saturadas y son ricas en grasas insaturadas, las cuales son beneficiosas para el corazón.
Los expertos explican que las grasas saturadas, presentes en carnes rojas y procesadas, pueden elevar los niveles de colesterol LDL (el “malo”) en la sangre, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, las grasas insaturadas presentes en las fuentes vegetales ayudan a mejorar los niveles de colesterol HDL (el “bueno”) y favorecen la circulación.
¿Cómo hacer el cambio hacia más proteínas vegetales?
El cambio hacia una dieta con más proteínas vegetales no requiere eliminar por completo las carnes de la alimentación, sino reducir su cantidad y aumentar el consumo de alimentos vegetales ricos en proteínas.
Expertos como Frank Hu, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, recomendaron a Healthline incorporar más legumbres, frutos secos y semillas en las comidas diarias, así como sustituir carnes rojas y procesadas por opciones vegetales. Esta transición, además de mejorar la salud cardiovascular, también tiene beneficios para el medio ambiente, al disminuir la huella ecológica de la dieta.
La relación entre fibra, grasas y salud cardiovascular
Una parte fundamental del éxito de las proteínas vegetales para reducir el riesgo cardiovascular tiene que ver con el contenido de fibra y el bajo nivel de grasas saturadas en comparación con las proteínas animales. Según le dijo a Healthline el nutricionista Christopher Gardner, las dietas con un alto contenido de proteínas vegetales son beneficiosas principalmente por su mayor aporte de fibra, que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mientras que las proteínas animales, al carecer de fibra y tener más grasas saturadas, elevan ese riesgo.
A nivel mundial, muchas culturas ya incorporan una gran cantidad de proteínas vegetales en su dieta. En Asia, por ejemplo, el tofu y el tempeh son alimentos comunes que proporcionan proteínas de alta calidad, mientras que en India las legumbres como los garbanzos (en platos como el chana masala) son fundamentales en la alimentación diaria.
También en Latinoamérica, combinaciones como arroz y porotos son una excelente fuente de proteínas vegetales. Estos ejemplos destacan que una dieta basada en plantas no solo es saludable, sino también deliciosa y variada.
Respaldo institucional
Este estudio se alinea con las recomendaciones de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y la American Heart Association, que sugieren aumentar el consumo de alimentos vegetales y reducir las carnes rojas y procesadas. Aunque estos estudios se centran en la salud del corazón, las investigaciones también sugieren que un mayor consumo de proteínas vegetales puede tener beneficios adicionales, como la mejora de la salud digestiva y la reducción del riesgo de diabetes tipo 2.