¿Cuánto tiempo puedes estar de pie sobre una pierna?: la cantidad de segundos es clave para evaluar la salud física según la edad

Los expertos afirman que el equilibrio es una de las habilidades más importantes en relación con el envejecimiento de las personas. El detalle para cada franja etárea

Para jóvenes de 18 a 39 años, el tiempo de equilibrio recomendado es de 43 segundos (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Cuánto tiempo debes mantener el equilibrio en una pierna según la edad?

  • La duración en equilibrio varía según la edad: los jóvenes deberían alcanzar 43 segundos, y los mayores de 80, 5 segundos.
  • El equilibrio depende de sistemas clave, como el vestibular y el somatosensorial, que se deterioran con la edad.
  • Practicar ejercicios de equilibrio mejora la estabilidad y reduce riesgos de caídas, según expertos de la Mayo Clinic.

Lo esencial: mantenerse de pie sobre una pierna es una prueba simple pero efectiva para evaluar la salud física relacionada con la edad. Mientras que los adultos jóvenes deberían poder mantenerse en la pose de un flameco durante 43 segundos, el tiempo disminuye a medida que se envejece. La Mayo Clinic señala que la pérdida de esta capacidad indica deterioro en sistemas corporales que colaboran en la estabilidad. Fortalecer el equilibrio es posible con ejercicios regulares y sencillos, como practicar este balance diario.

Por qué importa: el equilibrio es crucial para la salud física, ya que su pérdida podría ser un indicador temprano de envejecimiento en varios sistemas corporales.

  • Los tiempos de equilibrio sirven como referencia para la salud según la edad.
  • Los ejercicios de equilibrio reducen el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores.
  • La práctica diaria de equilibrio ayuda a preservar la movilidad y la estabilidad en todas las etapas de la vida.
Mayores de 80 años presentan un promedio de solo 5 segundos de equilibrio (Imagen Ilustrativa Infobae)

El tiempo de quilibrio según la edad

La simple destreza de mantenerse en equilibrio sobre una pierna se convirtió en una prueba clave para evaluar la salud física según la edad. La capacidad de realizar esta acción, aparentemente sencilla, varía notablemente con los años y permite medir la agilidad y estabilidad corporal, en un reflejo del estado general de equilibrio en cada etapa de la vida.

Según un reciente informe del NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), la duración en la que una persona logra mantenerse en pie sobre una pierna, con las manos en las caderas y los ojos abiertos, debería ser de unos 43 segundos para quienes están entre los 18 y 39 años.

Este tiempo va disminuyendo a medida que se avanza en edad: 40 segundos para quienes tienen entre 40 y 49 años, y 37 segundos para el grupo de 50 a 59 años.

La tendencia de esta reducción se vuelve más evidente con el paso de las décadas. En personas de 60 a 69 años, el tiempo promedio para mantenerse en equilibrio disminuye a 30 segundos, y baja significativamente a 18 o 19 segundos entre quienes tienen entre 70 y 79 años.

Finalmente, aquellos mayores de 80 años presentan un tiempo promedio de apenas 5 segundos en esta prueba de equilibrio.

Estos valores, aunque sean solo una referencia general, fueron compartidos para que cada persona pueda identificar si su capacidad de equilibrio corresponde con su grupo de edad, según el NHS.

Relación e importancia del equilibrio en la salud

La capacidad de mantenerse de pie en una pierna no es solo un ejercicio sencillo; para muchos expertos, es una herramienta de diagnóstico que ofrece una visión profunda del estado físico general. Una reciente investigación de la Mayo Clinic, publicado en PLOS ONE, sugiere que esta habilidad es una de las primeras en deteriorarse con la edad, mucho antes que otras cualidades físicas.

Esta pérdida de equilibrio refleja el desgaste natural de varios sistemas corporales, como el sistema vestibular, la vista y los sistemas somatosensoriales, los cuales trabajan en conjunto para mantener la estabilidad. Así, la pérdida de esta capacidad se considera un primer indicador de que el cuerpo empieza a experimentar los efectos del envejecimiento.

Ejercicios simples mejoran la coordinación entre sistemas muscular y vestibular, y el uso de los sistemas somatosensoriales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según Selina Lim, directora del NHS en la región de Suffolk y el Noreste de Essex, aquellos que presentan dificultades para mantener el equilibrio durante el tiempo estimado para su grupo etario podrían enfrentar mayores riesgos de salud a medida que envejecen, según Huffington Post.

La importancia y cómo entrenar el equilibrio

Mantener el equilibrio es fundamental para la movilidad diaria. Además, es una habilidad que se puede mejorar y preservar con el tiempo, incluso con ejercicios simples.

El Dr. Kenton Kaufman, de la Clínica Mayo, subraya la importancia de practicar este tipo de ejercicios regularmente para fortalecer la coordinación entre los sistemas muscular y vestibular, esenciales para la estabilidad. A diferencia de otros entrenamientos físicos que requieren equipo o técnicas avanzadas, mejorar el equilibrio es accesible para todos y puede lograrse sin herramientas especiales.

Dificultades de equilibrio se asocian con mayores riesgos de salud al envejecer (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según el Kaufman dijo en Medical Xpress, uno de los ejercicios recomendados es tan sencillo como intentar mantenerse en una pierna durante 30 segundos de forma regular, lo que permite que el cuerpo trabaje en conjunto para conservar esta capacidad con el paso del tiempo.

Este tipo de ejercicios no solo benefician a los adultos mayores; entrenar el equilibrio también es útil para personas jóvenes que desean mantener esta habilidad a lo largo de los años. La práctica constante fortalece los sistemas involucrados y ayuda a reducir el riesgo de caídas o pérdidas de equilibrio, que suelen incrementarse con el envejecimiento.

Según Kaufman, este esfuerzo preventivo es clave, ya que “usar” el equilibrio de forma continua permite conservarlo, y sugiere que es una habilidad que se puede preservar con un compromiso constante de prácticas simples.