Desde 1974, todos los El 11 de agosto se celebra en Latinoamérica el Día del Nutricionista, en conmemoración al nacimiento del Dr Pedro Escudero, pionero en esta rama de la medicina
Es un día ideal para visibilizar la importancia que tiene realizar una alimentación lo más variada y equilibrada posible, tanto para potenciar las propias defensas del sistema inmune como para mejorar nuestra calidad de vida. Seguramente escuchaste y leíste innumerables veces “los beneficios de una alimentación saludable”, pero te pusiste a pensar por que nos cuesta tanto?
De acuerdo al estudio “¿Qué comen los argentinos?” publicado por CEPEA (Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación), sabemos que:
- Sólo el 11% de la población tiene una buena calidad de dieta, mientras que 39% realiza una dieta de baja calidad (el resto, 50%, una calidad intermedia).
- Más del 90% de los hogares no consume las cantidades recomendadas de hortalizas, frutas, legumbres y granos o cereales de calidad y lácteos.
- Menos del 2% de los hogares logra combinar de manera simultánea las cantidades recomendadas de los mejores alimentos (hortalizas, frutas, legumbres y granos o cereales de calidad, lácteos y carnes y huevos).
- La base preponderante de la dieta del argentino promedio son los cereales comunes (harinas, pan y pastas de trigo común), papa y carnes, alimentos de una mayor densidad calórica comparada con verduras, frutas o lácteos.
- El principal componente negativo en la calidad de dieta es el aporte de azúcar, en particular en bebidas azucaradas y en infusiones (especialmente mate); en tercer lugar, galletitas dulces.
No debemos olvidar que la situación socioeconómica tiene un impacto directo en la calidad y la selección de alimentos de la población.
Afortunadamente, hoy se habla más de alimentación, tenemos mas conciencia, nos preguntamos qué estamos comiendo y de a poco, estamos volviendo a elegir alimentos más naturales, preparaciones caseras, menos procesadas. Falta mucho, pero es un buen comienzo.
Por otro lado, también están cambiando algunos paradigmas, por ejemplo el de la obsesión por el peso, la figura y la balanza para intentar “encajar” en estereotipos de belleza irreales.
Creo que nos estamos replanteando y evaluando cómo se vio afectada nuestra autoestima durante años por estar sometidas a presiones que vinculaban el éxito con estar flacas y siempre jóvenes a costa de nuestra salud física y mental. Nos estamos deconstruyendo y reaprendiendo nuevos conceptos relacionados con la concepción de la belleza y los valores.
Como profesionales, muchas veces, recibimos pacientes que llegan a la consulta y nos dicen: “Casi no vengo, estoy segura/o que no bajé” o “pesame así vemos cómo me fue”. Es muy importante insistir y seguir trabajando para romper con esta creencia de que “el éxito lo determina la balanza”, cuando sabemos que mejorar hábitos tiene un impacto beneficioso inmediato en nuestra salud.
Por otro lado, el peso de una persona está compuesto por agua, músculo, huesos, grasa, y la balanza, no es un instrumento que permita evaluar la evolución de los diferentes componentes corporales.
Se puede bajar de peso cuidando tu salud y trabajando estratégicamente para cambiar hábitos y se puede bajar también poniéndola en riesgo. Si nos enfocamos sólo en el número en la balanza, no sólo corremos ese riesgo, sino que también estamos buscando resultados a muy corto plazo.
Los nutricionistas, tenemos la responsabilidad de brindar toda la información necesaria para que las personas sean capaces de tomar las mejores decisiones para proteger su salud. Sobre todo, en un momento en el que se tiende más a creer en en aquella información que confirma nuestras creencias, que en la que cuenta con evidencia científica.
Nuestra función no es decirte qué podes comer y que no, y entregarte una hoja toda tachada llena de prohibiciones. La alimentación no es sólo incorporar nutrientes, también está directamente vinculada a las emociones, al contexto económico, social, cultural y familiar.
Si nuestra intención es que esos cambios sean sostenidos en el tiempo, siempre debemos tener en cuenta el contexto de las personas, cuales son sus gustos y posibilidades.
Debemos considerar el contexto social y físico en el que las personas deciden y actúan, tanto como sea posible, en todas las dimensiones de su ambiente
Por eso, para que resulten efectivos, deben contar con el apoyo de la comunidad ya que debe promoverse su continuidad a largo plazo.
En este día especial, celebro el trabajo en equipo, el compromiso con nuestra profesión, la motivación que día a día nos lleva a capacitarnos continuamente y a trabajar para intentar generar un cambio.
*Romina Pereiro es licenciada en nutrición MN 7722
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