Los 7 pecados capitales que afectan la salud del corazón

En las últimas tres décadas, en el Perú el número de muertes debido a enfermedades cardíacas ha aumentado en un 50% al pasar de 12 millones a 18 millones

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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte tanto en el Perú como en el mundo (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte tanto en el Perú como en el mundo (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el Perú más del 40% de las personas mayores de 15 años tienen alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y el 60% de ellas son mujeres de 60 años a más, informó el diario El Peruano el 29 de septiembre del año pasado, en el marco del Día Mundial del Corazón.

Estas cifras dan cuenta de la alarmante situación en la que se encuentra la salud del corazón de los peruanos, ya que en las últimas tres décadas el número de muertes en nuestro país debido a enfermedades cardíacas ha aumentado en un 50% al pasar de 12 millones a 18 millones.

Teniendo en cuenta que, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte tanto en el Perú como en el mundo, es de vital importancia conocer cuáles son las condiciones o hábitos que dañan la salud del corazón.

Los 7 pecados capitales que afectan la salud del corazón

Más del 40% de las personas mayores de 15 años tienen alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (Andina: Agencia Peruana de Noticias)
Más del 40% de las personas mayores de 15 años tienen alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (Andina: Agencia Peruana de Noticias)

Entre los principales factores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona como los causantes de las enfermedades cardíacas se encuentran los siguientes que podrían llamarse los 7 pecados capitales para la salud del corazón:

  1. Hipertensión: la hipertensión es el principal factor de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, ya que puede desencadenar enfermedades coronarias que produzcan un ataque cardíaco. La presión arterial alta, o hipertensión, significa que la sangre fluye a través de las arterias con demasiada fuerza, ejerciendo presión sobre sus paredes. Este aumento de presión obliga al corazón a esforzarse más para bombear la sangre al resto del cuerpo. Como consecuencia, la cavidad inferior izquierda del corazón, conocida como ventrículo izquierdo, tiende a engrosarse, lo cual puede llevar a su agrandamiento.
  2. Diabetes: la diabetes es una condición en la que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre se elevan demasiado. La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo y proviene de los alimentos que se consumen. Sin embargo, la diabetes causa una alta concentración de glucosa en la sangre, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios que regulan el corazón y el sistema circulatorio. Con el tiempo, este daño puede conducir a enfermedades cardíacas, como la enfermedad coronaria y la cardiomiopatía diabética.
  3. Estrés: el estrés se define como un estado de preocupación o tensión mental provocado por una situación difícil. Todos experimentamos cierto nivel de estrés, ya que es una respuesta natural del cuerpo ante amenazas y otros estímulos. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, el cuerpo permanece en un estado de alerta constante, incluso en ausencia de peligro real. Con el tiempo, esta situación puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud, tales como hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca.
  4. Tabaquismo: la adicción al tabaco puede hacer que la sangre se vuelva más viscosa, aumentando la probabilidad de formación de trombos o coágulos, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo al corazón. Además, la nicotina, presente en el tabaco, eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca a corto plazo, lo que implica un mayor esfuerzo y estrés para el corazón.
  5. Sedentarismo: el sedentarismo es un estilo de vida caracterizado por la falta de actividad física, donde se pasa mucho tiempo sentado o acostado, y se realiza poco o ningún ejercicio. La ausencia de ejercicio regular incrementa el riesgo de desarrollar obesidad y enfermedades cardíacas como la enfermedad coronaria, el infarto, y presión arterial alta.
  6. Colesterol: el colesterol alto puede causar una acumulación peligrosa de colesterol y otros depósitos en las paredes de las arterias, conocida como aterosclerosis. Por otro lado, el colesterol LDL, también conocido como “colesterol malo” se deposita en los vasos sanguíneos que llevan sangre al corazón y a otras áreas del cuerpo. Con el tiempo, esto puede provocar el estrechamiento o bloqueo de las arterias, lo cual puede resultar en un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular (ACV).
  7. Obesidad: es una enfermedad compleja que se caracteriza por una cantidad excesiva de grasa corporal. La acumulación excesiva de tejido adiposo en el miocardio provoca cambios estructurales y funcionales en el corazón. Además, diversas hormonas liberadas por el tejido adiposo generan estados proinflamatorios y protrombóticos, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca y muerte súbita.

Hábitos cotidianos que causan enfermedades cardiovasculares

El consumo elevado de sal o sodio está asociado tanto a hipertensión arterial (Freepik)
El consumo elevado de sal o sodio está asociado tanto a hipertensión arterial (Freepik)

Según Diego Chambergo, médico investigador de enfermedades cardiovasculares de la Universidad Científica del Sur (UCSUR), algunos de los hábitos diarios que amenazan la salud cardiovascular y que pueden modificarse con un cambio de estilo de vida se relacionan con el consumo de sal, azúcar, grasas y tabaco.

“En primer lugar, el consumo elevado de sal o sodio, el cual está asociado tanto a hipertensión arterial como a disfunción de las arterias, las cuales son el sistema de conducción del oxígeno hacia las células del cuerpo. Recordemos que el corazón también es irrigado por arterias, por lo tanto, una mala función de estos vasos sanguíneos podría llevar a una mala función de la bomba cardíaca”.

En segundo lugar, el especialista advierte que “el alto consumo de azúcares y grasas puede contribuir a la obesidad y la aterosclerosis. Esto último ocurre por la formación de placas de lípidos en las arterias, lo que podría llevar a una reducción del flujo sanguíneo de las arterias y, posteriormente, a una menor oxigenación de los tejidos, incluido el corazón, provocando así a una mala función de la bomba cardíaca”.

Por último, en tercer lugar, Chambergo señala que “otro hábito de riesgo para la salud del corazón es el elevado consumo de cigarrillos. Se conoce que un consumo peligroso de estos puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular”.

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