Leer para envejecer mejor: 4 beneficios de la lectura para la salud del cerebro de los adultos mayores

En diciembre de 2023 la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) realizó una visita al albergue de adultos mayores “María Rosario Aráoz”, ubicado en el distrito limeño de San Juan de Miraflores, con el objetivo de brindar su servicio “Lectura que cura”.

A través de mediaciones de lectura, visitas literarias y otras actividades afines, “Lectura que cura” les ofreció a los adultos mayores la posibilidad de relajarse y sentirse mejor para lidiar con el estrés propio de su condición física y mental.

Los profesionales de la BNP saben que los adultos mayores que leen no solo disfrutan de una buena historia, también obtienen numerosos beneficios para la salud mental y la salud cerebral: la lectura reduce el estrés, refuerza los circuitos de la memoria, agudiza la toma de decisiones e incluso podría retrasar la aparición de la demencia.

Leer es una actividad muy beneficiosa para la salud mental y la salud cerebral de cualquier persona, sin importar su edad. Amplía los conocimientos, estimula la percepción, mejora la concentración y fomenta la empatía. Además, es esencial para el desarrollo intelectual, emocional y educativo del lector.

Estos 4 beneficios mentales de la lectura demuestran cómo los buenos hábitos de lectura en los adultos mayores ayudan a preservar las capacidades cognitivas y previenen el deterioro cognitivo, permitiéndoles vivir de manera independiente durante más tiempo:

1. Mejora la memoria: un estudio realizado con 294 adultos mayores, publicado en la revista de neurología Neurology, reveló que quienes participaron en actividades mentalmente estimulantes, como la lectura, a lo largo de su vida, presentaron tasas más lentas de deterioro de la memoria en comparación con aquellos que no lo hicieron. La participación frecuente en actividades cognitivas en etapas avanzadas de la vida redujo la tasa de deterioro cognitivo en un 32%. Además, leer ejercita la memoria a corto plazo al recordar acontecimientos cotidianos. El ejercicio mental regular mediante la lectura fortalece la red neuronal del cerebro, lo cual mejora la receptividad al aprendizaje y la retención de la memoria.
2. Mejora las habilidades para tomar decisiones: la lectura puede potenciar el razonamiento analítico y las habilidades de resolución de problemas que los adultos mayores requieren. Esta capacidad, conocida como inteligencia fluida, tiende a disminuir con la edad. Un estudio realizado entre estadounidenses de 25 a 74 años encontró que, sin importar la edad, aquellos que desafiaban rutinariamente su cerebro con actividades como la lectura obtenían mejores resultados en pruebas de inteligencia fluida en comparación con sus pares.
3. Retrasa la aparición del Alzheimer y la demencia: los adultos de 70 años que practican pasatiempos mentalmente intensos, como la lectura, entre los 20 y los 60 años, tienen menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.  Esto se debe a que las actividades que desafían el cerebro crean una reserva de conexiones neuronales. Esto hace que el proceso del Alzheimer tarde más en destruir suficientes neuronas para que surjan los síntomas del Alzheimer. Las actividades mentales más frecuentes, incluida la lectura, ayudan a preservar las estructuras cerebrales importantes para la cognición en la vejez.
4. Reducir el estrés y la ansiedad: según una investigación realizada en la Universidad de Sussex, perderse en un buen libro resulta más efectivo para relajarse que escuchar música, tomar una taza de café o dar un paseo. Solo se necesitaron seis minutos para que la frecuencia cardíaca y la tensión muscular de los participantes se relajaran una vez que comenzaron a leer. Esto significa que los beneficios mentales de la lectura pueden mejorar la calidad de vida. La lectura también puede ayudar a aliviar la ansiedad. Investigaciones de la Universidad de Toronto encontraron que las personas que leen con frecuencia son menos propensas a actuar impulsivamente y más propensas a pensar antes de reaccionar. Esto indica que los lectores frecuentes tienen más capacidad para procesar información y enfrentarse a las incertidumbres de la vida con lo cual se reduce su ansiedad.