El ‘superalimento’ que protege el estómago, regula la tensión arterial y retrasa el envejecimiento

Esta verdura de hoja verde está repleta de vitaminas y minerales esenciales para la salud

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Receta de garbanzos con espinacas
Receta de garbanzos con espinacas (ShutterStock)

Existe una verdura de hojas verdes tan cargada de nutrientes que, para muchos, se trata de un ‘superalimento’ que no puede faltar en nuestra dieta. Gracias a sus vitaminas, minerales, antioxidantes y compuestos bioactivos, las espinacas pueden proteger nuestra salud y cuidar, en definitiva, de nuestro bienestar general.

Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), “este alimento es fuente de folatos, vitamina C y vitamina A y vitamina E. Los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, al igual que la vitamina E. Por último, la vitamina A contribuye al mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales”.

Controlan la diabetes

Las espinacas son una excelente opción para las personas que buscan controlar la diabetes, gracias a su bajo índice glucémico y su contenido en antioxidantes, como el ácido alfa lipoico. Según la dietista Natalie Olsen, este compuesto ha mostrado potencial en la reducción de los niveles de glucosa en sangre y en la mejora de la sensibilidad a la insulina. Además, ayuda a mitigar el daño oxidativo relacionado con la diabetes, protegiendo las células de los efectos perjudiciales del estrés oxidativo.

Previenen del asma

El consumo regular de espinacas puede contribuir a la prevención del asma gracias a su riqueza en betacaroteno, un antioxidante que reduce la inflamación en las vías respiratorias y fortalece la función pulmonar. Este compuesto también combate los radicales libres que pueden agravar afecciones respiratorias.

Además, las espinacas contienen otros nutrientes esenciales como el magnesio y el potasio, tal y como recoge la FEN, que favorecen la relajación de los músculos respiratorios y previenen episodios de asma inducidos por estrés o ejercicio.

Regulan la tensión arterial

Las espinacas son una fuente natural de nitratos, unos compuestos que el cuerpo convierte en óxido nítrico, una molécula que relaja y dilata los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial. Este efecto ayuda a mejorar la circulación y a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares, según Olsen. Además, su contenido en potasio contrarresta los efectos del sodio en la dieta, promoviendo un equilibrio saludable de electrolitos y regulando la presión arterial de manera natural.

Cuida los huesos

El calcio y la vitamina K presentes en las espinacas desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de huesos fuertes y saludables. La vitamina K es esencial para la producción de proteínas que regulan la densidad ósea, mientras que el calcio fortalece la estructura de los huesos. Por ello, consumir espinacas regularmente puede ayudar a prevenir enfermedades como la osteoporosis, especialmente en mujeres posmenopáusicas y personas mayores, quienes tienen mayor riesgo de pérdida ósea.

Episodio: Por qué consumir frutas y verduras.

Protege la salud digestiva

Las espinacas son ricas en fibra dietética, tanto soluble como insoluble, lo que las convierte en un excelente aliado para la salud digestiva. La fibra insoluble aumenta el volumen de las heces y mejora el tránsito intestinal, previniendo problemas como el estreñimiento. Por otro lado, la fibra soluble actúa como prebiótico, fomentando un entorno favorable para las bacterias beneficiosas del intestino. Esto no solo mejora la digestión, sino que también fortalece el sistema inmunológico y contribuye al bienestar general.

Hidrata piel y cabello

El contenido en vitaminas A y C mencionado anteriormente por la FEN hace que las espinacas sean ideales para promover una piel y cabello sanos. La vitamina A contribuye a la regeneración celular y a la producción de sebo, un aceite natural que hidrata la piel y el cuero cabelludo, previniendo la sequedad. Por su parte, la vitamina C es crucial para la síntesis de colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad de la piel y refuerza los folículos capilares, favoreciendo un cabello fuerte y brillante. Los antioxidantes presentes en las espinacas también combaten el daño causado por los radicales libres, retrasando los signos del envejecimiento, como arrugas y manchas en la piel.

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