Si por algo se caracteriza la época navideña es por ir encadenando reuniones familiares y de amigos en las que comemos más de lo habitual. Un periodo en el que se toman platos tradicionales ricos en grasas, azúcares y carbohidratos refinados y se consume más alcohol que de normal, una combinación que altera nuestros hábitos alimenticios. Las emociones asociadas a estas festividades, como la alegría, el estrés o la nostalgia, pueden fomentar una alimentación que nos conduce al exceso. Un patrón que puede tener efectos inmediatos en el cuerpo, especialmente en el sistema digestivo y metabólico.
El exceso calórico, la ingesta de productos procesados y el desequilibrio en las comidas afectan el funcionamiento del organismo, promoviendo procesos inflamatorios. Alimentos como carnes procesadas, dulces y grasas trans son conocidos por desencadenar inflamación debido a su impacto en el sistema inmunológico y su capacidad para alterar la microbiota intestinal. Esta inflamación, aunque leve o pasajera, puede manifestarse en hinchazón y malestar general. Por ello, nuestro cuerpo nos reclamará a gritos una dieta más relajada.
Qué es una dieta antiinflamatoria
La dieta antiinflamatoria está diseñada para incorporar alimentos y nutrientes que ayudan al organismo a combatir los efectos perjudiciales de la inflamación, tal y como explica el portal web Virtus Estética. Este enfoque alimenticio prioriza el consumo de productos frescos, ricos en antioxidantes y con propiedades antiinflamatorias, como frutas, verduras, pescados grasos, frutos secos y aceites saludables, como el de oliva virgen extra. Al minimizar el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas no saludables, según detalla The George Washington University Hospital, esta dieta no sólo contribuye a reducir la hinchazón ocasional, sino que también puede ser una herramienta eficaz para controlar la inflamación crónica asociada a otras enfermedades crónicas.
Aunque la inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico para proteger al cuerpo frente a infecciones y lesiones, un estado inflamatorio persistente puede causar daños a largo plazo en tejidos y células sanas. Este desequilibrio, conocido como inflamación crónica, está vinculado a factores del estilo de vida como una dieta desequilibrada, la falta de actividad física, el estrés y el consumo de alcohol o tabaco. Al adoptar una dieta antiinflamatoria y otros hábitos saludables, es posible reducir la inflamación crónica, mejorando la salud general y reduciendo el riesgo de desarrollar afecciones graves.
10 alimentos que ayudan a combatir la inflamación
Estos son 10 alimentos naturales antiinflamatorios que deberían formar parte de tu dieta diaria.
Bayas
Fresas, arándanos, frambuesas, moras y otras bayas son ricas en fibra, antioxidantes y antocianinas, compuestos fitoquímicos que contribuyen a reducir la inflamación. También resultan idóneos para luchar contra el envejecimiento de la piel.
Pescados grasos
Especies como el salmón, arenque, caballa y anchoas aportan proteínas y ácidos grasos omega-3, que el cuerpo transforma en compuestos antiinflamatorios y ayudan a regular el colesterol.
Verduras crucíferas
El brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, rúcula y col rizada contienen sulforafano, un antioxidante que reduce la inflamación, junto con fibra soluble que favorece la digestión.
Aguacate
Este alimento ofrece grasas monoinsaturadas, vitamina E, carotenoides, potasio, magnesio y fibra, todos componentes que pueden disminuir la inflamación.
Tomate
Rico en vitamina C, potasio y licopeno, este antioxidante presente en los tomates combate la inflamación y protege las células.
Frutos secos
Las nueces y almendras contienen grasas monoinsaturadas, magnesio y vitamina E, elementos que ayudan a reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Té verde
Esta bebida es rica en catequinas, antioxidantes con propiedades antiinflamatorias, que contribuyen a prevenir afecciones como obesidad, cáncer y enfermedades del corazón.
Aceite de oliva
Sus polifenoles, como el oleocantal, tienen efectos antiinflamatorios y protegen las células, siendo un ingrediente esencial en la dieta mediterránea.
Naranjas
Fuente importante de vitamina C, fibra, folato y flavonoides, que fortalecen el sistema inmunológico, cuidan la salud cardiovascular y combaten la inflamación.
Cúrcuma
Esta especia, destacada por su contenido en curcumina, es conocida por sus potentes propiedades antiinflamatorias y su sabor cálido y terroso.