Las estrellas no son para siempre. Cada año, la Guía Michelin, la más prestigiosa entidad en lo que a alta cocina se refiere, actualiza su listado de restaurantes recomendados, así como el exclusivo grupo que presume de tener en su haber una, dos o tres estrellas. En su última edición, la guía francesa ha entregado nuevas estrellas a 32 restaurantes españoles, que consiguen así su primer astro gastronómico. Sin embargo, también retiró otros tantos de sus astros. En total, 13 restaurantes españoles perdieron una de sus estrellas en la edición de este año, una posibilidad que siempre está encima de la mesa, pues la guía reevalúa constantemente la calidad de las estrellas que concedió en anteriores ediciones.
Este fenómeno, que sucede todos los años, afecta en ocasiones a grandes nombres del mundo de la cocina. Este año era la cocinera catalana Carme Ruscalleda y su hijo Raül Balam los que perdían la segunda estrella que habían defendido durante casi diez años en Moments, situado en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona. El año pasado, un chef aún más popular sufría esta situación. Se trata de Jordi Cruz, que perdía su segunda estrella Michelin en Angle, uno de sus restaurantes en Barcelona.
Jordi Cruz habla sobre Angle
Ahora, ya más de un año después de recibir la mala noticia, Cruz ha vuelto a hablar sobre ello, sobre un momento que es, sin duda, de los más desconcertantes de su carrera como chef. En el pódcast ‘A solas con Vicky’, el cocinero ha hablado de este tema sin tapujos, admitiendo que, aunque siempre respeta las decisiones de la guía, aquella vez le sorprendió profundamente.
Aunque el cocinero mantiene un respeto absoluto por las decisiones de la guía, no pudo negar que esta decisión supuso para él una sorpresa. “Es la única vez en mi vida que Michelin me ha descuadrado”, admitía durante la conversación. “Pero no te diré que me haya decepcionado, jamás pondré en duda un veredicto. Creo que los veredictos, incluso los malos, tienen que servirte para mejorar”.
El jurado de MasterChef, que cuenta además con tres estrellas Michelin en su buque insignia ABaC, defendió el trabajo del equipo de Angle, asegurando que la calidad del restaurante no solo se había mantenido en el tiempo, sino que había mejorado: “Era un restaurante muy lineal, con el mismo equipo de siempre, pero lo que ha hecho es mejorar. Quizá no mucho, pero sí ha mejorado desde el momento en que le dieron la segunda estrella y nunca ha bajado el ritmo”.
A pesar de todo, el chef ha querido defender el trabajo que la guía francesa hace en España, explicando lo que este tipo de reconocimientos suponen para un restaurante de alta cocina como los suyos: “La guía tiene 100 años, genera un prestigio enorme y tiene mucha repercusión. Es un premio que todos los cocineros queremos. Realmente hay un jurado detrás para que ese premio sea real, que se valore de forma real”, explicaba en su conversación con Vicky Martín Berrocal.
@podiumpodcast La importancia de tener una estrella Michelín para los cocineros: "Es un premio que todos los cocineros queremos"
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Además, el cocinero ha aprovechado su intervención para resolver las frecuentes dudas y mitos que rodean a estos galardones. En resumen, explicaba el cocinero, se trata de un galardón temporal que se renueva cada año y, cada una de las tres escalas, supone algo diferente: una estrella invita a desviarse, dos sugieren que la visita es casi obligada y tres convierten al restaurante en un destino indispensable.
El chef también ha compartido su reflexión sobre la presión que supone mantener este tipo de galardones, un reconocimiento deseado por todos pero que, admite, que puede ser un arma de doble filo: “A veces nos emborrachamos, nos liamos, nos equivocamos y la cagamos. Despacito, pequeños pasos para adelante, ninguno para atrás”.