Millones de personas en todo el mundo se consideran amantes del café, la bebida que es, para muchos, el motor del día. Comenzar la jornada con una taza de café o tomarlo en la merienda forma parte de un ritual diario. Por ello, hay quienes se preguntan dónde está el límite en una de las bebidas más consumidas del mundo.
María de los Ángeles García García, más conocida como @BoticariaGarcía, es farmacéutica, nutricionista y divulgadora científica. En sus redes sociales comparte vídeos divulgativos sobre nutrición y buenos hábitos alimenticios y dedica uno de ellos al consumo del café. ¿Cuántas tazas de café podemos tomar al día de manera segura y sin que suponga un riesgo para nuestra salud?
Según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), es seguro tomar hasta 400 miligramos de café al día. Si hablamos de tazas, ¿a cuánto equivaldría esto? “Una taza de café expreso tiene aproximadamente 80 mg de cafeína; mientras que una taza de café de filtro, unos 90 mg”, explica Boticaria García. Es decir, esto significa que “podríamos tomar unas cinco tazas de café al día”.
Sin embargo, esto no significa que debamos bebernos seguidamente toda esa cantidad de cafeína, sino que debemos administrarla a lo largo de las horas. Por tanto, según la nutricionista, podemos beber de forma segura hasta cinco tazas de café al día “siempre y cuando no nos las tomemos de golpe y repartamos las dosis a lo largo del día”.
Los beneficios del café para la salud
Uno de los beneficios más conocidos del café es su capacidad para mejorar el rendimiento cognitivo y la concentración, motivo por el cual es un indispensable en la rutina de muchas personas. La cafeína bloquea los receptores de adenosina, una sustancia química que induce el sueño, aumentando temporalmente la atención y la capacidad de reacción. Esto lo convierte en una herramienta útil para mejorar el rendimiento mental en el trabajo o el estudio.
Además, algunos estudios epidemiológicos han relacionado el consumo moderado de café con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Según una investigación publicada en la Journal of Alzheimer’s Disease, los antioxidantes de esta bebida podrían proteger las células cerebrales del daño y mejorar la función neuronal.
Durante años, se ha creído que el café podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares debido a su contenido en cafeína. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado justo lo contrario. Según un meta-análisis publicado en la revista Circulation, consumir de una a tres tazas diarias está asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluido el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.
De hecho, el café mejora la función de los vasos sanguíneos, reduce la inflamación y puede ayudar a regular los niveles de colesterol, especialmente cuando se prepara mediante métodos de filtrado que eliminan los compuestos potencialmente dañinos.
El café también se ha vinculado a una reducción del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Algunos estudios publicados en Diabetes Care y The American Journal of Clinical Nutrition sugieren que los antioxidantes presentes en el café mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen los niveles de azúcar en la sangre.