La fruta tropical más consumida a nivel mundial la trajo Cristobal Colón por primera vez a Europa. Sin embargo, fue rechazada por los Reyes Católicos por su sabor amargo y su aspecto sucio. Esto hizo que su uso comercial se atrasara hasta 1528, cuando Hernán Cortés decidió mostrárselo a Carlos I de España al ser consciente del valor de esta fruta entre los aztecas, según un informe del Gobierno de España.
A partir de ese momento se extendió su venta por todo el mundo del cacao, el ingrediente favorito para añadir en cualquier postre o pastel. El ingrediente se obtiene al moler los granos y extraer la grasa o manteca del interior de la fruta, producida por el Theobroma cacao o árbol del cacao, una planta que mide entre 2 y 3 metros de altura.
A pesar de su llegada al continente europeo en el siglo XVI, el cacao tiene su origen en el año 1.500 a.C. en la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas. El último estudio emprendido por el equipo de arqueólogos dirigidos por John Hendersonde la Universidad de Cornell, determinó que el consumo de chocolate llegó a diversas regiones de América del Sur, cuatrocientos años antes de lo que se creía. Pero, ¿qué beneficios plantea para el organismo?
Los beneficios del cacao en polvo en el organismo
Varios informes científicos apuntan numerosas ventajas de este ingrediente en el metabolismo. Este producto, tan demandado en todo el globo terráqueo, se preparaba como una bebida con canela y pimienta por los mayas. Un mejunje que denominaron como “la bebida de los dioses”, según Medical News Today. Sin duda, un término con el que muchos estarían de acuerdo.
Por su parte, los alimentos que contienen un alto porcentaje de cacao natural otorgan grandes beneficios para la salud. Entre sus propiedades destaca su riqueza en polifenoles dietéticos, unos compuestos vegetales que actúa como antioxidante. El peso seco de un grano de cacao incluye un 10% de esta sustancia que puede ayudar al metabolismo, la proliferación celular y a aquellos que padezcan una enfermedad crónica.
Para sorpresa de muchos, los compuestos polifenólicos del cacao puede prevenir o retrasar la diabetes tipo 2, debido a la regulación de la insulina, según un estudio realizado en 2016. Pero este no es el único, ya que 19 estudios coincidieron en que la ingesta de flavanol de cacao puede mejorar significativamente la resistencia a la insulina y el metabolismo de los lípidos. Algunos estudios subrayan igualmente su potencial defensor ante los rayos solares, que podrían incrementar la elasticidad de la piel.
Asimismo, este polvo ayuda a la presión arterial, puesto que el ingrediente incide sobre el óxido nítrico y dilata los vasos sanguíneos. Esto señala también la prevención de enfermedades cardiovasculares. Y es que, se ha demostrado que gracias al consumo de chocolate se puede conseguir un 37% menos de riesgo de padecer estas enfermedades e incluso un 29% menos de sufrir un accidente cerebrovascular. De igual modo, sus beneficios arteriales también ejerce una acción positiva en la función cognitiva.
Un estudio en 2020 determinó que el intestino no absorbe bien los polifenoles del cacao, no obstante, esto provoca que sus metabolitos interactúen con la microbiota intestinal. Esta acción provoca no solo el crecimiento de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, sino también la reducción de microbios dañinos. Así, se conseguiría una mejora de la salud intestinal, así como una mejora en el sistema inmunitario.
Igualmente, los expertos tienen la teoría de que el cacao puede ayudar a las personas con asma. Esta creencia se basa en los compuestos antiasmáticos como la teobromina y la teofilina. Concretamente, el segundo relaja las vías respiratorias y disminuye la inflamación. Estos efectos no se han estudiado aún con humano, aunque es seguro comer cacao con otros medicamentos, según explica Healthline.
Los efectos del cacao con azúcar y otros aditivos
A pesar de los grandes beneficios del cacao, su porcentaje varía en diferentes productos con chocolate. Sin embargo, es preciso saber que los productos con este ingrediente suelen tener un alto porcentaje de azúcares y grasas añadidos. Por ello, se debe extremar el consumo y no adquirir hábitos abusivos. Los expertos recomiendan limitar su ingesta a porciones razonables y combinarlo con una dieta sana y equilibrada.
Además, es fundamental tener en cuenta que el cacao contiene plomo y cadmio de manera natural. Según Healthline, cuanto más oscuro sea el chocolate, hay una mayor probabilidad de que se presente una mayor concentración de estos metales pesados perjudiciales para el metabolismo.