Nutricionistas y médicos recomiendan un consumo diario de cinco piezas de frutas y verduras. Y es que ambos productos son clave para mantener una alimentación saludable y prevenir enfermedades. Estos alimentos son una fuente esencial de vitaminas y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, además de contribuir al bienestar general. No obstante, hay quienes aún se resignan a incorporar “los alimentos verdes” a su alimentación. De hecho, y aunque normalmente el que habla es el paladar, estas mismas personas justifican su decisión compartiendo mentiras sobre hábitos alimentarios.
Tanto es así, que existen numerosos mitos sobre la fruta que generan confusión en torno a su consumo. Entre las afirmaciones más comunes están que algunas frutas, como el plátano o el melón, engordan, que comer fruta de noche es perjudicial o que su azúcar es equivalente al de la bollería. Sin embargo, la evidencia científica desmiente estas ideas: la fruta es un alimento fundamental, rico en fibra, vitaminas y antioxidantes, que no solo no engorda, sino que ayuda a prevenir enfermedades crónicas.
Las mentiras más repetidas sobre la fruta
La cultura popular tiende a asumir como ciertas muchas mentiras sobre la alimentación. En lo que respecta a la fruta, uno de los mitos más extendidos es que comer fruta en exceso puede provocar diabetes. Sin embargo, esta afirmación es falsa. Las frutas, ricas en fibra y antioxidantes, no solo no generan diabetes, sino que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Además, su consumo es beneficioso incluso para las personas diabéticas, siempre que se integren de manera equilibrada en su dieta.
Otra idea errónea es que mezclar frutas puede ser perjudicial. Pero lo cierto es que es todo lo contrario. Combinar diferentes tipos de frutas es altamente recomendado, ya que cada una aporta nutrientes únicos. Una dieta variada y rica en frutas asegura una mejor absorción de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para el organismo. De igual modo, la creencia de que la fruta por la noche engorda carece de base científica. El momento del día en que se consume no altera sus propiedades ni afecta significativamente al peso. No obstante, se recomienda evitar frutas ácidas en la cena para evitar molestias estomacales en personas sensibles.
Por otro lado, son muchos a los que no les gusta la fruta entera y prefieren triturarlas pensando que tienen los mismos beneficios nutricionales. Sin embargo, es más saludable consumir la fruta entera que en forma de zumo. Esto se debe a que, al masticarla, se ingiere una mayor cantidad de fibra, lo que ralentiza la absorción de azúcares y aumenta la sensación de saciedad. En cambio, los zumos generan un pico de glucosa más rápido y no satisfacen tanto.
Además, algunos evitan el consumo de frutas como el plátano o el melón porque se supone que engordan, pero esto es falso. Aunque el plátano tiene más calorías que otras frutas, es rico en potasio, magnesio y fibra, lo que lo convierte en una opción saludable. Por otro lado, el melón es bajo en calorías y una excelente elección para dietas equilibradas.