Pocos son los alimentos que podemos encontrar en la naturaleza de color morado. Tan única en su perfil nutricional como llena de sabor, la remolacha es un alimento lleno de propiedades y beneficios para la salud gracias a sus compuestos, recogidos en los informes elaborados por los expertos de la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Su versatilidad en la cocina permite su uso tanto en aliños o ensaladas o como preparaciones más atrevidas, en hummus o sopas. Así, el “oro morado” se convierte en todo un aliado de la gastronomía y de nuestro bienestar general.
Propiedades anticancerígenas
Uno de los beneficios más destacados de la remolacha es su potencial anticancerígeno, gracias a unos pigmentos llamados betalaínas (responsables de su característico color rojo púrpura) que actúan como antioxidantes. Estos compuestos ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, que pueden dañar las células y promover el desarrollo de cáncer.
Además, la remolacha es rica en compuestos fenólicos y flavonoides, que han demostrado propiedades protectoras frente a ciertos tipos de cáncer, como el de colon, pulmón y estómago. Por ello, incluir este alimento en la dieta puede contribuir a reducir el riesgo de desarrollar tumores al proteger el ADN celular y estimular mecanismos de desintoxicación en el hígado.
Mejora la digestión
La remolacha es una fuente excelente de fibra dietética, un nutriente esencial para mantener una digestión saludable. Una porción de remolacha puede aportar hasta el 15% de la ingesta diaria recomendada de fibra, como indica la FEN. Este componente es fundamental para promover el movimiento intestinal regular y prevenir problemas digestivos como el estreñimiento.
Además, la fibra presente en la remolacha ayuda a regular los niveles de colesterol en la sangre, pues al unirse a las partículas de colesterol LDL (el “malo”) las elimina del cuerpo, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Este beneficio hace que la remolacha sea una opción ideal para quienes buscan mantener su corazón en buen estado.
Cuida el cerebro y mejora la función cognitiva
El consumo regular de remolacha tiene un impacto positivo en la salud cerebral, ya que se trata de una fuente rica en nitratos naturales, compuestos que se convierten en óxido nítrico dentro del cuerpo. El óxido nítrico desempeña un papel crucial en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo y asegura una mejor oxigenación de los tejidos, incluido el cerebro.
Algunos estudios previos han demostrado que una dieta rica en nitratos, como la que incluye remolacha, puede mejorar la función cognitiva, especialmente en adultos mayores. También se ha asociado con una mayor capacidad de concentración, memoria y agilidad mental. Asimismo, estos efectos protectores podrían retrasar la progresión de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la demencia.
Controla la presión arterial
Otro de los beneficios más conocidos de la remolacha es su capacidad para controlar la presión arterial, convirtiéndola en un aliado para las personas con hipertensión. Los nitratos presentes en la remolacha contribuyen a relajar y dilatar los vasos sanguíneos, lo que facilita el flujo de sangre y reduce la presión arterial.
Diversos estudios han confirmado que consumir zumo de remolacha o incluir este vegetal en la dieta diaria puede reducir significativamente los niveles de presión arterial en pocas horas. Este efecto es particularmente beneficioso para la salud cardiovascular, ya que ayuda a prevenir problemas graves como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.
Previene cataratas
La remolacha también contribuye a la salud ocular, ayudando a prevenir cataratas y otros problemas de visión relacionados con la edad. Su contenido en antioxidantes, como los betacarotenos y la vitamina C, es clave para proteger los ojos del daño causado por los radicales libres.