Muchas personas que se proponen comer de manera más saludable recurren a incrementar su consumo en verduras: espinacas, coliflor, judías... pero existe un vegetal de hoja verde repleto de nutrientes y fácil de incorporar en distintos platos. Las acelgas son ricas en proteínas, fibra, yodo, hierro, potasio, magnesio, folatos, vitamina C y vitamina A, nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo, como recoge la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Aunque no son tan ricas en proteínas como las fuentes animales, contienen pequeñas cantidades de este macronutriente esencial. Las proteínas son necesarias para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo, así como para el correcto funcionamiento de procesos biológicos, como el crecimiento y la producción de enzimas. Incorporar acelgas en la dieta ayuda a complementar la ingesta de proteínas vegetales, especialmente en dietas vegetarianas o veganas, donde cada fuente de proteína vegetal cuenta. Además, combinadas con otras fuentes de proteína vegetal, contribuyen a alcanzar los requerimientos diarios de este nutriente esencial.
Otro de los principales beneficios de las acelgas es su contenido en fibra, un componente no digerible que desempeña un papel crucial en la salud digestiva al mejorar el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento. Además, la fibra es conocida por ayudar a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre, lo que puede contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares y a mejorar el control de la glucosa en personas con diabetes. La fibra también promueve una sensación de saciedad, lo cual es beneficioso para el control de peso, ya que ayuda a reducir el apetito y evita comer en exceso.
El hierro es un mineral fundamental en la producción de hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno en el cuerpo. La deficiencia de hierro puede llevar a la anemia, una condición caracterizada por fatiga, debilidad y palidez. Las acelgas contienen hierro vegetal (o no hemo), que, aunque no se absorbe tan fácilmente como el de origen animal, puede complementarse con alimentos ricos en vitamina C para mejorar su absorción. Incorporar acelgas en la dieta puede ayudar a aumentar los niveles de este mineral en el organismo y reducir el riesgo de anemia, especialmente en personas que siguen una dieta vegetariana o vegana.
Ricas en vitaminas A y C
La vitamina C es conocida por su papel en el fortalecimiento del sistema inmunológico, ya que ayuda a proteger el cuerpo contra infecciones y enfermedades. Las acelgas contienen una buena cantidad de vitamina C, que también actúa como antioxidante, protegiendo a las células contra el daño oxidativo y mejorando la salud de la piel. Además, esta vitamina facilita la absorción de hierro en el organismo, lo cual es un beneficio adicional para quienes buscan combatir la anemia.
Junto con la C, la vitamina A es la otra gran protagonista de las acelgas, que ayuda a mantener una buena visión, especialmente en condiciones de poca luz, y también contribuye al mantenimiento de la piel y las membranas mucosas. Incorporar acelgas en la dieta ayuda a asegurar una ingesta adecuada de vitamina A, lo que es clave para la salud ocular y para mantener una piel sana.