Muchas veces acudimos al supermercado y sólo encontramos plátanos verdes (también conocidos como plátanos machos) y por su apariencia no los cogemos, sin saber que estamos cometiendo un gran error. Esta fruta es rica en almidón resistente, fibra, vitaminas y minerales y puede ser una excelente opción para incluir en nuestra dieta por nueve razones.

El almidón que está presente en estos plátanos es clave para controlar el peso. A diferencia de los carbohidratos tradicionales, no se descompone completamente en el intestino, por ello al ingerirlos tenemos una mayor sensación de saciedad. De esta manera, nos sentiremos llenos durante menos y no caeremos en la tentación de picar algún aperitivo menos saludable entre horas.

Un consumo regular de este alimento puede ayudar a reducir los niveles del colesterol LDL, el que comúnmente conocemos con el “malo”. Asimismo, aumentará los niveles del HDL, el “bueno”. Una propiedad beneficiosa para aquellas personas con problemas de colesterol y para prevenir enfermedades cardiovasculares.

Al evitar la acumulación del colesterol LDL en las arterias, este alimento reduce el riesgo de ataques al corazón y otras complicaciones cardiovasculares. Asimismo, su alto contenido en potasio contribuye a regular la presión arterial, otro factor clave para mantener nuestro corazón sano.

Otra de sus propiedades a mencionar es su capacidad para regular los niveles de glucosa en sangre. Al liberar el azúcar lentamente en el torrente sanguíneo, evita que se den picos de glucosa que podrían desencadenar o agravar la diabetes tipo 2. Al mismo tiempo, esta liberación estable de insulina puede ayudar a reducir el apetito y acelerar el metabolismo.

El almidón resistente de los plátanos verdes estimula la liberación de glucagón, una hormona clave en la quema de grasa corporal. Este proceso, conocido como termogénesis, acelera el metabolismo y permite que el cuerpo utilice sus reservas de grasa como fuente de energía.

Gracias a su alto contenido en carbohidratos complejos y fibra, son una excelente fuente de energía. Por ello, son un alimento ideal para consumir antes o después de hacer ejercicio. Además, su capacidad para ayudar a la recuperación de los músculos tras un esfuerzo físico intenso lo convierte en el complemento que no les puede faltar a los deportistas.

El plátano verde contiene vitamina B6 y triptófano, dos componentes esenciales para la producción de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo. El consumo de este alimento puede ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y los síntomas de la depresión, promoviendo una sensación general de bienestar y satisfacción.

El almidón resistente actúa como un prebiótico, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, esenciales para una flora intestinal saludable. Además, ayuda a prevenir problemas digestivos como el estreñimiento y la diarrea.

El magnesio es un mineral conocido por sus propiedades relajantes y antiinflamatorias. Durante el síndrome premenstrual, puede ayudar a reducir los cólicos, los dolores de cabeza y la ansiedad. Además, puede controlar los antojos de azúcar, comunes en esta fase del ciclo menstrual.