¿Puede el café ayudarnos a adelgazar? Este es el truco, según la ciencia

El consumo de café ha incrementado en los últimos años, situando la media en 3,5 al día

Las propiedades adelgazantes del café (Imagen Ilustrativa Infobae)

El consumo de café en España conforma parte del tejido social del país al ser una de las bebidas más populares. De esta forma, en una sociedad donde “tomar un café” es un ritual casi diario, el consumo de este producto ha ido en aumento, situándose en un promedio de 4,5 kg per cápita al año, lo que equivale a 3,5 cafés al día por persona, según datos de la Organización Internacional del Café (ICO).

No obstante, es primordial saber que debe tomarse con moderación, pues algunas evidencias científicas señalan que superar la media de cuatro tazas diarias puede derivar en algunas consecuencias drásticas para la salud cerebrovascular. Aun así, los beneficios que ofrece el café se acumulan cada vez mas, lo que no para de sorprender tanto a investigadores como consumidores.

Algunos de los aspectos positivos que aporta esta bebida, según Onco Salud, son: la optimiza la función física, la mejora la inmunidad y el aumento de los niveles de energía. Pero además, estudios recientes como el de la revista Nutrients y el de la Universidad de Granada determinan que puede ayudar a adelgazar, al contribuir en la pérdida de peso.

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Como beber el café para la pérdida de peso

Un barista sirve café. (Shutterstock)

Más allá de su papel como catalizador social, el café podría tener un impacto en la pérdida de peso, tal como sugieren investigaciones recientes. De este modo, uno de los componentes del café que más ha captado la atención de los científicos es el cafestol, una molécula diterpeno presente en el café, especialmente en su forma sin filtrar.

El cafestol ha sido relacionado con la reducción de la grasa visceral y la pérdida de peso corporal. En el reciente estudio de la revista Nutrients, se observó que los participantes que consumieron café sin filtrar durante 12 semanas experimentaron una reducción de hasta el 2% de su peso corporal y una disminución del 5% de la grasa que rodea los órganos. Lo que sin duda es un factor clave en la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2.

De esta manera, el estudio recalca que los métodos de preparación como la prensa francesa o el café turco, que no filtran los diterpenos, son las mejores opciones para quienes buscan aprovechar los efectos de esta molécula para este objetivo. Sin embargo, estos efectos beneficiosos no se aplicaron a otros parámetros de salud como la sensibilidad a la insulina o la tolerancia a la glucosa, factores igual de determinantes en la lucha contra el sobrepeso. Por lo que es importante evitar el exceso de azúcar u otros edulcorantes.

Pese a esto, el estudio encontró que aquellos que consumieron café filtrado ganaron peso, lo que subraya la importancia del método de preparación para aprovechar los posibles beneficios del café en la pérdida de peso. Asimismo, los especialistas advierten sobre los peligros de exceder una ingesta diaria de cuatro cafés y, aunque el café puede ser un aliado para la aceleración del metabolismo y la quema de grasas, no debe considerarse como una solución aislada para perder peso.

La relación del café con el ejercicio físico

Una mujer haciendo ejercicio en un parque (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para mantener una buena salud es imprescindible mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regular. De este modo, un equipo de cientificos de la Universidad de Granada ha publicado un estudio en el Journal of the International Society of Sports Nutrition, donde se sugiere que consumir cafeia en dosis moderadas antes de hacer ejercicio es posible. Por lo que, esto ayuda a los consumidores para incluir definitivamente el café en la rutina diaria.

Este hallazgo cobra especial relevancia en el ámbito deportivo, donde la cafeína es ampliamente utilizada para mejorar el rendimiento físico. Así, los investigadores concluyeron que una dosis de aproximadamente 3 mg por kilogramo de peso corporal, equivalente a una taza de café cargada. Por lo que, una taza de estas características, consumida 30 minutos antes del ejercicio aeróbico, aumenta la oxidación de grasas. Esto es, el proceso por el cual el cuerpo utiliza las grasas como fuente de energía. Además, si el ejercicio se realiza por la tarde, los efectos de la café sobre la quema de grasas eran aún más pronunciados que en la mañana, siempre y cuando las condiciones de ayuno fueran similares.

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