David Sinclair, profesor de genética en la Universidad de Harvard y codirector del Centro Paul F. Glenn para la Investigación de la Biología del Envejecimiento, asegura que su edad biológica es diez años menor que su edad cronológica de 53 años. Según Sinclair en una entrevista con GQ, esto se debe a una serie de hábitos y una dieta específica que ha adoptado para promover la longevidad.
El profesor ha dedicado gran parte de su carrera a investigar el envejecimiento y la longevidad. Sus estudios han culminado en la creación de Tally Health, una prueba casera que permite a las personas conocer su edad biológica mediante muestras de la parte interior de la mejilla. Además, ofrece multivitaminas y consejos de estilo de vida para un envejecimiento saludable.
El científico sostiene que nunca es demasiado pronto para empezar a cuidar la salud. Según él, nuestros relojes epigenéticos, que estiman la edad basada en etiquetas moleculares de ADN, comienzan a funcionar desde el nacimiento. Por lo que, “nunca es demasiado pronto para poner más atención en nuestra salud”, aseguró el experto.
Los hábitos que miden su día a día
Sinclair ha desglosado su rutina diaria, que incluye dormir al menos seis horas por noche, aunque es preferible hacerlo entre siete y ocho horas. Además, tiene una cama que regula su temperatura corporal para mejorar la calidad del sueño: “reduce tu temperatura corporal y luego te vuelve a calentar hacia el amanecer. Controla mi ritmo cardíaco durante la noche y así veo qué tal me ha ido”, confiesa.
Igualmente, cuenta con un anillo Oura que analiza e interpreta los aspectos más importantes del organismo: sueño, actividad, estrés, salud cardiovascular, etc. “Modifiqué mi rutina matutina gracias a mi compañera y socia Serena Poon, una nutricionista y chef que ha perfeccionado mi alimentación”, asegura Sinclair.
Su rutina comienza desde que se levanta de la cama, se enjuaga la boca con aceite de coco para mejorar la composición microbiana de su boca y luego bebe agua caliente con limón. Así, después de cepillarse los dientes, come “un poco de yogur con algunos polifenoles”, especialmente resveratrol, un compuesto presente en las uvas rojas con propiedades antiinflamatorias y antienvejecimiento.
Asimismo, durante el día bebe mínimo un té matcha y mucha agua. También, se asegura de sostener una rutina a base de alimentos con origen vegetal y frutos secos, evitando completamente el alcohol y los productos lácteos.
La clave del ayuno intermitente y el ejercicio
El profesor de Harvard también practica el ayuno intermitente, saltándose el desayuno y manteniendo un periodo de ayuno de 16 a 18 horas. Según Sinclair, “creo que tres comidas al día, más picar por aquí y por allá, es demasiado. El cuerpo entra en un estado de abundancia, y eso desactiva los genes de la longevidad”, aclaró a GQ. Por su parte, recomienda incorporar períodos de ayuno diario a partir de los 20 años, aunque advierte que las personas más jóvenes deben evitar esta práctica para no caer en la desnutrición.
En cuanto a la actividad física, Sinclair realiza una rutina de levantamiento de pesas tres veces por semana y trata de correr o caminar diariamente. Considera que mantenerse en movimiento es uno de los mayores desafíos para la salud. Pero sin duda lo más curioso es que incluso mientras trabaja busca hacerlo de la mejor manera: “En la oficina, trabajo de pie. Tengo un escritorio de pie en el trabajo y en casa, y hago todo lo posible por no sentarme a lo largo del día”, revela el profesor.
El impacto de los cambios en su dieta
Desde que eliminó el alcohol y los productos lácteos de su dieta, Sinclair ha notado mejoras significativas en su memoria y biomarcadores sanguíneos. “Antes bebía vino tinto y comía queso, pero no es muy bueno para la salud tampoco. Conviene recordar, además, que, según datos recientes sobre el efecto del alcohol, beber un solo vaso de alcohol al día ya afecta a las células cerebrales”, afirma Sinclair.
Y es que, antes, tenía dificultades para recordar números de teléfono y códigos, pero ahora estas tareas le resultan sencillas. Afirma que ha recuperado la agudeza mental que tenía a los 20 años. Por lo que espera que “Tally evolucione hasta convertirse en un asistente personal en torno a la salud y al bienestar y que pueda hacer recomendaciones personalizadas”.
De este modo, con todos los beneficios que ha obtenido Sinclair en todos estos años, no duda en recomendar su proyecto. Además, manifiesta que “no hay que ser muy estricto ni muy radical, pero sí constante y esforzarse al máximo. Y no buscar excusas para hacer lo que te pide el cuerpo, o lo que te apetezca, en un momento dado”.