Llevar una dieta rica en grasas puede aumentar los niveles de ansiedad

El estudio también vincula que las personas con obesidad son más propensas a sufrir problemas de salud mental

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Una hombre comiendo una hamburguesa (Shutterstock)
Una hombre comiendo una hamburguesa (Shutterstock)

Las personas con obesidad tienen mayores probabilidades de experimentar ansiedad y otros trastornos de salud mental, según un reciente estudio de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos). Los hallazgos, publicados en la revista BMC Biological Research, sugieren que las dietas altas en grasas juegan un papel crucial, ya que no solo contribuyen a esta enfermedad metabólica, sino que también pueden alterar la composición del microbioma intestinal.

El microbioma intestinal, que puede influir en factores metabólicos y comportamientos relacionados con la ansiedad a través del eje microbiota-intestino-cerebro, podría ser el vínculo clave en esta compleja relación. Esta conexión podría ayudar a explicar por qué la obesidad y la ansiedad suelen presentarse juntas.

Para investigar más a fondo estas relaciones, el estudio ha analizado los efectos de una dieta alta en grasas durante nueve semanas en ratas examinando los cambios en el microbioma intestinal, el eje microbiota-intestino-cerebro y los sistemas serotoninérgicos del cerebro, conocidos por su influencia en la ansiedad y el metabolismo.

Los resultados mostraron que la obesidad inducida por una dieta rica en grasas puede estar asociada con una señalización alterada en el eje microbioma-intestino-cerebro serotoninérgico, lo que conduce a un aumento de comportamientos relacionados con la ansiedad en ratas. En esencia, la obesidad causada por una dieta rica en grasas puede alterar las bacterias intestinales y sus vías de señalización hacia el cerebro, afectando las sustancias químicas cerebrales asociadas con la ansiedad.

De esta manera, los investigadores exploraron cómo las dietas ricas en grasas afectan la composición y diversidad del microbioma intestinal, los sistemas de serotonina del cerebro y los comportamientos similares a la ansiedad. Durante nueve semanas, estudiaron dos grupos de ratas: uno con una dieta de control y otro con una dieta alta en grasas. Así, aquellas alimentadas con una dieta alta en grasas aumentaron de peso y grasa corporal y mostraron una menor diversidad de microbioma intestinal, lo que generalmente se relaciona con una peor salud. Este grupo también presentó una mayor proporción de bacterias Firmicutes y Bacteroidetes, un marcador de disbiosis asociado con la obesidad y la dieta occidental.

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Además, el grupo con dieta alta en grasas mostró una mayor expresión de genes relacionados con la producción de serotonina y la señalización dentro del núcleo dorsal del rafe del tronco encefálico, una región del cerebro vinculada al estrés y la ansiedad. Aunque la serotonina suele considerarse una “sustancia química feliz”, ciertas neuronas de serotonina pueden desencadenar respuestas conductuales similares a la ansiedad o el miedo cuando se activan.

Con estos resultados, los hallazgos sugieren que las dietas ricas en grasas alteran la composición del microbioma intestinal de manera que se asocia con un aumento de grasa y peso corporal, y con cambios en los sistemas de serotonina del cerebro relacionados con la ansiedad. Para mejorar el eje intestino-cerebro y reducir los niveles de ansiedad, los autores del estudio recomiendan aumentar la ingesta de alimentos ricos en omega-3 (como pescado graso y semillas de lino), alimentos fermentados (como yogur y kimchi), alimentos prebióticos (como ajo y cebolla), verduras de hojas verdes oscuras y bayas.

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