El gimnasio con la menor tasa de abandono entrena a ritmo de videojuego: “Lo único que preguntamos a los socios es si se lo han pasado bien”

Javier Beltrán, CEO de Rockfit, define en una entrevista con ‘Infobae España’ este centro como un “laboratorio para practicar deporte de forma divertida”

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Un entrenamiento en Rockfit (Foto
Un entrenamiento en Rockfit (Foto cedida)

A escasos metros de la Fuente Mágica de Montjuic se sitúa un laboratorio del fitness, un trampantojo para los gimnasios convencionales. Este innovador centro de entrenamiento de Barcelona apuesta por un modelo que se aleja de las monótonas repeticiones y que aboga por un estilo único de ejercicio: a ritmo de videojuego. Como si nos encontrásemos en uno, los socios de este gimnasio entrenan enfrentándose a una serie de obstáculos que ponen a prueba su forma física.

En lugar de levantar pesas o subirse a cintas de correr, quienes acuden a este singular centro deportivo tienen como desafío lanzarse en una cuerda o escalar una pared de un rocódromo, así como actividades de equilibrio o flexibilidad. A base de juegos, Rockfit ha conseguido tener una tasa de abandono cinco veces menor a la media con respecto a los gimnasios tradicionales.

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La clave está en intentar esconder cualquier cosa que se pueda hacer en un gimnasio en una serie de juegos, como explica Javier Beltrán en una entrevista para Infobae España. El CEO de Rockfit pensó que tenía que haber “una forma más divertida de hacer deporte y que fuera al mismo tiempo efectiva”. Una idea que se tradujo en una actividad ‘gamificada’, es decir, una acción en la que existe una toma de decisiones que te ayudan a ganar o perder, como en un videojuego. “Esto contradice un poco la teoría tradicional de la preparación física donde hay un movimiento que se supone que es el perfecto y tú repites este movimiento y vas a mejorar”, aclara.

El modus operandi de este gimnasio se basa en la recopilación de datos que va tejiendo la evolución física de la persona, pues el centro está repleto de pulsadores que miden el tiempo de cada acción: “Nosotros vemos a qué velocidad te mueves y la rapidez con la que realizas cada uno de los movimientos. A partir de esas marcas ya somos capaces de predecir a qué velocidad te vas a ir moviendo”. No obstante, las marcas son solo números. Según Javier, el verdadero objetivo de entrenar en Rockfit es aprender e ir mejorando de manera natural: “Lo único que les preguntamos a nuestros socios es si se lo han pasado bien. Yo no intento que tú mejores tu marca cada día porque sería imposible”.

El equipo de coaches planifica un plan de entrenamiento personalizado en función del estado físico o del área del cuerpo que se pretende mejorar. Así, el propio sistema es capaz de detectar en qué aspectos hay más oportunidades de mejora y cuáles son los juegos específicos que pueden contribuir a ello. “Si una persona nos dice que les gusta el pádel o el montañismo, ajustamos el sistema para que potencie actividades relacionadas”, explica.

Rockfit es una de las 58 empresas que forman parte del ‘Start IN Up Program’, el programa de emprendimiento motivado por ‘Madrid in Game’ que se desarrolla en el Development Center del Campus del videojuego. Esta iniciativa pretende impulsar la innovación dentro de la industria del videojuego a nivel local, nacional e internacional; un proyecto que pone el foco en las empresas y en la sociedad con el propósito de ser un motor de cambio sociocultural a través de la gamificación, como este gimnasio pionero.

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Las guías de la Sociedad Europea de Cardiología indican que la mejora máxima que se debería hacer en cuanto al ejercicio es de un 2,5% cada semana. Si hablamos de diez minutos de carrera, serían menos de medio minuto en una semana. Si hemos realizado tres entrenamientos, esa mejora se ha repartido de forma que resulta invisible para el ojo humano. “La medición de datos nos sirve para, precisamente, asegurarnos de que no nos pasamos, porque la dinámica ‘gamificada’ va a hacer de por sí que la gente entrene con mayor intensidad”, expone.

Un gimnasio solidario

2 de cada 10 españoles que se inscriben en un gimnasio lo acaban dejando a los 3 meses, y solo 4 de cada 10 practica deporte de forma regular, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Asimismo, febrero y octubre son los meses del año en los que más personas se dan de alta en estos centros deportivos; dos momentos que coinciden con un “punto de partida”: un año que acaba de comenzar —tras superar la cuesta de enero— y el fin del verano y la vuelta a la rutina en los colegios.

Muchas personas, dispuestas a cambiar su estilo de vida por uno más saludable, se apuntan a los gimnasios con la motivación de hacer del deporte parte de su rutina. En cambio, la falta de voluntad, la dificultad para coordinar los horarios con la familia, el trabajo, la casa... o la impaciencia por unos resultados inmediatos, empujan a muchos a abandonar los gimnasios. Esto puede resultar frustrante no solo por no haber logrado el físico que se deseaba, sino por el dinero perdido en la cuota. Pero, ¿y si las cosas fueran diferentes?

En Rockfit, si un socio no va un mes, ellos se encargan de donar la cuota a la ONG que él elija. “Creemos que si alguien no viene al gimnasio no tenemos que cobrarlo. Lo que ocurre es que tenemos unas métricas que son cinco veces mejores que el resto de la industria. Nosotros hacemos un coaching para que la gente aprenda a manejar esa frustración”, explica el CEO.

Un entrenamiento en Rockfit (Foto
Un entrenamiento en Rockfit (Foto cedida)

Neuropsicólogos y entrenadores: el plano de la salud mental en el deporte

Que jugar entrenando tendría efectos positivos en la salud física no fue una sorpresa para nadie. Que también los tuviera en la salud mental ha sido un nuevo punto de partida para este laboratorio. Varios estudios ya habían demostrado la relación directa entre deporte y la prevención de enfermedades neurológicas como la demencia o la depresión. En colaboración con un equipo de neurocientíficos, se está llevando a cabo un experimento en Rockfit que mide cómo la planificación a la hora de realizar deporte puede ayudar a mejorar los estados de ánimo y las capacidades cognitivas.

“Este tipo de juegos están vinculados al mindfulness porque, al ser tan exigentes, te obligan a estar muy focalizado. El juego es como cualquier deporte con sinergias entre lo que es progresar a nivel mental y a nivel físico, hasta un 30% de mejora adicional según los datos que tenemos recopilados. Son muy buenos y potentes para liberar estrés”, concluye Javier. El próximo paso de este pionero experimento está en involucrar a más personal científico que lleve el deporte al laboratorio.

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