En los últimos años, debido a múltiples factores, ha habido una clara tendencia en el aumento sobre la importancia de la nutrición y la preocupación por llevar una dieta más saludable. Probablemente, la sedentarización de la vida diaria, con trabajos de oficina y ocio al rededor de mesas de bares y restaurantes, ha tenido algo que ver. Pero también la popularidad creciente de las redes sociales, donde numerosos nutricionistas, deportistas o simplemente aficionados al fitness comparten consejos sobre alimentación.
En estas conversaciones ha habido un alimento, hasta hace poco no muy popular entre la población española, que ha ido ganando terreno. Se trata de la avena, un cereal que contiene importantes nutrientes, vitaminas y minerales. Además, su versatilidad en la cocina hace que este grano pueda introducirse en una gran variedad de recetas deliciosas que ayudan a llevar una dieta sana y equilibrada.
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La composición nutricional de la avena destaca por ser especialmente equilibrada. Por una parte, es una buena fuente de hidratos de carbono y fibra, lo cual es beneficioso, sobre todo, para las personas con diabetes, ya que favorece la digestión del almidón, estabilizando los niveles de azúcar, fundamentalmente después de comer. Por otra parte, la avena es una rica fuente de proteínas de alta calidad, con un buen equilibrio de aminoácidos esenciales, lo cual es importante porque ayuda a la producción y desarrollo de tejido nuevo en el organismo.
El consumo de avena o de productos derivados de la misma se ha asociado a la reducción del colesterol sérico y, en consecuencia, del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esto se debe al beta-glucano presente en la avena, que ha demostrado ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) sin afectar los niveles de colesterol HDL (el “bueno”).
Los beneficios para la salud de este cereal no acaban aquí. También contiene sustancias de origen vegetal que ayudan a prevenir el riesgo de cáncer, por ello se aconseja consumir avena todos los días. Además, es clave para la prevención de la diabetes y los trastornos gastrointestinales, según demuestran estudios clínicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.
Hay numerosas formas de incluir la avena en la dieta, pero hacerlo en la primera comida del día es altamente recomendable. La avena no es solo un desayuno delicioso, ya que se puede combinar con una gran variedad de ingredientes igualmente saludables, sino que, además, ayuda a mantener la saciedad, reduciendo así el deseo de picar entre horas, por lo que también puede colaborar en la pérdida de peso. La avena es uno de los alimentos más ricos en nutrientes, de manera que, a menudo, se considera un superalimento. Por eso, consumirlo en el desayuno representa una fuente de energía indiscutible que ayudará a afrontar el día a día.
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Pese a que la avena es un alimento excelente para la salud, es importante considerar la variedad y moderación en la dieta. Comer avena todos los días es generalmente seguro para la mayoría de las personas, pero siempre es bueno incluir una variedad de alimentos que aseguren un balance de nutrientes. Hay que tener en cuenta que, para personas con ciertas condiciones, como intolerancia al gluten, es vital optar por avena que esté específicamente etiquetada como libre de gluten, ya que la avena puede estar contaminada con gluten durante su procesamiento.