Sentir que no tienes energía para hacer actividades básicas del día a día es algo que pasa a todos de vez en cuando. Para algunas personas, la baja energía llega a interferir con la calidad de vida. La alimentación, el ejercicio y el estilo de vida en general tienen un gran impacto en el estado de ánimo y, según expertos de la Universidad de Harvard de Estados Unidos, hay algunos alimentos y hábitos que ayudan a aportar energía al cuerpo, mientras hay otros que se deben evitar.
Aparte de mantener una vida saludable con una alimentación rica en diferentes vitaminas y nutrientes, así como la incorporación del ejercicio diario, existen otras maneras de aumentar los niveles de energía. Una de ellas, según los expertos de Harvard, es preparar varias comidas pequeñas y snacks durante el día. Además, asegurarse de que se está bebiendo lo suficiente es fundamental para quitar la fatiga, ya que la deshidratación puede provocar falta de energía.
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Qué alimentos debo comer para tener más energía - y cuáles hay que evitar
Los expertos de Harvard aconsejan incrementar la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados, monoinsaturados y proteínas, que se encuentran en alimentos como el pollo o el pavo, así como pescados grasos como el salmón y el atún o en las nueces. Estos alimentos no sólo aportan proteínas, que son vitales para prevenir el desgaste muscular y para desarrollar los músculos, sino que también contienen nutrientes fundamentales que aportan energía.
Asimismo, lo que no debes comer es igual de importante. Los expertos de Harvard recomiendan reducir lo máximo posible la ingesta de alimentos con alto índice glucémico como, por ejemplo, la cerveza, patatas horneadas, patatas fritas, pan baguette blanco, zanahoria cocida, palomitas de maíz, sandía o calabaza. Este tipo de alimentos provocan un rápido aumento de glucosa en sangre para luego producir una bajada brusca de la misma, lo que puede provocar la fatiga.
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Además, la prestigiosa universidad estadounidense subraya la importancia de tener un sueño de calidad e incorporar más ejercicio físico a la rutina diaria, al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Por último, también es clave reducir los niveles de estrés, ya que pueden provocar la fatiga e interferir en el apetito.
Limitar la ingesta de dulces y reducir el tiempo que pases frente a la pantalla
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) también establece recomendaciones tanto para la dieta como para los hábitos que de una manera u otra puedan llegar a interferir en la salud de los españoles. La agencia aconseja realizar todos los días durante al menos 30 minutos alguna actividad física moderada como caminar, ir al trabajo o al colegio andando, sacar a pasear al perro o subir las escaleras a pie en vez de utilizar el ascensor. Además, se debe practicar algún tipo de deporte varias veces a la semana y limitar lo máximo posible el tiempo que pases frente a la pantalla.
En cuanto a la dieta, la AESAN recomienda comer a diario alimentos como las frutas, verduras y hortalizas, cereales, productos lácteos, pan y aceite de oliva, así como el arroz y la pasta, alternando entre los dos. Además, la agencia aconseja comer pescados blancos y azules, legumbres, huevos, carnes, embutidos y frutos secos varias veces por semana, aunque no todos los días. Por último, no se debe comer demasiados bollos, dulces, refrescos, “chucherías” o patatas fritas y similares y hay que intentar limitar su ingesta lo máximo posible.