El camino hacia el bienestar es un sendero lento y pausado que se transita día por día, por eso, los expertos coinciden en que para empezar no son necesarios cambios abruptos, alcanza con modificar pequeños hábitos cotidianos y sostenerlos a lo largo del tiempo para obtener resultados.
El primer paso para incorporar hábitos saludables es justamente, ponerse a andar, moverse más el es puntapié inicial para oxigenar el cuerpo y descargar tensiones.
1- Caminar más
Las personas que caminan más de 20 minutos por día viven más y mejor. Sin embargo, muchas personas creen que caminar no es un verdadero ejercicio físico, quizás por ser demasiado simple, cotidiano o relajado. Lo aconsejable es considerar las caminatas como un paseo que oxigene el cuerpo y despeje la mente, pero a paso rápido.
Una recomendación es acelerar un poco el ritmo cada vez que se sale a andar. Un estudio publicado en el Journal of American Geriatrics Society este año demostró que quienes marchaban a paso rápido tenían 34% menos riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca respecto a las personas sedentarias. Caminar nos hace sentir bien porque favorece la secreción de endorfinas, que son las hormonas responsables del bienestar emocional y, además, ayuda a descargar las tensiones acumuladas durante el día.
2 - Sueño de calidad
Dormir al menos 7 horas cada noche mejora el ánimo y la función cerebral. Los especialistas coinciden en que alcanzar un sueño reparador es clave para la regeneración celular y para encarar el día a día con energía. Los expertos de la Clínica del Sueño de INECO, hacen hincapié en que, durante el sueño, se consolida la memoria y se afianza el aprendizaje, entre otras cosas.
El buen descanso mejora la salud en general, da bienestar emocional, previene o combate la ansiedad, depresión y otros problemas. También al dormir bien se mejora el rendimiento cognitivo porque se fortalece la concentración, y ayuda a pensar con mayor claridad a la hora de resolver problemas.
3 - Hidratarse
El agua es fuente de vida, elimina las toxinas y es energizante. Un consumo suficiente mantiene la piel sana, da energía para el correcto funcionamiento de los sistemas del organismo y contribuye a una buena digestión. Además, según los especialistas, también es la llave para llegar a la madurez de manera saludable gracias a los beneficios que aporta una buena hidratación.
A todos nos han enseñado que ocho vasos de agua al día es el número ideal para todas las personas, pero esa noción es no es una verdad inamovible. Factores específicos como el tamaño corporal, la temperatura exterior y la intensidad de la respiración y el sudor determinarán la cantidad que cada uno necesita. Por eso, cuando una persona visita a su médico, será bueno preguntar cuánta cantidad de agua diaria sería lo ideal en su caso individual.
4 - Cocinar algo rico
Usar la creatividad para darse un gusto, así sea con platos sencillos, como una tostada con palta y frutos secos para empezar el día con un desayuno fuera de lo habitual.
“Solo cocinando tu propia comida puedes estar seguro de que estás comiendo alimentos reales, enteros y sin procesar “, señaló Alyssa Gagarin, chef e instructora de entrenamiento físico en Nueva York a la revista Real Simple de EEUU. Preparar tus platos, “brinda control total sobre lo que está pasando en tu cuerpo”, agregó.
Por eso aconsejó priorizar las frutas y verduras, los granos integrales, los huevos, las carne magras, los frutos secos y las semillas y legumbres, un gran abanico de opciones para combinar en platos nuevos, vistosos y saludables.
5 - Vestir algo bonito
Una prenda colorida o un accesorio vibrante pueden cambiar mucho la apariencia y la energía para encarar el día. Cómo nos vemos en el espejo influye en nuestro estado de ánimo, y esto no solo aplica para los amantes de la moda y las últimas tendencias.
Todos tenemos una camisa, un vestido o un sweater favorito, un pañuelo vistoso en el fondo del cajón u otro accesorio que usamos solo en ocasiones especiales. La fórmula para alcanzar el bienestar cada día, consiste en hacer de cada día una ocasión especial, por eso elegir prendas elegantes o atractivas que nos gusten pueden brindarnos más confianza y alegría, es solo cuestión de revisar el guardarropa y seleccionar las piezas indicadas.
6 - Elegir un alimento saludable
Los alimentos procesados que están envasados ya listos para ser consumidos, suelen tener, en la gran mayoría de los casos, mayor cantidad de grasas, azúcares y sodio. Para evitarlos, cada día intentar reemplazar al menos uno por un ingrediente natural. Como frutas con cereales en lugar de galletas dulces o hummus casero en reemplazo de aderezos ultraprocesados.
La nutricionista Romina Pereiro recomendó en Infobae incorporar legumbres ya que son grandes aliadas para una dieta saludable. Las legumbres son consideradas superalimentos porque tienen grandes cantidades de proteínas de origen vegetal, fibras, hidratos de carbono de absorción lenta (que eso es muy bueno), hierro, magnesio, potasio, fósforo, todo nutrientes.
Además, generan saciedad por la cantidad de fibra que tienen. Agregar garbanzos a la ensalada o tostarlos al horno para hacer snacks, utilizar lentejas para hamburguesas y guisos, son solo algunos ejemplos.
7 - Vivir el presente
El doctor Daniel López Rosetti, cardiólogo y especialista en medicina del estrés, aconseja que para gestionar las situaciones estresantes, es necesario aprender a convivir con los contratiempos, poder observar en perspectiva los problemas grandes o pequeños y no preocuparse por demás. Parece sencillo, pero es un proceso complejo, que se puede entrenar.
Muchas veces escuchamos la frase “hacerse mala sangre”, López Rosetti explicó en Infobae que “cuando uno sufre o tiene emociones negativas, cuando uno tiene estrés crónico, la sangre se hace mala. Definitivamente, aparecen sustancias medibles científicamente que se llaman sustancias proinflamatorias”.
Por eso, recomienda “vivir el momento presente, apreciar el valor de la comunicación y evitar los pensamientos distorsionados”, ya que gran parte del estrés se relaciona con el adelantarnos a las cosas que aún no han sucedido.
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