Las frutillas, populares por su dulzura y versatilidad, suelen ser consumidas sin prestar mucha atención a sus hojas. Sin embargo, un médico reveló que esta práctica podría privarnos de importantes beneficios nutricionales.
Para muchas personas, retirar las hojas verdes de las frutillas es un paso rutinario antes de consumirlas. Sin embargo, según el doctor Karan Raj, conocido por su enfoque en desmitificar creencias sobre la salud, esto podría estar limitando su valor nutricional. Este especialista, con una amplia audiencia en redes sociales, explicó que las hojas, conocidas como cáliz, tienen una riqueza nutritiva equiparable a la del fruto. Según el doctor Raj, comer las frutillas con sus hojas puede aportar antioxidantes, magnesio, fibra y una cantidad importante de vitamina C, elementos esenciales para una dieta balanceada.
Valor nutricional y limpieza de las hojas de las frutillas
El cáliz de las frutillas contiene una alta concentración de antioxidantes, compuestos que ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres. Además, aporta una cantidad notable de fibra dietética, que beneficia la digestión, y magnesio, un mineral crucial para la función muscular y la salud ósea. Por si fuera poco, la vitamina C presente en las hojas está cerca de igualar la que ofrece la pulpa de la fruta, lo que las convierte en un complemento nutricional valioso.
A pesar de sus beneficios, la idea de comer las hojas de las frutillas puede causar inquietud entre los consumidores, principalmente debido al uso de pesticidas y la posible presencia de bacterias. Algunos de los seguidores del doctor Raj expresaron estas preocupaciones, cuestionando si las hojas son completamente seguras para el consumo. Aquí es donde intervienen las recomendaciones de limpieza.
Lisa Marley, chef y nutricionista, sugirió a Express.co.uk que lavar las frutillas únicamente con agua puede no ser suficiente para eliminar todas las impurezas. En su lugar, propone una solución efectiva y sencilla: mezclar bicarbonato de sodio y vinagre blanco en un litro de agua. Este método permite eliminar bacterias como la E.coli, reduciendo los riesgos de contaminación. Marley recomienda dejar las frutillas en remojo durante cinco minutos, removerlas bien y enjuagarlas antes de consumirlas.
Para quienes deseen integrar las hojas de las frutillas en su dieta, es fundamental realizar un lavado minucioso siguiendo estas pautas. Además de la solución de vinagre y bicarbonato, se puede optar por desinfectantes especializados para frutas y verduras. Incorporar las hojas de las frutillas no solo es una forma de aprovechar al máximo sus propiedades, sino también un gesto sostenible al reducir el desperdicio de alimentos.
Más allá de las hojas: otros beneficios de las frutillas
Además de su sabor irresistible y su versatilidad en la cocina, las frutillas destacan por ser una de las frutas más ricas en nutrientes esenciales. Este pequeño fruto rojo es una fuente notable de antioxidantes, como los polifenoles, que se han asociado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y la reducción de la inflamación. Asimismo, las frutillas son bajas en calorías, lo que las convierte en una excelente opción para dietas balanceadas.
Por cada 100 gramos, las frutillas aportan aproximadamente 32 calorías, 8 gramos de carbohidratos y casi el 100% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico. También contienen ácido fólico, crucial durante el embarazo, y manganeso, esencial para la salud ósea y la regulación del azúcar en sangre.
El valor de las frutillas no termina en su consumo fresco. Estas frutas son increíblemente versátiles, adecuándose a preparaciones dulces y saladas. Desde postres clásicos como tartas y batidos hasta ensaladas gourmet, su uso en la gastronomía permite disfrutar de sus beneficios sin limitar la creatividad. Además, el aprovechamiento de las hojas, ya sea en infusiones o como aderezo, abre nuevas posibilidades culinarias.