En un reciente análisis de datos de más de 400.000 adultos seguidos durante 24 años, los científicos han identificado que el consumo de grasas vegetales se asocia a una gran y notoria reducción del riesgo de muerte por enfermedades cardíacas y otras causas.
Según el estudio publicado en JAMA Internal Medicine, quienes incluyen más grasas de origen vegetal, especialmente de granos y aceites vegetales, presentan un 14% menos de probabilidades de morir por enfermedades cardíacas y un 9% menos de morir por cualquier causa en comparación con quienes consumen niveles bajos de estas grasas.
Grasas vegetales versus grasas animales
El estudio, revisado también en el Harvard Heart Letter, destaca una clara diferencia entre los efectos de las grasas animales y las grasas vegetales sobre la salud. Mientras que el aumento en el consumo de grasas vegetales parece proteger el corazón, las grasas animales —como las que se encuentran en la carne, los productos lácteos y los huevos— están asociadas a un mayor riesgo de mortalidad.
Los datos muestran que las personas que consumen más grasas animales presentan un 16% de riesgo más alto de muerte en general y un 14% más de riesgo de muerte por enfermedades cardíacas.
¿Por qué las grasas vegetales son beneficiosas?
La diferencia en los efectos de estas grasas radica en su composición química. Las grasas vegetales contienen mayor cantidad de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, conocidas por sus beneficios sobre el colesterol y por sus propiedades antiinflamatorias. Según Kiran Campbell, dietista registrada, estas grasas vegetales, al formar parte de un patrón alimentario saludable, favorecen perfiles de colesterol más saludables y reducen la inflamación, dos factores clave para la protección cardíaca.
Thomas M. Holland, médico especialista en envejecimiento saludable, añade que las grasas animales, especialmente las que provienen de carnes rojas y ciertos productos lácteos, contienen mayores niveles de grasas saturadas y colesterol, que elevan los niveles de colesterol LDL y fomentan la formación de placas en las arterias.
Sustituir grasas animales por grasas vegetales
Los investigadores también calcularon el posible beneficio de sustituir una pequeña cantidad de grasas animales por grasas de origen vegetal. Cambiar solo un 5% de calorías provenientes de grasas animales por grasas vegetales podría reducir el riesgo de mortalidad general entre un 4% y un 24%, y el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca entre un 5% y un 30%.
Limitaciones y complejidad de los estudios de alimentación
Aunque el estudio ofrece resultados alentadores, los autores destacan que, al ser observacional, no establece una relación de causa y efecto. Además, se basó en datos sobre la dieta de una población limitada en diversidad, lo cual podría afectar la aplicabilidad de los resultados en una población más amplia.
Como señalan expertos en Harvard Health Publishing, los patrones alimenticios son complejos, y los efectos observados no se deben a nutrientes aislados, sino al conjunto de alimentos y nutrientes que consumimos.
¿Qué alimentos tienen más grasas de origen vegetal y cuáles son sus beneficios?
Las grasas vegetales beneficiosas se encuentran en una variedad de alimentos naturales que pueden integrarse en una dieta equilibrada. Entre los alimentos más ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas —dos tipos de grasas saludables para el corazón— destacan:
- Aguacates o palta: este fruto es una excelente fuente de grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL y a mejorar la salud cardíaca en general.
- Aceites vegetales: el aceite de oliva y el aceite de canola contienen altas concentraciones de grasas monoinsaturadas. El aceite de girasol, el aceite de maíz y el aceite de soja son ricos en grasas poliinsaturadas, que incluyen ácidos grasos omega-6 y omega-3 beneficiosos para el sistema cardiovascular.
- Nueces y semillas: las almendras, nueces, semillas de chía y linaza son fuentes de grasas vegetales y también proporcionan fibra, antioxidantes y otros nutrientes protectores del corazón.
- Granos enteros: algunos granos, como la avena, también contienen pequeñas cantidades de grasas saludables y otros compuestos como los fitonutrientes que reducen la inflamación y el riesgo de enfermedades cardíacas.