Siete consejos para dejar de apretar la mandíbula por estrés

El bruxismo afecta al 80% de la población y daña la salud dental.

• El bruxismo, asociado al estrés y la tensión, provoca desgaste dental, dolores de mandíbula y cuello.
• Puede ocurrir de día o noche y está vinculado al consumo de cafeína, tabaco y otros estimulantes.
• Tratamientos como placas bucales y Botox™ ayudan a aliviar los síntomas y prevenir daños.

Lo esencial: el bruxismo, que afecta a casi el 80% de la población, es una condición crónica en la que las personas aprietan o rechinan los dientes, especialmente mientras duermen. Los expertos señalan que el estrés es una causa principal y puede empeorar con el consumo de sustancias estimulantes.

El tratamiento suele incluir dispositivos bucales, como placas, o la aplicación de Botox™ en los músculos mandibulares para reducir la tensión. Además, técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, son recomendadas para mejorar la calidad del sueño y reducir los síntomas.

Por qué importa: el bruxismo no tratado puede llevar a problemas dentales graves y afectar la calidad de vida.

• Puede causar daños irreparables en los dientes y generar dolor crónico.
• Afecta la calidad del sueño, resultando en fatiga y estrés adicional.
• La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para evitar complicaciones a largo plazo.

Una gran parte de la población sufre bruxismo a lo largo de su vida. “Se trata del constante movimiento de apretar la mandíbula durante la noche. Esto se llama disfunción temporomandibular que al otro día genera no solamente dolor de cuello (especialmente en la parte anterior), sino de oídos, cara así como también hinchazón y dolor de pies y manos”, explicó a Infobae el doctor Eduardo Stonski, jefe de la sección Evaluación y tratamiento del dolor del servicio de Clínica Médica del Hospital Italiano (MN 80839).

Aunque podría considerarse solo una mala costumbre, es relevante para la salud por varias razones, ya que puede producir daño o pérdida de las piezas dentales y dolor de mandíbula, de cabeza o de cuello.

Si bien se debe a múltiples causas, las principales son las situaciones de tensión o de estrés. El apretamiento de mandíbula puede ocurrir durante el día (llamado bruxismo diurno o de vigilia) o mientras una persona está dormida (conocido como bruxismo nocturno o del sueño), según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

El doctor Ariel Merino, odontólogo, experto en estética dental (MN 34869), explicó a Infobae que el bruxismo es como una pandemia: “Casi el 80% de población mundial tiene algún rasgo de bruxismo, apretamiento o deslizamiento de los dientes”.

El bruxismo es una patología del sistema nervioso central. “Se produce por estrés y el consumo de alimentos muy calóricos, muy estimulantes como gaseosas azucaradas, chocolates o bebidas energéticas” describió el odontólogo.

Y completó: “Impacta en la salud de las personas de muchas maneras. Primero y principal en la calidad del sueño porque el bruxismo es generado por estrés, es decir que el frotamiento de los dientes activa los músculos del cuello y los masticadores, entonces todo esto hace que la persona se levante contracturada y cansada porque durmió muy mal toda la noche”.

Por otro lado, dijo el odontólogo, tiene un impacto directo en las piezas dentarias. “Se ven muchas lesiones en los cuellos de las piezas dentarias y dientes avejentados. Cuando los pacientes empiezan a ver como que tienen los dientes más chiquitos y amarillos, es porque ya se han gastado más de 40 por ciento de las piezas dentarias”.

Los criterios de diagnóstico, según lo descrito por la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, incluyen la presencia de 1 o más de los siguientes signos o síntomas clínicos consistentes con el rechinamiento o apretamiento de dientes durante el sueño:

• Desgaste anormal de los dientes
• Dolor o fatiga transitorios en los músculos de la mandíbula por la mañana
• Dolor de cabeza temporal

Se necesitan más investigaciones sobre el apretamiento de mandíbula, pero los expertos creen que es probable que el bruxismo sea causado por una combinación de factores genéticos, de estilo de vida (el alcohol, la cafeína y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo) y factores psicosociales como el estrés y la ansiedad, según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial. Los trastornos del sueño y ciertos medicamentos también pueden influir.

“Si las personas no afrontan la ansiedad de forma saludable, el cuerpo lleva la cuenta y retendrá el estrés, incluso a través del apretar la mandíbula”, afirmó el doctor David H. Rosmarin, profesor asociado de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard y fundador del Centro para la Ansiedad en WellandGood.

Por la noche, alguien que ha estado absorbiendo mucho estrés durante el día puede apretar la mandíbula. Ambas situaciones son una respuesta corporal a la sensación de agobio mental, explica Rosmarin.

En la mayoría de los casos, el bruxismo se puede tratar con éxito. Los médicos utilizan un enfoque de tratamiento integral que abarca gestión del estilo de vida, dispositivos bucales y medicamentos para abordar el bruxismo.

Entre los dispositivos bucales se encuentra el uso de una placa de descarga, que realiza el odontólogo, que absorberá la fuerza de la mordida, evitando así daños futuros en los dientes y contribuyendo al cambio del comportamiento.

El doctor Merino explicó que los pacientes que tienen mucha voluntad y buen hábito son ideales para el uso de la placa. “Esta genera una apertura más amplia de la boca, lo cual favorece a todo el sistema muscular para que no haya ese frotamiento entre dientes”.

Otra opción es poner Botox™ en los músculos maseteros, lo que da muy buenos resultados, según el especialista. “Es algo que se viene aplicando desde hace bastantes años, pero que todavía no está muy en auge porque hay cierto desconocimiento. Dura entre cuatro o seis meses, dependiendo de la marca. Esta opción es ideal para aquellos pacientes que odian usar la placa”, destacó.

Ambos tratamientos son complementarios: “Un paciente que use placa también puede ponerse Botox y ahí se obtendrán los mejores resultados, con lo físico del uso de la placa, que hace que se abra un poquito más la boca y lo químico por otro lado, inmovilizando o bajando el umbral de la potencia del músculo. También recomiendo la práctica de yoga y meditación”, explicó el odontólogo.

Finalmente sumó que cuando el caso está más avanzado y el desgaste es grande, es necesario rehabilitar los dientes. “Generalmente eso se hace con carillas, mediante las cuales les devolvemos el esmalte y el color a los dientes”.

1. Consultar al odontólogo. El profesional evaluará y determinará las posibles causas del bruxismo y dará el tratamiento más adecuado para proteger la salud dental.

2. Realizar estrategias antiestrés. Si se sospecha que el estrés está agravando el apretamiento de mandíbula, se recomienda abordar la causa raíz (el estrés y la ansiedad) en primer lugar. Esto podría incluir practicar meditación consciente o respiración profunda, reservar tiempo para hacer ejercicio, hacer cambios en la carga de trabajo o en elk horario según sea necesario y, posiblemente, hablar con un terapeuta.

3. Biorretroalimentación. “Este enfoque implica el uso de un dispositivo electrónico que mide la actividad de los músculos de la boca y la mandíbula, alertando al paciente cuando hay una actividad muscular excesiva, permitiéndole modificar su comportamiento. Es especialmente útil para el bruxismo diurno. Se requiere más investigación para desarrollar un programa de tratamiento eficaz para las personas que sufren de bruxismo nocturno”, explicó López Rosetti.

Los estudios indican que ayuda a ser más consciente de los movimientos musculares de la mandíbula, lo que permite controlar mejor el comportamiento de apretar los dientes a lo largo del día.

4. Escribir un diario. Puede ser útil tomar notas cuando se aprieta la mandíbula. Esto puede facilitar la identificación de situaciones que provocan estrés y que ocurren con regularidad. Los expertos recomiendan que si se observa algún patrón, comenzar a hacer cambios para abordarlo.

5. Aprender técnicas para descansar la lengua, los dientes y los labios de manera adecuada. Johns Hopkins Medicine señala que, para algunas personas, apoyar la lengua hacia arriba sobre el paladar mientras mantiene los labios cerrados y los dientes separados también puede ayudar a la relajación.

6. Hacer ejercicios para la mandíbula también puede aliviar la tensión. Por ejemplo, uno es sonreír lo más ampliamente que se pueda, luego abrir y cerrar la boca.

Otra opción es regalarse un pequeño masaje de mandíbula casero. Aplicar de tres a cinco gotas de aceite en las manos. Colocarlas en posición de oración con los pulgares debajo de la barbilla y los dedos índices en la nariz. Hacer un masaje suave trasladando las manos hacia las orejas y bajarlas por el cuello. Repetir el movimiento cuatro veces y luego realizar barridos por la frente para un masaje facial completo .

7. Adoptar hábitos de vida saludables. Se ha relacionado el consumo de tabaco, alcohol y cafeína con el bruxismo nocturno, por lo que los expertos recomiendan evitar estas sustancias durante el día si se es propenso a apretar los dientes por la noche. Realizar actividad física y deportes también ayudan a mantenerse relajado.