Despertar puede revelar mucho sobre la calidad del sueño y la salud general de una persona. Los primeros momentos del día a menudo ofrecen señales importantes que no deben ser ignoradas. Reconocer estos síntomas de alerta es fundamental para entender qué está ocurriendo durante la noche.
Los síntomas de alerta al despertar afectan el estado físico, el rendimiento diario y también el bienestar emocional. Identificar estos signos temprano puede ser clave para abordar y corregir problemas subyacentes que impactan en la calidad de vida.
Qué dijo un experto en sueño acerca de los síntomas al despertar
Max Kirsten, experto en sueño, ha revelado que los síntomas que muchas personas experimentan al despertar, como fatiga persistente y congestión nasal, podrían ser signos de una “resaca de fiebre del heno”. Este término describe el impacto duradero de la rinitis alérgica en la calidad del sueño y el funcionamiento diario.
Kirsten explica que la fiebre del heno, una reacción alérgica provocada por alérgenos en el aire como el polen, se manifiesta no solo durante el día con congestión nasal, estornudos y ojos irritados, sino que también afecta el sueño. “Durante el sueño, la exposición a alérgenos puede aumentar la congestión nasal, causando dificultades para respirar y despertarse con frecuencia”, señala Kirsten.
Estos despertares fragmentan el ciclo del sueño e impiden alcanzar etapas más profundas y restauradoras. Al amanecer, muchos describen sensaciones similares a las de una resaca tradicional, incluyendo letargo, desgano y sensación de no haber descansado. Según Kirsten, los mecanismos fisiológicos detrás de este fenómeno involucran la interacción entre la inflamación alérgica, la función respiratoria y las vías de regulación del sueño en el cerebro.
Entre los síntomas principales de una “resaca de fiebre del heno” (rinitis alérgica) se encuentran la fatiga persistente, la congestión y el malestar general, el estornudo constante, los ojos llorosos y con picazón, dolores de cabeza o presión sinusal, la concentración reducida, la irritación de garganta por el goteo posnasal, y la tendencia a toser.
Cómo prevenir la resaca de rinitis alérgica
El experto propuso cuatro opciones para prevenir la resaca de fiebre del heno (rinitis alérgica).
- Mitigación de alérgenos: Implementar medidas para minimizar la exposición a los alérgenos puede aliviar considerablemente la carga nocturna de la fiebre del heno. “Cerrar las ventanas durante las estaciones altas de polen, utilizar purificadores de aire con filtros HEPA y lavar con frecuencia la ropa de cama para eliminar los alérgenos acumulados son algunas de las medidas recomendadas”, explica Kirsten.
- Irrigación nasal y medicación: La irrigación nasal con soluciones salinas puede ayudar a aliviar la congestión nasal y promover una respiración nasal fluida, facilitando así un sueño sin interrupciones. Además, las intervenciones farmacológicas, como los antihistamínicos y los corticosteroides intranasales, bajo la dirección de un profesional de salud, pueden mitigar los síntomas de la fiebre del heno y promover un sueño reparador.
- Optimización del entorno del dormitorio: Cultivar un ambiente propicio para el sueño es primordial para mitigar el impacto de la fiebre del heno en la calidad del sueño. Esto incluye mantener el dormitorio fresco y bien ventilado, invertir en materiales de cama hipoalergénicos y utilizar cortinas opacas para minimizar la exposición a alérgenos externos y optimizar la inducción y mantenimiento del sueño.
- Prácticas de higiene del sueño: Seguir prácticas establecidas de higiene del sueño puede aumentar la resistencia contra los efectos disruptivos de la fiebre del heno en el sueño. Mantener horarios de sueño-vigilia consistentes, evitar actividades estimulantes antes de acostarse, y crear una rutina pre-sueño relajante pueden fortalecer la integridad de la arquitectura del sueño y reducir la propensión a despertares nocturnos.
Además, destaca la importancia de abordar la rinitis alérgica para promover una salud óptima del sueño. “La ‘resaca de fiebre del heno’ subraya la relación intrincada entre los alérgenos ambientales y la calidad del sueño”, subraya Kirsten, enfatizando la necesidad de tomar medidas preventivas para minimizar los síntomas y mejorar el bienestar general.