Es necesario consumir, al menos, 5 porciones por día de frutas y hortalizas, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ahora, usted me preguntará: “¿Qué fruta debo comer?”. La verdad es que a mayor variedad, mejores serán los resultados para su organismo. Estos alimentos mejoran la salud general y reducen el riesgo de ciertas enfermedades no transmisibles, ya que cuentan con fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos, entre otros aspectos.
Más allá de que todas las frutas cuentan con amplios beneficios para salud, tales como ser antioxidantes o antiinflamatorios, también tienen la capacidad de reducir el colesterol malo -LDL- y colaborar en la regulación de la presión arterial. Incluso, aumentan las defensas y mejoran la circulación, entre muchos otros beneficios para la salud.
Sin embargo, existen algunas frutas que, pese a brindar grandes beneficios para el organismo y el bienestar, son poco conocidas por gran parte de la població. Aquí un repaso por tres imprescindibles
Cuáles son las tres frutas poco conocidas con grandes beneficios para la salud
Litchi
Se trata de un fruto que, comúnmente, también es conocido como litche o lychee. Pese a que su origen es en la zona subtropical del Sur de China, en la actualidad se cultiva en más de 20 países. Su sabor es dulce, con cubierta exterior no comestible de color rojo, pulpa blanca y una gran semilla marrón oscura. Solo la pulpa es comestible.
En la antigüedad fue utilizado por diversas culturas como medicina para tratar diferentes dolencias, tales como tos, úlceras, diabetes, obesidad, dolores epigástricos y neurálgicos.
Cuenta con un alto valor nutritivo, ya que brinda fibra, vitamina C, potasio y flavonoides. Estos nutrientes brindan beneficios como antiinflamatorios, antioxidantes, regula la presión arterial y eleva las defensas. La ciencia logró determinar, además, que contiene compuestos bioactivos con características antimicrobianas, antivirales, antidiabéticas, anticancerosas, antiobesidad, hepatoprotectoras y analgésicas.
Este fruto se consume fresco, aunque también puede congelarse o deshidratarse. Gracias a su sabor dulce, es elegido para realizar bebidas o postres. Los porteños pueden encontrar este alimento en el Barrio Chino.
Fruta del dragón o Pitahaya
La fruta del dragón, también conocida como Pitahaya, cuenta con una cáscara con espinas por fuera, que puede encontrarse en tres variedades: amarilla por fuera y pulpa blanca con semillas por dentro, roja por fuera y pulpa blanca, o pulpa roja con semillas por dentro. Es gracias a su forma que recibió su nombre.
Fue descubierto por primera vez por los conquistadores españoles en las zonas tropicales y subtropicales de América. Y pese a que es originaria de Centroamérica y la selva peruana, en la actualidad su consumo se ha difundido por todo el mundo. En la Argentina, se cultiva en Jujuy y puede adquirirse en el Mercado Central porteño. Su pulpa jugosa, ligeramente gelatinosa y fibrosa, está llena de pequeñas semillas negras comestibles que aportan una textura similar al kiwi.
De la Pitahaya se puede consumir la pulpa fresca, sacando la cáscara. Además, puede ingerirse mediante jugos y cócteles, o mediante helados, yogurt y mermeladas, entre otros. Cuenta con un alto valor nutricional, siendo el ácido ascórbico uno de sus principales nutrientes (de 4-25 mg/100g según su especie), que se suma a la fibra prebiótica, la vitamina C y B, ácidos grasos beneficiosos y flavonoides.
Entre los beneficios que brinda a la salud, este alimento contiene características antioxidantes, antiinflamatorias, ayuda a regular la presión arterial, protege a la microbiota intestinal y eleva las defensas. En tanto, las semillas, que son comestibles, son las responsables de los ácidos grasos.
Cerella negra
La cerella negra, cuyo nombre científico es Eugenia involucrata, provienen de un árbol que pertenece a la familia de las “mirtáceas” y puede alcanzar entre los 10 y 12 metros de altura. Con un tronco verde y una corteza que se desprende en placas, cuenta con hojas simples que ostentan una tonalidad verde brillante, que caen en otoño y rebrotan a finales del invierno, con pecíolos cortos. La maduración de los frutos tiene lugar entre septiembre y octubre.
Esta fruta es característica del Litoral argentino, su distribución en Argentina se concentra en las provincias de Misiones y Corrientes. Además puede hallarse en Uruguay, Paraguay y Brasil.
Aunque visualmente se parece visualmente se parece a la cereza, tienen un sabor dulce y ligeramente ácido, con lo cual podría identificarse más con la uva y la ciruela. Se la puede consumir fresca o, bien, puede usarse para preparar jaleas, dulces, jugos, helados, licores, vinos y vinagres.
Entre los nutrientes más destacados, la Eugenia involucrata brinda fibra, potasio y antocianinas; los cuales tienen características antiinflamatorias, antioxidantes, además de que protegen la salud cardio y cerebrovascular; y ayudan a regular la presión arterial.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.