Esta semana, el líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, cumplió 80 años y las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo se dedicaron a halagar su estado físico. ¿Genética? ¿Buena alimentación? ¿Ejercicio físico y disciplina? ¿O una combinación armoniosa y equilibrada de todo eso?Lo cierto es que el cantante es uno de los rockstar que alcanzan la llamada tercera edad con una vitalidad y un estado de salud que más de un treintañero podría envidiar.
Él mismo se encargó de hacer público en más de una oportunidad que sigue una dieta orgánica basada en frutas, verduras, legumbres, granos y carnes magras, además de hacer una rutina de ejercicios aeróbicos y de fuerza cinco o seis veces por semana.
Fue el propio Jagger, quien, además, en 2008, declaró en una entrevista que “las drogas no causan satisfacción”, pese a reconocer su consumo en los momentos más álgidos de su carrera. Pero casi como una contraposición de aquellos años, en las últimas dos décadas no forman más parte de su vida.
En la misma línea, la cantante y actriz Cher sopló en mayo pasado 77 velitas. Y si bien no oculta algunos retoques estéticos a los que se ha sometido, en varias ocasiones hizo referencia a los “secretos” de su esbelta figura: entrena en el gimnasio cinco días a la semana y sigue una dieta en la que casi no come carne, así como tampoco consume lácteos. “No fumo, no bebo y no tomo drogas”, sostuvo en una reciente entrevista, y reconoció: “A mi edad tienes que esforzarte el doble”.
El músico y leyenda de Los Beatles, Paul McCartney. está en plena forma a los 81 años y asegura que se debe a que sigue una estricta dieta vegana. Además, tan amante de la música como del deporte, McCartney levanta pesas en el gimnasio, es aficionado al running y el yoga. Sobre su relación con las drogas, confesó: “La última vez que fumé marihuana fue hace mucho tiempo. En lugar de fumar un porro, ahora tengo una copa de vino tinto o un buen cóctel margarita”.
Hay otros ejemplos en el mundo del rock, tales como Sting (71 años), Bruce Springsteen (73), Elton John (76), Roger Waters (78) y Stevie Wonder (73).
Y si bien parecen casos aislados, y podría pensarse que se trata de personas dotadas de una genética privilegiada —lo cual en parte puede ser verdad—, lo cierto es que todos tienen en común un cuidado especial de sus hábitos de vida.
Cuáles son las claves para envejecer de manera saludable
Consultado por Infobae, el médico nefrólogo y cardiólogo Gabriel Lapman (MN 119.066) y autor de los libros Reset y Más zapatillas menos pastillas sostuvo que existen “seis pilares del estilo de vida para una longevidad saludable”. Y enumeró: “Alimentación plant based, ejercicio, reducción del estrés, conectividad y sentido de vida, evitar hábitos tóxicos o nocivos y tener un descanso reparador”.
En ese sentido, destacó que “Mick Jagger está haciendo, según él mismo contó, una alimentación rica en vegetales y frutas, practica ejercicio físico, tiene exposición al sol, tiene conectividad social, no se droga, no toma alcohol”.
Además, también en línea con lo que el cantante declaró acerca de que toma varios suplementos nutricionales, el especialista destacó: “Hay mucha evidencia científica sobre la importancia de incluir algunos suplementos, como los omega 3, especialmente el de krill, que tienen grasas muy saludables como DHA y EPA, resveratrol, curcumina, vitaminas antioxidantes como la C, E y D, zinc, magnesio, selenio quelatado, vitamina K2, telomerina, que es el sustrato biológico de NAD+, todos nutrientes muy importantes que se vio que sirven muchísimo para la longevidad saludable”.
“Hoy en día estamos viendo cada vez más casos de envejecimiento mucho más saludable, porque obviamente al cambiar el estilo de vida, mejorar el sustrato biológico donde vivimos, y en caso de estos personajes, al tener obviamente además disponibilidad económica pueden acceder a una mejor calidad de alimentos y cuidados de su salud integral”, agregó.
La importancia de la alimentación
Suele decirse que “somos lo que comemos”. Y al parecer, además, envejecemos como comemos. Al respecto, Infobae consultó a la licenciada en Nutrición especializada en nutrigenética, María Cecilia Ponce (MN 3362), quien explicó que “el envejecimiento biológico está activado por diferentes vías metabólicas, que es posible activar o desactivar de acuerdo al estilo de vida que se tenga. Las más importantes son el AMPK, las sirtuinas y el mTOR, que se modulan en la dirección correcta o incorrecta de acuerdo al tipo de ejercicio, la alimentación, la suplementación que se tome, el manejo del estrés o la calidad de gestión emocional que cada uno aprenda a tener”, ahondó la especialista en este punto.
En ese sentido, destacó que “la alimentación va mucho más allá del aporte diario de calorías, sino que hay que pensarla como una herramienta para modular vías metabólicas que van a conducir a la expresión adecuada de genes de la longevidad o, por le contrario, a estimular genes del envejecimiento que van a estar mucho más acelerados y estarán asociados a enfermedades de la edad, como las neurodegenerativas”.
“Otro de los factores básicos que va a determinar este tipo de enfermedades es la inflammaging, un término que fue conceptualizado en 2000 como una consecuencia de la capacidad de las personas mayores para adaptarse a antígenos, estresores químicos, nutricionales y físicos, y un incremento progresivo de los marcadores de inflamación —ahondó Ponce—. Estos marcadores de inflamación, al estar aumentados, generan este efecto del inflammaging que se da por la relación entre el envejecimiento y factores inflamatorios aumentados”.
Y tras remarcar que “la inflamación determina el envejecimiento”, la especialista precisó que “el inflammaging indica una subida de la respuesta inflamatoria, que hoy se puede medir, y está dada por el aumento de los niveles de proteína C reactiva, interleuquinas 6, 1 y 18, factores de necrosis tumoral alfa. Esta elevada secreción de citoquinas inflamatorias tiene un efecto dañino en todas las funciones biológicas y fisiológicas de nuestro cuerpo”, destacó.
El proceso de envejecimiento viene dado, entonces, según Ponce, “por un lado, por un debilitamiento del sistema inmune, y por otro, por la activación crónica de aquellas células que producen inflamación”. Así, para ella, “si bien no se puede evitar el envejecimiento, sí se puede agravar el proceso inflamatorio a través de un estilo de vida que no es saludable”.
“Dentro de los factores que van a modular estas vías metabólicas y el inflammaging, la alimentación es uno de los puntos más importantes —sostuvo la experta—. Mantener una alimentación rica en alimentos procesados, con aditivos alimentarios, rica en edulcorantes artificiales, azúcares, harinas refinadas, que producen desbalances glucémicos y picos glucémicos acelera el proceso de envejecimiento ya que activa hormonas que están asociadas a estos factores de envejecimiento”.
De allí que, según su experiencia, “uno de los puntos que se deben tener en cuenta, si se quiere mejorar la calidad de vida actual y tener una longevidad más saludable, son: tener una alimentación basada en alimentos reales, libre de alimentos procesados, en base a proteínas, vegetales y grasas saludables, baja en carbohidratos refinados y azúcares que provocan picos glucémicos, suplementación de nutrientes de acuerdo a la bioquímica individual de cada persona, incorporación de sustancias antioxidantes como polifenoles —que estimulan la expresión de sirtuinas—, grasas omega 3 —que protegen las membranas celulares—, y actividad física como pilar de la modulación de la masa muscular, que es otro de los puntos críticos para mantener una longevidad saludable”.
Asimismo, destacó que “un correcto manejo y gestión emocional y del estrés también es fundamental, ya que el cortisol aumentado también o disminuido es otro de los procesos que acelera el envejecimiento celular”.
La masa muscular y su función como potenciadora del metabolismo
Claudia Lescano es profesora de Educación Física y licenciada en Alto Rendimiento Deportivo y la creadora del primer sistema de entrenamiento para optimizar el funcionamiento del metabolismo mejorando la sensibilidad insulínica. Para ella “ser saludable es tener una vejez digna, y la mejor manera de lograrlo es estimular la masa muscular para evitar la tan temida sarcopenia”.
Ante la consulta de este medio remarcó que “esto se logra con trabajos de fuerza muscular a lo largo de toda la vida”. Y tras asegurar que “nunca es tarde para comenzar y obtener los beneficios que otorga la práctica sistemática y regular de ejercicio físico”, la especialista dio las claves para el desarrollo de la masa muscular con fines de salud, más que estéticos.
“Para estimular la masa muscular necesitamos una tensión mecánica, que produzca un estrés metabólico”, comenzó a explicar. Y ahondó: “La tensión mecánica la obtenemos del entrenamiento progresivo de sobrecarga, levantar pesas, entrenamiento con bandas elásticas, con distintas tensiones, entrenamiento en el agua y ejercicios con nuestro propio peso corporal, como las estocadas, sentadillas, flexoextensiones de brazos, etc”. Además, sostuvo que “se debe trabajar sobre la movilidad de todas las articulaciones”.
Por otro lado, “cuando se habla de estrés metabólico, se hace referencia a los cambios a nivel fisiológico que se deben dar para que la musculatura crezca y se fortalezca, y vale aclarar que se puede desarrollar masa muscular pero esta no es directamente proporcional a la fuerza que se pueda obtener”.
“Durante la contracción muscular liberamos unas proteínas llamadas miokinas, que intervienen en la biogénesis mitocondrial, angiogénesis, neurogénesis, que nos ayudan a controlar el exceso de glucosa, aumentar la sensibilidad insulínica, mejorar nuestro nivel cognitivo, oxidar ácidos grasos y lo más importante: mantener flexible nuestros telómeros”, precisó la especialista, para quien “entrenar a largo de la vida ayudará a ser una persona longeva, autónoma y sobre todo saludable”.
Según explicó Lescano, “cuando se estimula la masa muscular se estimula la vía mTOR fundamental en el crecimiento muscular”. Y en ese sentido recomendó “siempre priorizar el trabajo de acondicionamiento muscular por sobre el de acondicionamiento cardiovascular”.
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