Después de estudiar varias investigaciones médicas, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se encarga de identificar el potencial cancerígeno de las sustancias de consumo, concluyó que el aspartamo, un edulcorante artificial muy usado en algunas gaseosas, otros productos alimentarios y hasta en medicamentos, es “posiblemente” cancerígeno para los seres humanos.
Si bien la entidad comunicó ello, no modificó la dosis diaria considerada segura para consumirlo. La IARC ha determinado, tras estudiar la evidencia científica disponible, que este endulzante puede tener capacidad para causar cáncer. Así, los expertos, que se reunieron del 6 al 13 de junio, concluyeron que el edulcorante “puede ser carcinógeno para los seres humanos”, lo que lo incluye en el grupo 2B de la clasificación de la IARC.
Expertas consultadas por Infobae explicaron en 5 claves los alcances de esta determinación de la entidad sanitaria mundial y precisaron cuáles son las puntos principales de esta medida, así como los alcances y recomendaciones para la población que consume el endulzante artificial aspartamo en sobres o líquidos de edulcorantes y bebidas como la Coca-Cola light y distintas comidas.
1- Apuntar a lo natural
“Toda sustancia que no sea natural, que no sea salida directamente de la naturaleza es un posible factor de cáncer. ¿Por qué? Porque el cuerpo no lo asimila como algo natural, no lo registra como algo natural y si el consumo es en exceso no sabe cómo deshacerse de ese tóxico. Una cosa es que comas un sobrecito de edulcorante cada no sé cuántos días cuando tomas un café con leche, que por ahí no te gusta y que no tenga edulcorante, y otra cosa es tomar dos litros de gaseosa light por día, o comer gelatinas light y chicles para no tener hambre”, precisó a Infobae la licenciada en Nutrición Ana Chezzi (MN 2245).
2- Cantidad de consumo en el tiempo
“La cantidad de aspartamo que puede ingerir una persona con ese hábito es gigantesca. Cuando esto se prolonga durante muchos días, muchos meses, muchos años, es como un factor de riesgo como cualquier otro químico que el cuerpo no puede reconocer como algo que sea natural y no sabe eliminar normalmente”, agregó Chezzi.
En tanto, la licenciada en Nutrición Valentina Martínez (MP 4452/ MN 9394) remarcó que hay que evitar el consumo excesivo y evitar el consumo de gaseosas light, yogures light, gelatinas light, jugos light, todas esas cosas que tienen aspartamo en gran cantidad.
“La otra opción también es dar vuelta el envase, leer los ingredientes y elegir por ahí aquel alimento que está endulzado con otro edulcorante que no sea aspartamo. Y en lo posible, obvio, como recomendación general, es alejarnos de los productos ultraprocesados, que son los que seguramente van a tener aspartamo”, destacó la experta.
3- Cambiar el paladar
“Dejar atrás los alimentos ultraprocesados que contienen mucho aspartamo o no endulzar más las infusiones o no tomar las bebidas gaseosas que consumimos es un poco difícil. Si ponemos edulcorantes para el mate, el té o el café, debemos usar otro tipo de endulzante como stevia, sucralosa, o lo ideal sería acostumbrarnos al sabor amargo. Ya que al tomar muchas infusiones, estamos agregando mucho aspartamo para endulzarlas. Otra clave es usarlo con sobrecitos y no de forma líquida, para poder medir la cantidad que utilizamos”, afirmó Martínez.
“A veces no podemos dejarlo o estamos muy acostumbrados a consumir el dulzor del edulcorante y esto es un proceso que lleva tiempo alejarlo. Ahora, si de vez en cuando uno se da un gustito y se toma un vaso de alguna gaseosa light que le guste, lo más probable es que no te pase absolutamente nada. Yo no creo que nadie lo abandone por completo, pero por lo menos va a limitar el consumo y eso es un montón”, indicó Chezzi.
En diálogo con Infobae, Silvina Tasat, licenciada en nutrición y miembro titular de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), precisó: “Todo lo que uno puede hacer por consumir los alimentos o las bebidas de forma más natural siempre es lo mejor. La recomendación que hacemos a los pacientes, como lo hace la Organización Mundial de la Salud, es bajar el consumo de 50 gramos de azúcares libres por día a 25 gramos, lo que equivale al 5% de las calorías totales en un día. Y la verdad, que se puede llegar muy fácil”.
Y completó: “Entonces, uno recomienda ir bajando gradualmente la cantidad de azúcar que consume por día hasta lograr en lo posible de dejar de consumirla del todo, y adaptar el paladar al sabor natural de las infusiones y de las bebidas. Cuando no se puede lograr eso, se usan los edulcorantes. Por eso, igualmente se recomienda ir bajando ese tenor dulce al que uno está acostumbrado. Se puede lograr porque el paladar se educa”.
4- Una advertencia para tener en cuenta
“El anuncio de clasificarlo como un posible cancerígeno es simple, y yo lo tomo como una advertencia para no vivir tomando aspartamo, y que se sepa que puede llegar a producir cáncer. Entonces, sirve para que se limite el consumo”, señaló Chezzi.
“Este anuncio pone en alerta al consumidor, pero también debería poner en alerta a la industria para intentar que el aspartamo sea reemplazado por algún otro tipo de edulcorante no calórico de los cuales existen un montón. Muchas veces hay gaseosas o hay alimentos de primera línea que fueron desplazando el aspartamo, incluyendo otro tipo de edulcorantes como la sucralosa”, agregó Martínez.
“El tema es cómo esta comunicación llega a la población porque los profesionales sabemos leer entre líneas y separar el trigo de la paja. Pero lo más preocupante es cómo esta información le puede llegar a la población y decir ‘yo estuve tomando bebidas con aspartamo, gelatinas con aspartamo, postres con aspartamo y ahora voy a desarrollar un cáncer’, por ejemplo, hepático como es lo que proponen este tipo de cosas. Me preocupa el impacto sobre la población. Los profesionales tenemos que leer con ojo muy crítico y sacar miedos a la gente”, enfatizó Tasat.
5- Aspartamo permitido, no prohibido
“Lo de la OMS es una advertencia de que puede no ser bueno el consumo de aspartamo. No lo prohibieron. A mí me parece que el impacto es advertir a la población para que tome conciencia de que no está bueno consumirlo en forma indiscriminada”, señaló Chezzi.
“El anuncio de la OMS al clasificar el aspartamo como posiblemente cancerígeno está basado en una cantidad limitada de evidencia en humanos y una cantidad limitada de evidencia en animales. No hay ningún impacto en la recomendación, ni en la inocuidad de la aspartamo, ya que se confirma también la ingesta diaria admisible de 40 miligramos por kilo de peso corporal por día, que es la cantidad segura que puede consumirse durante todos los días de la vida sin ningún impacto para la salud”, explicó a Infobae Susana Socolovsky, doctora en ciencias químicas de la Universidad de Buenos Aires y presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios.
“Tanto la Autoridad Sanitaria Europea como las revisiones que ha hecho el FDA, concluyen que el aspartamo es seguro cuando se consume dentro de la ingesta diaria admisible. Existe una entidad que depende de la OMS que es el Codex alimentario, que establece los niveles de uso de cada aditivo alimentario en miligramos por kilogramo de alimento o por litro de bebida, de modo que el consumo actual de aspartamo en los alimentos que lo contienen es absolutamente menor. Si una persona consumiera una bebida que contiene aspartamo debería consumir del orden de 10 litros diarios o 30 latas de bebida para llegar al límite recomendado”, agregó Socolovsky, Fellow de la Academia Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos.
“Lo que tiene que quedar bien claro, es que el aspartamo es inocuo, que está ratificado por la FDA y por 90 agencias regulatorias de países del mundo. Solamente se describen peligros potenciales que no alcanzan a efectuarse, a efectivizarse, porque el riesgo depende de la dosis de consumo. Además, en 2015 la OMS colocó a las carnes procesadas y a la carne roja, en la categoría 2 A, o sea, probablemente cancerígeno y eso no ha significado que se quite la carne ni los jamones y las salchichas ni la panceta del mercado, sino solamente la recomendación de un consumo moderado de carnes rojas”, concluyó la experta.
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