La enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades que aumentó su prevalencia en los últimos años. Forma parte de un grupo más amplio de trastornos neurológicos progresivos que afectan la memoria, el pensamiento y el comportamiento, y que generalmente se relacionan con el deterioro cognitivo propio de la edad.
Sin embargo, una reciente publicación da cuenta de que cientos de miles de casos de demencia podrían detenerse si las personas tomaran medidas para prevenirlo. Precisamente, se trata de modificar algunos hábitos de vida, según los últimos datos difundidos por Alzheimer’s Research UK, la principal organización benéfica de investigación de la demencia del Reino Unido.
Así las cosas, las cifras del organismo aseguran que sólo un tercio de los británicos saben que hay cosas que pueden hacer para ayudar a mantener a raya la demencia. Y sólo una de cada 50 personas está haciendo todo lo posible para evitar la enfermedad, según una encuesta.
Qué se puede hacer para prevenir la demencia
Se sabe que llevar un estilo de vida saludable previene enfermedades y contribuye a una mejor salud física y mental. Alrededor de 900.000 personas en el Reino Unido y 7 millones en los EEUU tienen demencia, un término general que se usa para varias enfermedades cerebrales que afectan la memoria, el pensamiento y la cognición.
En 2020, la Comisión Lancet concluyó que hasta el 40% de los casos podrían prevenirse o retrasarse al enfocarse en 12 factores de riesgo modificables, que incluyen obesidad, diabetes tipo 2, inactividad física, consumo excesivo de alcohol y tabaquismo.
Asimismo, los expertos sugirieron incorporar hábitos simples, como realizarse pruebas de audición regulares a los 30 y 40 años, podrían ayudar a reducir las tasas de demencia y pidieron que la salud del cerebro se convierta en una parte más importante del NHS Health Check.
En ese sentido, la organización benéfica lanzó una encuesta en línea para que las personas vean cómo califican los factores de riesgo modificables y qué pueden hacer ahora para aumentar sus posibilidades de evitar este tipo de trastornos en el futuro.
Con previsiones que indican que los casos de demencia podrían dispararse en un 75% para 2050, una encuesta de más de 2.000 personas realizada en el Reino Unido encontró que sólo el 2% del público está tomando las medidas necesarias para reducir los riesgos tanto como sea posible.
12 hábitos para reducir el riesgo de demencia
Los especialistas de Alzheimer’s Research UK enumeraron:
1- Dormir al menos siete horas por noche
2- Desafiar regularmente al cerebro
3- Cuidar el bienestar mental
4- Mantenerse socialmente activo
5- Cuidar la audición
6- Comer una dieta balanceada
7- Mantenerse físicamente activo
8- Dejar de fumar
9- Beber responsablemente
10- Mantener un nivel saludable de colesterol
11- Mantener una presión arterial saludable
12- Manejar la diabetes lo mejor posible
La pérdida de audición, por ejemplo, se relaciona según los especialistas con cinco factores de riesgo modificables, que incluyen aislamiento social, depresión, inactividad física/obesidad y lesiones cerebrales por caídas.
Investigaciones anteriores habían encontrado que los usuarios de audífonos tenían un 50% menos de riesgo de sufrir problemas cognitivos leves que aquellos que no los usaban, mientras que otro trabajo mostró que podían reducir la progresión del deterioro cognitivo leve a la demencia en un 27%.
Sin embargo, los estigmas asociados con los audífonos y las dificultades para acceder a ellos se traducen en la práctica en el hecho de que la mayoría de las personas que los necesitan no los usan. Al respecto, la última encuesta encontró que mientras el 35% de las personas dijeron que tenían preocupaciones sobre su audición, seis de cada diez (59%) informaron que no habían hecho nada al respecto.
La doctora Sarah Bauermeister es científica sénior de Dementia Platforms UK, y consideró que los controles de audición deberían normalizarse y ser “más accesibles, más asequibles y que las personas con discapacidad auditiva puedan usar audífonos más fácilmente”.
Para ella, “los controles de audición regulares en todos los niveles de población son muy importantes y esto es a lo largo de la vida, por lo que si se normalizan las pruebas de audición, se normalizará el uso de audífonos y se reducirá el estigma sobre el uso de audífonos”.
En otro orden, menos de un tercio (31%) del público encuestado dijo que duerme las siete horas recomendadas de sueño de calidad por noche, la cantidad recomendada para una buena salud cerebral.
Y más de un tercio de las personas informaron que no logran desafiar su cerebro con regularidad: el 32% sólo logra hacerlo ocasionalmente y el 4% rara vez lo hace.
Los científicos esperan que al crear conciencia sobre los factores de riesgo, que cambian a medida que las personas envejecen, puedan tomarse medidas para reducir sus posibilidades de contraer la enfermedad.
De hecho, este tipo de patologías se convirtieron en el “mayor temor” de las personas con respecto al envejecimiento, según reveló el director médico de Alzheimer’s Research UK, el profesor Jonathan Schott.
Y si bien un número cada vez mayor de personas se someten a pruebas genéticas para conocer las probabilidades de desarrollar algún tipo de trastorno cognitivo, para los especialistas “una mayor conciencia pública sobre los cambios en el estilo de vida podría reducir los casos en decenas de miles al año”.
Schott resaltó que “la demencia es ahora la consecuencia más temida del envejecimiento, por lo que las personas quieren saber qué hacen con su riesgo”. “La gente viene a nosotros, se hace la genética, cuyo resultado por supuesto no pueden cambiar, y luego preguntan qué pueden hacer para modificar el riesgo”.
Para él, “el hecho de que muchos de los factores de riesgo, como presión arterial, tabaquismo, etc. sean factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer” es un dato que hay que aprovechar e incluir como parte del mensaje de salud pública.
Y concluyó: “Es empoderador para las personas saber que hay cosas que pueden hacer”.
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