El golpe de calor es una patología prevenible y subdiagnosticada. La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) advierte que si bien es poco frecuente, suele subestimarse y es necesario tener en cuenta que la elevación de la temperatura corporal desencadena disfunciones metabólicas que pueden incluso llevar a la muerte.
El diagnóstico de golpe de calor se define por elevada temperatura corporal (típicamente, pero no siempre, superior a los 40° C) y disfunción orgánica múltiple que, si no se tratan de manera rápida y adecuada, puede ser fatal. Es necesario un diagnóstico precoz, un inmediato descenso de la temperatura del organismo y tratar las funciones corporales que pueden fallar por la falta de termorregulación corporal.
Las altas temperatura en conjunto con un alto porcentaje de humedad y ausencia de viento aumentan la tasa de aparición de golpe de calor, trastorno que ocurre con mayor frecuencia en ambientes con temperatura superiores a los 32º C.
La licenciada en nutrición Romina Pereiro (MN 7722) advirtió en Infobae que “en días de mucho calor, en especial bajo los rayos del sol, el cuerpo puede responder de manera inesperada y perder la posibilidad de regular la temperatura interna. Esta falla en el sistema de refrigeración del organismo genera el llamado golpe de calor, situación peligrosa para nuestra salud, pero que incorporando algunas recomendaciones es prevenible”.
Hidratarse con frecuencia
- Hay que tomar abundante líquido y si es frío mejor. Esto incluye agua, jugos sin azúcar, infusiones frescas. Con las altas temperaturas, aumenta el requerimiento de líquidos por parte del organismo, por lo debemos hidratarnos aún más y no esperar a tener sed.
- Llevar cantimploras o botellas con agua fresca en el bolso, mochila, auto.
- Consumir preparaciones livianas, lo más naturales posibles. Sin mucha cantidad de grasas. Elegir frutas, licuados, verduras, ensaladas, tartas, y darle prioridad a la comida casera.
Los adultos mayores y los niños, los más vulnerables
- Hay que cuidar con especial atención a los niños y ancianos, porque no siempre expresan la necesidad de hidratarse. Ofrecerles agua fresca con mayor frecuencia. Mínimo cada una hora o una hora y media.
- Los bebés que se alimentan exclusivamente a pecho no necesitan tomar agua, pero hay que amamantarlos con mayor frecuencia. No hay que exponerlos al sol directo hasta los seis meses. Es necesario mojarles la piel y consultar ante cualquier reacción, diarrea o vómitos.
Alimentos que hay que evitar
- Bebidas alcohólicas y gaseosas
- Alimentos con alto contenido de grasas, azúcar y sodio
La doctora otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas (MN 81701), señaló en Infobae que “el golpe de calor es un trastorno en el que se acumula calor en el cuerpo y, por distintas razones, el organismo es incapaz de eliminarlo”. Para evitarlo, además de los consejos de alimentación, es necesario tener en cuenta:
- Vestirnos con ropa clara y ligera
- Usar de sombreros y gorras, incluso estando en la sombra
- Evitar salir en las horas de mayor intensidad de los rayos solares (entre las 10 y 17 horas)
- Evitar la actividad física al aire libre entre las 10 y las 17
- Evitar estar mucho tiempo en lugares cerrados muy calurosos
Hay tres síntomas relacionados con el golpe de calor:
- Hipertermia (aumento de la temperatura corporal)
- Alteración de la conciencia
- Antecedente de permanecer en un lugar no acondicionado
Además, la presencia de letargo, astenia, cansancio, falta de apetito, mareos, zumbidos, náuseas y vómitos también orientan hacia un diagnóstico de un golpe de calor.
Se trata de una urgencia médica, lo más importante es normalizar la temperatura corporal y llevarla entre 36,5 y 38 °C, aproximadamente, en pocos minutos. El golpe de calor puede dañar órganos vitales y se debe evitar llegar a ese momento.
La hidratación es indispensable, en algunas oportunidades se recomienda agregar bebidas con sales y enfriar el cuerpo. Lo importante es tener en cuenta que siempre se debe concurrir a un centro médico para recibir atención adecuada.
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