La menstruación, o periodo, es el sangrado uterino expulsado por la vagina que ocurre cada mes como parte del ciclo menstrual de toda mujer. Este proceso consiste en el desprendimiento y eliminación del tejido que reviste el útero y se presenta normalmente cada 26 a 32 días. Sin embargo, cuando el sangrado menstrual es abundante, suele afectar la calidad de vida de las mujeres.
En Perú se estima que un 25% de las mujeres con sangrado menstrual abundante pueden presentar anemia por deficiencia de hierro. Esta condición está asociada con una disminución de las capacidades físicas y emocionales, y tiene un impacto económico significativo en términos de ausentismo laboral.
En adolescentes, la incidencia de sangrado menstrual abundante varía entre el 12% y el 35%. En Perú y otros países de América Latina, se estima que en mujeres de todas las edades el sangrado menstrual abundante representa del 15% al 20% de las consultas en los servicios de ginecología.
En estos casos es crucial que las pacientes con estos síntomas sean evaluadas por su médico o ginecólogo. Además, es necesario realizar exámenes físicos, pruebas de laboratorio y ecografías para optimizar el tratamiento y prevenir complicaciones a largo plazo.
La anemia
La anemia ocurre cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos. Si se padece anemia, el cuerpo no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Esta falta de oxígeno puede provocar cansancio o debilidad, dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza y latidos cardíacos irregulares.
Entre las múltiples causas de la anemia, la deficiencia de hierro es la más común a nivel mundial. En mujeres con sangrado menstrual abundante, puede presentarse anemia debido a la pérdida excesiva de sangre.
Señales de sangrado menstrual abundante
El sangrado uterino normal suele representar una cantidad de 35 a 45 mililitros por ciclo menstrual, con una duración menor a siete días. Cuando el sangrado menstrual se prolonga por más de siete días, se denomina menorragia o sangrado menstrual abundante.
Algunas características para identificarlo incluyen la necesidad de cambiar la toalla higiénica o copa menstrual antes de dos horas y la liberación de coágulos del tamaño o superiores al de una moneda de 20 o 50 céntimos.
Entre las posibles causas del sangrado menstrual abundante se encuentran los fibromas o pólipos uterinos, algunos métodos anticonceptivos, el aborto espontáneo o el embarazo ectópico, la enfermedad de Von Willebrand o trastornos de la función plaquetaria, así como las enfermedades del hígado, los riñones y la tiroides, entre otras.
Alimentos para combatir la anemia durante la menstruación
La alimentación, en ausencia de anemias graves o condiciones especiales, desempeña un papel fundamental para aumentar el aporte de hierro en la sangre.
El hierro es un mineral esencial para la formación de hemoglobina, que es la proteína presente en los glóbulos rojos responsable del transporte de oxígeno entre las diferentes partes del cuerpo. Una pequeña cantidad de hierro está asociada con la mioglobina, una proteína que se encuentra en el tejido cardíaco y en otros músculos, y se utiliza para crear una reserva de oxígeno en los tejidos musculares.
Tras un diagnóstico de anemia por menorragia o sangrado menstrual abundante, se recomienda consultar a un especialista en nutrición para obtener una dieta personalizada que incluya alimentos que favorezcan la absorción del hierro, tales como:
- Cereales integrales, en especial el arroz.
- Chocolate negro amargo.
- Legumbres preferiblemente secas, especialmente lentejas y garbanzos.
- Fruta deshidratada como higos y albaricoques.
- Frutos secos y oleaginosos como anacardos, avellanas y semillas de girasol.
- Tahini que es una pasta de ajonjolí.
- Verduras de hojas verde oscuro.
- Remolacha roja.
Dado que estos alimentos contienen hierro no hemo se recomienda incluirlos en la dieta en casos de anemia por deficiencia de hierro. El hierro no hemo es el que proviene del mundo vegetal, como las verduras de hoja verde, las legumbres, los frutos secos y los cereales. Además, el hierro no hemo también está presente en la carne y el pescado. Su asimilación es variable y puede ser influenciada por la presencia de ciertas sustancias, como la vitamina C, que pueden aumentar o disminuir su absorción.