Juana Repetto: "A Toro voy a darle teta hasta que él decida dejarla"

Toda una madraza, se ha convertido en una referencia para muchas mamás jóvenes, porque se anima a investigar nuevos métodos de educación y crianza, la importancia de los límites y su postura frente a la alimentación, y medicación. De eso y mucho más hablamos con ella.

Guardar
Juana Repetto habla de la
Juana Repetto habla de la crianza de su hijo Toro, su alimentación, relación (Foto: Rosalía Cameroni / Para Ti Mamá)

Juana Repetto se informa, investiga, no deja nada de la crianza de su hijo Toro al azar y esto incluye la alimentación de él y también la de ella, una mamá que amamanta, y sobre todo de su bebé. Sobre esto habló en su entrevista del último número de Para Ti Mamá.

–En algún momento fuiste vegetariana. ¿Hoy cómo es tu alimentación, sobre todo teniendo en cuenta que todavía amamantás?

–En general, en casa trato de comer sano y cuidarme un poco. Igual, estoy poco voluntariosa. Me falta bajar un par de kilos. En casa, todo lo que no quiero que coma él, directamente no hay, porque lo ve y quiere. Tampoco soy tan estricta que si hay sándwiches de miga le digo que se coma sus bolitas de pescado y papa, porque me las va a tirar por la cabeza.

–¿Cuánto seguís al médico con sus sugerencias? ¿Vacunas, remedios, alimentación…?

–Mi pediatra está curado de espanto conmigo, y por eso lo elegí. Él sabe que no me gusta medicarlo al gordo. Nunca tomó un antibiótico. Pero es como digo del parto y las intervenciones: "Cuando haga falta, bienvenidos sean". Si tiene fiebre, obvio que le doy un antitérmico, pero darle uno preventivo antes de darle una vacuna, que recibió todas las del calendario oficial, o porque le están saliendo los dientes, no.

Si le sube fiebre, primero le doy un baño y trato de bajársela naturalmente. Sube a 38, ahí sí le doy el antitérmico. Mi pediatra lo sabe y está de acuerdo. Con lo que no le doy mucha pelota es con las cuestiones de crianza, ya se resignó a que todavía no le saque la teta. Cuando me decía que él estaba muy pasado de peso y que le diera menos teta, yo le decía a todo que sí, al mes siguiente volvíamos y otra vez lo mismo. De hecho, sigue tomando teta y así será hasta que él deje.

El método BLW

Como contamos en el número anterior de Para Ti Mamá, los pediatras consultados no estaban de acuerdo con este método, que consiste en darle al bebé sus primeras comidas en trozos en lugar de en papillas. Esto supuestamente implicaría un riesgo de que se ahogue.

Juana investigó, hizo un curso online y decidió aplicarlo porque le vio beneficios: "Es una forma de alimentación autorregulada. Con este sistema los chicos manejan sólidos desde el primer momento, aprenden a masticar. Pensás que se pueden atorar pero al contrario, es un beneficio posterior, porque ya saben manejar el sólido en la boca. Además, se sientan a la mesa con uno y comen lo mismo que vos, pero adaptado. No les das de comer sino que les ofrecés los alimentos y ellos eligen qué y cuánto comer. Tiene un trasfondo profundo de la relación del bebé con la comida, cómo desarrolla la motricidad fina desde muy bebito, por agarrar. Toro ya come perfecto con tenedor porque desde los 6 meses hace el movimiento de llevarse la comida a la boca. Además sigue con la teta. Cuando quiere, me pide y le doy.

–¿Ya decidiste cuándo mandarlo al jardín?

–En principio, es muy bebé y no tengo la necesidad de que vaya. Hay gente que por laburo o por lo que sea, tiene que mandarlo, incluso de más bebé y está bárbaro. En mi caso, que tengo la posibilidad de tenerlo en casa, me parece que es muy chiquito para escolarizarlo. Pero hago actividades con él, vamos a un espacio de juego libre, que es divino, donde juegan sin intervención de ningún tipo y las madres y padres que van, tíos, abuelos, quien lleve al niño, se dedica a observar en silencio. Sólo se interviene si el chico se está por caer, o por lastimar a alguien, o por revolear algo, para explicarle que eso no se hace.

–¿Sigue durmiento con vos?

–Duerme conmigo y mi idea es que él se vaya solo cuando esté listo para irse. Su cama está en el piso y yo tengo una cama baja, casi al ras del piso, para que él se pueda subir y bajar cómodamente.

–¿Qué te planteás respecto a la educación de Toro?

–Todavía no lo decidí, lo estoy pensando. Es un tema que me cuesta, no lo tengo definido. Me encantaría que fuera a un colegio Waldorf, como fuimos mi hermano menor y yo, que la pasamos bárbaro. Por otro lado, en casa intento educarlo con mucha libertad, respetando sus necesidades, por supuesto poniéndole límites, pero admito que en casa soy muy relajada, me cuesta la rutina a mí, con lo cual me cuesta la rutina de él.

Entonces, tengo esta disyuntiva de si no estaría bueno que fuera a un colegio un poco más firme en algunas cosas que un Waldorf, más estructurado y tradicional, donde le pongan un poco más de orden, ese orden que en casa no tiene. Igual, se va a ordenar cuando se escolarice, pero bueno… sigo analizándolo.

–¿Con qué valores lo criás?

–A veces la gente cree que con la crianza respetuosa, fisiológica, los chicos hacen lo que quieren, pero eso depende de cada padre. Yo lo crío con mucha libertad, respeto mucho lo que él necesita, pero con límites. Siempre intento explicarle, hablarle, así sea necesario hacerlo un millón de veces, que te hincha un montón, pero tengo la paciencia de decirle las cosas decenas de veces. Muchas veces me enojo y se me escapa un grito, soy un ser humano, una mamá real. Pero me corrijo, aprendo, y pienso ochenta veces, trato de explicarle las cosas, porque él entiende todo lo que se le dice.

Muchas veces me enojo y se me escapa un grito, soy un ser humano, una mamá real. Pero me corrijo, aprendo, y pienso ochenta veces, trato de explicarle las cosas.

–Por último, ¿qué planes tenés para este año? ¿Ya estás preparada para volver a las tablas o a la tele?

–El año pasado con mi hermano Bautista hicimos en teatro la obra "Colores, el regreso". Toro iba conmigo todos los días, y durante las funciones lo cuidaba mamá o alguna amiga. Un día apareció una lentejuela en su caca, jajaja, el colmo. Me re asusté, obvio, pero la realidad es que jugaba en el piso del teatro como otros nenes se tragan una hojita, un pastito. Ahora me hicieron una propuesta hermosa para hacer teatro este año pero no me atreví a aceptarla porque no lo quiero dejar 5 noches por semana: comer, bañarse e irse a dormir sin mí. Lo re pensé: "Lo llevo con un tupper y le doy de comer en el teatro", pero me di cuenta de que no estoy para eso en este momento de mi vida.

–Si bien luego se arrepintió, Facundo Arana dijo que la maternidad nos realiza como mujeres, ¿coincidís con eso?

–A mí me completó como ser humano, no como mujer, era lo único que me faltaba para terminar de ser yo, me faltaba saber cómo era Juana mamá para saber quién era como persona. Estoy estudiando cosas que no sabía que me iban a interesar, me metí en la carrera de puericultora, ahora empiezo un curso de los nuevos paradigmas de crianza, estoy con todo eso. Me completó en el sentido de que me faltaba esa parte, que llegó con la maternidad. Hay mujeres que están completas antes, no tengo idea, es lo que me pasó a mí.

Por Florencia Romeo / Producción: Gigi Viappiani / Fotos: Rosalía Cameroni.

SEGUÍ LEYENDO:

Guardar