Esta es la poderosa vitamina conocida como la “fuente de la juventud”

La mejor manera de satisfacer los requerimientos diarios de esta vitamina es consumiendo diversas fuentes alimenticias

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Molécula de colágeno (Imagen: Stock)
Molécula de colágeno (Imagen: Stock)

Dentro de la cultura popular existe una leyenda que afirma que en algún lugar del planeta hay una fuente donde el agua brota con poderes místicos. Se dice que aquellos que beben o se bañan en ella obtienen el codiciado tesoro de la eterna juventud.

Como bien se indica, esto es una leyenda, sin embargo existe una vitamina esencial a la cual se le atribuye este mismo beneficio, que si bien no dará vida eterna de forma literal, aportará frutos para mantener la juventud a flote.

¿Cuál es la vitamina conocida como “fuente de la juventud”?

La vitamina E, también conocida como la “fuente de la juventud” por su poder antioxidante, ayuda a retrasar el envejecimiento del organismo así como mantener una piel saludable. Su potencial protege contra la inflamación, siendo crucial en el fortalecimiento del sistema inmune y prevención la formación de coágulos al dilatar los vasos sanguíneos.

Actúa como un escudo protector para las células contra los radicales libres, moléculas generadas durante el proceso de transformación de los alimentos en energía. Estos radicales libres pueden ocasionar daños celulares, contribuyendo al desarrollo de diversas enfermedades, incluyendo las cardiovasculares. Por este motivo, la vitamina E desempeña un papel crucial en la preservación de la salud celular y en la ralentización del proceso de envejecimiento.

Además, es liposoluble, por lo que se almacena en el hígado y tejidos adiposos, siendo fundamental para un funcionamiento cardiovascular saludable al reducir la oxidación del colesterol LDL y favorece la hidratación, protección y cicatrización de la piel expuesta al sol.

Cabe aclarar que se requiere más investigación para determinar si la vitamina E puede prevenir enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas, demencia y enfermedades hepáticas. (Imagen: Freepik)
Cabe aclarar que se requiere más investigación para determinar si la vitamina E puede prevenir enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas, demencia y enfermedades hepáticas. (Imagen: Freepik)

Enlistando sus beneficios

  • Antioxidante potente: Protege las células del daño oxidativo causado por los radicales libres.
  • Salud de la piel: Favorece la cicatrización de heridas y puede mejorar las condiciones de la piel, como la dermatitis.
  • Función inmune: Refuerza el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones.
  • Salud ocular: Puede reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular.
  • Salud cardiovascular: Mejora la circulación sanguínea y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Prevención del cáncer: Algunos estudios sugieren que su acción antioxidante puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
  • Equilibrio hormonal: Ayuda a regular las hormonas, beneficiando síntomas del síndrome premenstrual.
  • Salud del cerebro: Puede contribuir a la protección contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
  • Anti-envejecimiento: Sus propiedades antioxidantes pueden contribuir a reducir los signos de envejecimiento prematuro.
  • Fertilidad: Mejora la salud reproductiva tanto en hombres como en mujeres.
Variedad de alimentos naturales sobre una mesa, destacando aquellos ricos en Vitamina E como avellanas y espinacas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Variedad de alimentos naturales sobre una mesa, destacando aquellos ricos en Vitamina E como avellanas y espinacas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Alimentos en los que se puede encontrar la vitamina E

La mejor manera de satisfacer los requerimientos diarios es consumiendo diversas fuentes alimenticias. Estas alimentos incluyen:

  • Aceites vegetales: Aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya.
  • Nueces: Almendras, maníes y avellanas.
  • Semillas: Semillas de girasol.
  • Hortalizas de hoja verde: Espinacas y brócoli.
  • Productos fortificados: Cereales para el desayuno, jugos de frutas, margarinas y productos para untar enriquecidos (verifique en la tabla de información nutricional en la etiqueta del alimento).
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