Dentro de la rica y diversa gastronomía de México, los pambazos son un plato tradicional con sus raíces profundamente arraigadas en Veracruz, específicamente en Xalapa.
La leyenda que rodea a los pambazos los vincula con la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo, durante el período colonial de la Nueva España.
Se cuenta que estos panes rellenos fueron concebidos como un tributo a la emperatriz durante la visita del emperador Maximiliano y Carlota a México. Supuestamente, fueron creados por un chef llamado Josef Tüdös y originalmente consistían en un pan blanco suave empapado en harina, relleno de chorizo, queso blanco, lechuga rebanada y chipotle adobado, conocido como el “Capricho de la Emperatriz”.
A lo largo del tiempo, la receta ha evolucionado y se ha adaptado, aunque la esencia básica de los pambazos ha permanecido intacta.
La calorías detrás del “sonrojado”
En la actualidad, los pambazos son comúnmente elaborados con bolillos o teleras, pero los conocedores de la cocina mexicana sugieren probar la versión auténtica en Veracruz para una experiencia culinaria auténtica.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que por su valor nutricional, un pambazo tradicional de tamaño normal puede aportar alrededor de 450-500 calorías. Sin embargo, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un solo pambazo puede contener hasta 850 calorías, dependiendo de los ingredientes y del tamaño del pan. Esto hace que los pambazos sean una opción alta en calorías, grasas saturadas y carbohidratos.
Aunque los pambazos son una delicia gastronómica, se recomienda consumirlos con moderación debido a su alto contenido calórico.
Un solo pambazo puede equivaler a casi el doble de una comida completa, y si se acompañan con botanas, bebidas azucaradas y postres, el consumo total de calorías puede ser excesivo.
Por ello, aunque los pambazos representan un elemento emblemático de la cocina mexicana con una historia fascinante y un sabor único, se sugiere disfrutarlos de manera ocasional y mantener un equilibrio en la dieta para una alimentación saludable.
Además, es importante tener en cuenta que la ingesta calórica debe equilibrarse con el gasto calórico para mantener un peso saludable. Consumir más calorías de las que el cuerpo necesita puede conducir al aumento de peso, mientras que consumir menos calorías de las necesarias puede resultar en la pérdida de peso.
La cantidad de calorías necesarias varía según factores como la edad, el sexo, la altura, el peso, el nivel de actividad física y el metabolismo individual.