Si estás pensando en salir a correr, levantar unas pesas o ir a entrenar al gimnasio, es buena idea pasar antes por el baño. Vaciar nuestros intestinos puede hacernos más rápidos y más inteligentes, según los últimos estudios publicados en la revista Sports Medicine and Health Science. Los hallazgos de estas investigaciones han concluido que defecar antes de realizar alguna actividad física puede mejorar nuestro rendimiento.
La Universidad de Taipei (Taiwán) ha sido la encargada de uno de estos estudios para los que ha contado con 13 triatletas. Los deportistas fueron sometido a una prueba llamada test de Stroop y a un laxante de óxido de magnesio. Los resultados no dejaron lugar a dudas: los atletas lograron un rendimiento notablemente superior en la prueba cognitiva después de defecar.
“El hallazgo más sorprendente de este estudio es la mejora inequívoca observada en el rendimiento de la prueba de Stroop para todos los participantes que consumieron óxido de magnesio”, explica el equipo de investigadores dirigido por el bioquímico Chen-Chan Wei de la Universidad de Taipei. “Incluso en ausencia de óxido de magnesio, la defecación mejoró los resultados de la prueba de Stroop en 9 de 13 individuos”.
Este descubrimiento abre el camino a nuevas investigaciones sobre la relación entre la función cognitiva y el recto, aunque es un terreno que hace años que ha comenzado a explorarse. En 2022, la Journal of Movement Disorders publicó un estudio que asociaba el estreñimiento con el deterioro cognitivo leve en pacientes con la enfermedad de Parkinson. Hace años que se sabe que el intestino contiene cientos de millones de neuronas y que la microbiota influye en el estado de ánimo, lo que se conoce como eje intestino-cerebro.
Intestino vacío, cerebro más rápido
Partiendo de los antecedentes científicos disponibles, el equipo de Wei decidió investigar esta relación entre la defecación y el rendimiento con atletas de triatlón. Este deporte encierra tres disciplinas deportivas que requieren de un gran esfuerzo físico y mental: natación, ciclismo y carrera. Y todas ellas precisan de agilidad mental y fortaleza física.
En un primer estudio, los investigadores lograron demostrar que evacuar antes de subirse a la bicicleta mejoraba su rendimiento, así como el flujo sanguíneo en la región de la corteza prefrontal del cerebro, responsable de habilidades como la planificación, el establecimiento de prioridades y la toma de buenas decisiones. Si esta parte del cerebro también se veía beneficiada, los científicos pensaron que probablemente también se pudiera demostrar una mejora del rendimiento cognitivo.
“Cuando haces ejercicio, especialmente si es de larga distancia, tu cerebro envía una gran cantidad de comandos a los músculos”, explica el fisiólogo Chia-Hua Kuo de la Universidad de Taipei. “Que puedas o no mantener la contracción muscular no depende realmente de si tu músculo ha gastado energía, sino de si tu cerebro es capaz de desafiar a tu músculo”.
Fue entonces cuando sometieron a 13 triatletas a tres sesiones de la prueba de Stroop. La primera de ellas se realizó sin evacuación previa; la segunda, una hora después de defecar; en la tercera sesión los deportistas recibieron óxido de magnesio y la realizaron 13 horas después de tomar el laxante. Más de dos tercios de los participantes obtuvieron mejores resultados en la prueba con el intestino vacío en la segunda sesión.
Aunque no se conoce del todo las razones que explican este vínculo, los investigadores creen que puede estar relacionado con los recursos finitos del cuerpo. Cuando hay material en el tracto digestivo, se utilizan sangre y oxígeno para ayudar a descomponerlo. Al no haber material para digerir, esos recursos se pueden utilizar en otras partes. Sin embargo, los autores advierten contra el uso de laxantes para la mejora del rendimiento físico o mental, ya que si se tienen problemas gastrointestinales, lo más recomendables es buscar ayuda médica.