Conocer qué consumimos, qué propiedades posee y qué beneficios aporta al cuerpo es una tarea que cada vez interesa a más personas. Hay alimentos que en ingestas regulares pueden crear problemas a largo plazo, pero también los hay que pueden ser beneficiosos para el organismo. Por ello, seguir los consejos de los nutricionistas, médicos y científicos es fundamental para tener una dieta saludable y que favorezca a las necesidades de cada individuo.
Las investigaciones científicas son una de las bases principales para conocer el efecto de los diferentes alimentos sobre nuestro organismo. Ahora, una de ellas, recogida en la National Library of Medicine y firmada por tres expertos —Ganesh Patro, de la Escuela de Educación e Investigación Farmacéutica de la Universidad de Berhampur; Subrat Kumar Bhattamisra, del Departamento de Farmacología del Instituto Roland de Ciencias Farmacéuticas y Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad Médica Internacional; y Bijay Kumar Mohanty, del Departamento de Botánica y Biotecnología del Colegio Autónomo Khallikote—, ha analizado los beneficios de un producto de origen vegetal: las hojas de mimosa pudica.
Mimosa pudica, la planta a tener en cuenta
Esta planta posee unas propiedades que la convierten en una de las mejores opciones para mejorar la salud intestinal. La primera de ellas es que es una hierba interesante a la hora de favorecer la limpieza del sistema digestivo. Su característica antimicrobiana ante algunos patógenos es lo que la hace tan especial y útil para el saneamiento del sistema digestivo. Así, ayuda a reducir parásitos, que se ven sobrecrecidos en los pacientes de SIBO. Por tanto, es un producto más que interesante para los que sufran de ese síndrome digestivo, como recoge Lucía Redondo Cuevas, experta en esta enfermedad, en su página web.
Detalles del estudio
Por otro lado, esta planta también tiene propiedades beneficiosas para la memoria, tal y como ha determinado el estudio científico. Los científicos realizaron una larga serie de pruebas en las que pequeños ratones suizos de entre 20 y 25 gramos eran los protagonistas. Los animales se dividieron en diferentes grupos con distintas premisas y químicos empleados para, posteriormente, ver la efectividad de la planta en determinados casos. Anteriormente, se había llevado a cabo un proceso de transformación de la planta en polvo para transformarla en “una pasta espesa semisólida de color marrón y se almacenó en desecadores”.
Tras ese desarrollo, los roedores se sometieron a diferentes actividades y se les forzó hacia una situación de estrés mediante diferentes situaciones complejas y de privación de ciertas necesidades. Tras lograr ese cometido, se aplicaban métodos antidepresivos para ver su eficacia, y entre ellos se encontraban tanto la planta mencionada como los comunes ansiolíticos y medicamentos en circulación. Finalmente, se concluyó en la investigación que las plantas herbáceas son una de las alternativas para ayudar a paliar estos trastornos en mejor medida que los remedios actuales más comunes. “Los fármacos psicoactivos disponibles actualmente, principalmente ansiolíticos y antidepresivos, a menudo no satisfacen adecuadamente las demandas terapéuticas”, concluye el estudio publicado en Estados Unidos.