Cada español consume, de media, más de 550 tazas de café al año, un total de 4,12 kilogramos repartidos durante las mañanas de los 365 días que conforman el calendario. Estos datos, extraídos por la Asociación Española del Café, demuestran que esta bebida forma parte imprescindible de la rutina de muchos españoles, que la disfrutan tanto en el desayuno como a media mañana, incluso también después de la hora de comer.
Para elaborarlo en casa, son muchos los que utilizan la famosa cafetera italiana, también conocida como moka o macchineta, uno de los métodos más rápidos y sencillos de preparar este delicioso brebaje. Esta simple herramienta permite preparar el café de manera similar a como lo haría una máquina de espresso, haciendo que el agua caliente pase a través del grano molido para extraer su sabor, olor y propiedades.
Pero, como con cualquier herramienta sencilla de uso diario, hay que saber cómo utilizarla para sacarle el mayor rendimiento y alargar al máximo su vida útil. Aunque su sistema parezca de lo más sencillo, son muchos los amantes del café que acaban cometiendo graves errores a la hora de utilizarla y, sobre todo, de limpiarla, algo que puede tener un impacto directo y más que notable en el sabor y la calidad del café.
El grave error que estropea nuestra cafetera
Una de las grandes dudas que surgen a la hora de manipular y mantener las cafeteras tiene que ver con su lavado. Hay quien asegura que utilizar jabón detergente para su limpieza estropea la cafetera, pues se trata de productos demasiado agresivos. Sin embargo, otros expertos en la materia difieren por completo de este consejo, entre ellos, los expertos en café de especialidad de la marca valenciana Ikore Kofi.
A través de sus redes sociales, la marca compartía sus recomendaciones para limpiar la cafetera italiana de manera correcta, una serie de consejos que comenzaban por una rotunda afirmación. “Ni en broma” es suficiente con aclarar nuestra cafetera simplemente con agua. “Justamente la italiana es como si fuera una sartén; coge todos los aceites de los cafés y estos se adhieren. Si no retiras ese aceite, cada vez que estás haciendo una italiana, lo que estás haciendo es requemar ese aceite. Lo único que vas a conseguir son sabores amargos”, explican.
La conclusión es muy clara: “Hay que lavarla siempre con agua y jabón”. Eso sí, con un jabón neutro, sin olores, para mantener intacto el sabor de nuestro café. Además, desde la marca de cafés valenciana nos aconsejan que, cada vez que vayamos a limpiarla, desmontemos la cafetera por completo, lo que nos permite llegar a todas las áreas que necesitan limpieza. Esto incluye desmontar la cámara de filtrado, quitar la junta de goma y asegurarse de que cada componente se limpie minuciosamente. Asimismo, debemos dejarla secar también desmontada, de forma que no queden restos de humedad en ninguna de sus partes.
Cómo limpiar una cafetera italiana correctamente, paso a paso
Limpiar una cafetera italiana no es difícil, pero en el caso de que no lo hagamos de la manera apropiada, estropearemos el sabor del café y reduciremos su vida útil. Según apuntan desde la web de Bonka, la marca de Nestlé especializada en café, solo debemos tener en cuenta 10 sencillos pasos.
Separar las piezas
Lógicamente, antes que nada se deben separar las partes (incluso la goma que une la parte superior con el filtro), retirar los restos del café y los posos del filtro.
Evitar productos abrasivos
Hay que evitar los productos abrasivos, ya que, el material del que está hecha la cafetera puede rayarse fácilmente. También es importante tener en cuenta el tipo de estropajo, el más recomendable es el suave.
Poner a remojo
Una forma rápida de que quede reluciente es dejar todas las partes separadas en remojo con agua y un poco de jabón durante unos minutos. Así lograremos que la suciedad se ablande y será más fácil retirarla después sin tener que frotar en exceso.
Recipiente inferior
Es la parte donde se pone el agua para preparar el café, suele ser suficiente con limpiarla con agua tibia y jabón y enjuagar bien antes de dejar secar. En el caso de que esta pieza esté algo quemada por el contacto con el calor, lo mejor es sumergirla en un recipiente con agua y vinagre a partes iguales y una cucharada de bicarbonato y calentar hasta que hierva. Después, habrá que dejarla reposar unos minutos, para luego enjuagarla.
El cacillo del filtro
Tiene forma de embudo y es donde se coloca el café molido. Además del agua y el jabón, se puede utilizar un cepillo y golpear ligeramente la base del filtro para eliminar los restos de los orificios.
La goma
Aunque a menudo nos olvidemos de ella, es importante limpiarla. A no ser que su color sea verdoso o amarillo, en ese caso la única opción será sustituirla por una nueva.
El filtro superior
Un elemento fundamental que impide que los posos del café se mezclen con la infusión. Lo mejor es eliminar la suciedad con la ayuda de un cepillo.
La parte superior
Es la parte que recibe el café recién hecho, por ello hay que prestarle especial atención. Es conveniente dejarla un poco más de tiempo en remojo para reblandecer los restos de café antes de frotarla con agua y jabón.
Secado
Es necesario enjuagar bien todos los componentes para retirar cualquier resto de jabón que pudiera aportar un mal sabor al café.
Limpieza a fondo
A pesar de que sigamos una rutina de limpieza de la moka, en ocasiones, reclama un cuidado más a fondo. Para esos momentos, el truco a seguir es el siguiente: llenar el recipiente inferior con agua y vinagre a partes iguales y montar la cafetera sin poner nada en el filtro. Hay que ponerla en marcha como si hiciéramos café. Una vez fría, la desmontamos y lavamos las partes con agua y jabón.