Cuál es la diferencia entre vegano y vegetariano

Diciembre es un mes marcado por los eventos sociales. Familiares y amigos vuelven a reunirse con motivo de la llegada de la Navidad. Así, y aunque esto lleva décadas siendo tradición, a día de hoy preparar un menú para las comidas de estas fechas no es una tarea fácil.

Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes. Pero no solo eso, en el plano de la comida las tendencias también han cambiado. Por este motivo, y como respuesta a una mayor concienciación con respecto al cambio climático y a un aumento del respeto a los animales, el número de veganos y vegetarianos es cada vez mayor.

En este sentido, y aunque tanto veganos como vegetarianos comparten ideas, la dieta que realizan son sustancialmente distintas.

Un vegetariano es una persona que sigue una dieta basada principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, granos y frutos secos, pero que también puede incluir productos de origen animal, siempre que no impliquen el sacrificio del mismo. Entre los productos permitidos en una dieta vegetariana están:

• Los huevos.
• Los productos lácteos, como leche, queso y yogur.
• Y la miel.

Por tanto, de los entrantes habituales de la cena de Navidad, una persona vegetariana no va a comer ni las gambas ni el jamón, pero sí los quesos.

El veganismo va más allá de la alimentación; se trata de un estilo de vida que evita cualquier forma de explotación y crueldad hacia los animales. Esto incluye no consumir:

• Carne, pescado y mariscos.
• Productos lácteos y huevos.
• Miel y cualquier otro producto derivado de animales.

Además, los veganos tampoco utilizan ropa, calzado o cosméticos que contengan materiales de origen animal, como cuero, lana, seda o ingredientes testados en animales.

Por tanto, mientras que el vegetarianismo se limita principalmente a la alimentación, el veganismo se extiende más allá de la dieta, convirtiéndose en un rechazo ético a cualquier forma de explotación animal. Los veganos eliminan de su alimentación todos los productos de origen animal, incluidos lácteos, huevos y miel, independientemente de que estos no conlleven sacrificio.

Esta postura ética también influye en su estilo de vida. Los veganos evitan el uso de ropa, calzado y cosméticos fabricados con materiales de origen animal o testados en animales. Por su parte, los vegetarianos no suelen aplicar estas restricciones fuera de la dieta.

Adaptar platos tradicionales a dietas veganas y vegetarianas es una forma creativa de disfrutar recetas clásicas, pero no solo eso, también es la solución a que todos los invitados puedan comer de un mismo plato. Para hacer esto, el primer paso es identificar los ingredientes de origen animal en cada receta y buscar alternativas vegetales que mantengan el sabor y la textura originales.

En platos como las croquetas, se pueden reemplazar ingredientes como el jamón o el pollo por espinacas, setas o legumbres, y utilizar leche vegetal para la bechamel. Las paellas pueden adaptarse fácilmente incorporando verduras frescas y proteínas vegetales como tofu o heura en lugar de mariscos o carne.

Los guisos tradicionales, como el cocido, pueden transformarse eliminando embutidos y carne, sustituyéndolos por garbanzos, calabaza y especias que aporten profundidad de sabor. En postres, la leche de vaca y los huevos pueden ser reemplazados por bebidas vegetales, plátano o semillas de chía como aglutinante.