Estas son las personas que no deberían comer picante

A pesar de que los alimentos picantes tienen propiedades antioxidantes, no todas las personas toleran correctamente estas comidas

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Tacos mexicanos (AdobeStock)
Tacos mexicanos (AdobeStock)

Desde los tacos mexicanos a los pimientos de Padrón, los alimentos picantes tienen algo que fascina el paladar de muchos. Más que un sabor, se trata de una sensación que percibimos a través de las terminaciones nerviosas receptoras del dolor (nociceptores) al generarnos quemazón y picor pero, paradójicamente y al mismo tiempo, produce endorfinas, la “hormona de la felicidad”.

Esta reacción se produce cuando ingerimos alimentos ricos en capsaicina, piperina o allicina, que tienen alimentos como la guindilla, los chiles, los pimientos, la pimienta o el ajo. Aunque su consumo se ha relacionado con diversos beneficios, como la aceleración del metabolismo y propiedades antioxidantes, no todas las personas toleran bien estos alimentos, y en ciertos casos pueden incluso representar algún riesgo para la salud.

Personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico

El consumo de alimentos picantes puede empeorar los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), como el ardor en el pecho (pirosis) y la regurgitación ácida. Esto se debe a que los alimentos ricos en capsaicina estimulan la secreción gástrica y relajan el esfínter esofágico inferior, permitiendo que el ácido del estómago regrese al esófago y cause irritación.

En este sentido, un estudio publicado en la Journal of Neurogastroenterology and Motility descubrió que los alimentos picantes intensifican la percepción de dolor esofágico en pacientes con ERGE, agravando su malestar.

Personas con úlceras gástricas o duodenales

Aunque los alimentos picantes no causan úlceras directamente, sí pueden irritar las lesiones preexistentes en la mucosa gástrica o duodenal, intensificando síntomas como dolor y ardor abdominal. Según los profesionales de la Clínica Mayo, los pacientes con úlceras activas podrían experimentar un aumento en la incomodidad tras consumir comidas picantes, lo que justifica evitarlas hasta que la afección esté controlada.

Pacientes con síndrome del intestino irritable (SII)

El síndrome del intestino irritable (SII) afecta el funcionamiento del tracto digestivo, y el picante suele ser un desencadenante común de síntomas como dolor abdominal, diarrea y una necesidad urgente de defecar.

La Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales señala que los alimentos picantes pueden agravar estos síntomas, además de concluir que la capsaicina aumenta la sensibilidad visceral, exacerbando el malestar en pacientes con SII.

Personas con hemorroides o fisuras anales

El picante también puede intensificar las molestias asociadas con las hemorroides y las fisuras anales, incluyendo el dolor al defecar y la sensación de ardor en la región perianal.

Una investigación publicada en Diseases of the Colon & Rectum demostró que el consumo de alimentos picantes puede incrementar significativamente el ardor anal en pacientes con hemorroides, aunque no afecta directamente el desarrollo de la enfermedad.

Personas con gastritis

La gastritis, una inflamación del revestimiento del estómago, puede agravarse con alimentos picantes, que irritan aún más la mucosa gástrica. Según la American Gastroenterological Association, el consumo de picante puede ser especialmente perjudicial en casos de gastritis erosiva, donde la mucosa ya está dañada.

Episodio: Gastritis.

Mujeres embarazadas

Durante el embarazo, muchas mujeres experimentan síntomas de reflujo ácido o acidez debido a cambios hormonales y presión abdominal. Así, los alimentos picantes pueden agravar estas molestias, aunque no dañan directamente al feto. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda evitar comidas picantes u otros irritantes si la madre es propensa a estos síntomas.

Pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

La colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn, ambas formas de enfermedad inflamatoria intestinal, implican inflamación crónica del tracto digestivo. Aunque el picante no es un desencadenante directo, puede empeorar los síntomas durante los brotes inflamatorios.

Personas con alergias o sensibilidad a la capsaicina

Aunque es una alergia rara, algunas personas pueden ser alérgicas o sensibles a la capsaicina, el componente activo de los chiles. Los síntomas incluyen urticaria, dolor abdominal y, en casos graves, dificultad para respirar.

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