El posparto puede llegar a ser una etapa muy complicada para las mujeres. Tanto es así, que este periodo, marcado por los cambios físicos, emocionales y sociales, pueden llegar a extenderse durante más de un año. Tras el nacimiento del bebé, el cuerpo de las mujeres debe enfrentarse a la recuperación del parto, el ajuste hormonal y las demandas constantes del cuidado del recién nacido.
Todo esto puede generar un fuerte nivel de estrés, fatiga y, en algunos casos, complicaciones graves de salud. Además, el riesgo de sufrir depresión postparto o deficiencias nutricionales pone de manifiesto la importancia de cuidar tanto el bienestar físico como el mental durante este periodo. En este sentido, una buena nutrición se presenta como algo clave para apoyar la recuperación y garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé. A continuación, te explicamos cuáles son las más importantes, cómo actúan en el organismo y en qué alimentos puedes encontrarlas.
Vitamina D: fortalece los huesos y el estado de ánimo
La vitamina D ayuda a mantener la salud ósea, tanto para la madre como para el bebé si está en periodo de lactancia. Además, está relacionada con la regulación del estado de ánimo, lo que hace que pueda ayudar a mitigar los síntomas de la depresión postparto. El pescado graso, como el salmón y la caballa, los huevos y los alimentos fortificados como la leche o los cereales son importantes fuentes de Vitamina D.
Vitamina B12: clave para la energía y el sistema nervioso
Durante el postparto, la vitamina B12 es esencial para combatir la fatiga y fortalecer el sistema nervioso. También contribuye al desarrollo neurológico del bebé. Se encuentra principalmente en productos de origen animal como carne, huevos y lácteos, por lo que las madres veganas o vegetarianas pueden necesitar suplementos.
Vitamina C: potencia la cicatrización y el sistema inmunológico
La vitamina C es conocida por su capacidad antioxidante, que protege las células del daño. Además, favorece la cicatrización de tejidos, algo especialmente importante tras un parto vaginal o cesárea. También refuerza el sistema inmunológico, que puede verse debilitado durante esta etapa. En este sentido, frutas cítricas, kiwis, fresas y pimientos son excelentes fuentes de esta vitamina.
Vitamina A: para la salud visual y la regeneración celular
La vitamina A juega un papel fundamental en la regeneración celular, ayudando a recuperar la piel y los tejidos tras el parto. Asimismo, apoya la salud visual de la madre y del bebé. Alimentos como zanahorias, espinacas, batatas y productos lácteos son ricos en esta vitamina.
Ácido fólico (Vitamina B9): más allá del embarazo
Aunque el ácido fólico suele asociarse al embarazo, también es vital en el postparto, ya que promueve la producción de nuevas células y ayuda al cuerpo a recuperarse tras el esfuerzo del parto. Las espinacas, legumbres, espárragos y frutas cítricas son excelentes fuentes de esta vitamina.
Vitamina E: un aliado contra el estrés oxidativo
El estrés oxidativo puede aumentar tras el parto debido al esfuerzo físico y los cambios hormonales. La vitamina E, con su potente efecto antioxidante, ayuda a proteger las células y a mejorar la elasticidad de la piel. Puedes encontrarla en frutos secos, semillas y aceites vegetales como el de oliva o girasol.