Los garbanzos son legumbres con grandes beneficios nutricionales para el organismo debido al alto componente de fibra y proteínas vegetales. Gracias a estos componentes, este chícharo ayuda con el crecimiento celular de los músculos, contribuye a una buena salud digestiva, provoca un efecto saciante y mantiene unos niveles estables de azúcar en sangre. Pero además, es rico en vitaminas y en minerales como el hierro, el magnesio y la vitamina B6, al igual que aporta un apoyo cardiovascular derivado del potasio
Dejando a un lado todos sus grandes beneficios, los garbanzos son un elemento realmente carismático, pues es ideal para diversos platos como ensaladas o guisos como el cocido madrileño. Sin embargo, algo que comparten todas estas recetas es el proceso de ablandamiento, verdaderamente vital para disfrutar de ellos.
Para ello, se suele emplear el método tradicional que consiste en dejarlo a remojo toda la noche anterior. De esta manera, se introducen en un gran bowl con agua para que reposen entre 8 y 12 horas. En este tiempo el garbanzo actúa como el arroz: absorben el agua para hincharse y enternecerse. No obstante, en alguna ocasión es posible que nos olvidemos de hacerlo y desistamos del delicioso plato. Por este motivo hay que probar el truco definitivo para ablandar los garbanzos en pocos minutos.
El truco definitivo para ablandar los garbanzos rápidamente
Ante un descuido, el método decisivo para ablandar los garbanzos será realmente útil en todas las cocinas. Para ahorrar un tiempo verdaderamente valioso, será imprescindible disponer de bicarbonato de sodio, el aliado por excelencia en cualquier hogar.
De esta forma, una vez llegue la hora de ponerse a cocinar, habrá que seleccionar el tipo de legumbre. Normalmente, los más codiciados son los pedrosillanos, que tienen un tamaño más pequeño, o los lechosos. También, hay que tener en cuenta que no estén dañados o agrietados, para que la piel se adhiera mejor al grano.
El siguiente paso es colocarlos en un recipiente de agua con un poco del ingrediente secreto, el bicarbonato de sodio. Esta maña, empleada por Karlos Arguiñano, ayuda igualmente a que el grano no se desprenda. No obstante, es importante no verter demasiado del compuesto blanco, pues se puede exagerar el efecto deseado y estropear el plato final. De este modo, se recomienda aproximadamente un gramo de bicarbonato por cada kilo de garbanzos.
Asimismo, es fundamental vigilar la mezcla asiduamente para comprobar que el proceso de cocción en los fogones está cumpliendo su efecto. Esto se debe a que existe la posibilidad de que la legumbre se ablande con más rapidez de la esperada. Este método ha tenido tanto éxito debido a su explicación científica. Y es que, esta sustancia eleva el pH del agua, lo que desemboca en la aceleración en la descomposición de la fibra y las membranas del garbanzo, según un artículo de El Mueble.
Los granos alcanzarán la forma deseada pasados unos 30 minutos aproximadamente. Así que el siguiente paso habrá que retirarlos del fuego y enjuagarlos bien con delicadeza. De igual manera, según la información de El Español, Arguiñano añade una cucharadita de cúrcuma durante la cocción para dotarlos de un color más anaranjado. Y es que, gracias a este método, se potencia la capacidad de absorción de distintos sabores, lo que deja un plato infinitamente más sabroso.