No es quinoa, pero se parece mucho: la Kañiwa tiene un sabor parecido a la semilla más conocida y también originaria de los Andes. El parecido no acaba ahí: también se parecen en cuanto a valores nutritivos y sus beneficios para la salud. Sin embargo, la Kañiwa tiene una serie de cualidades particulares e interesantes que permiten diferenciarla de la quinoa en cuanto a su composición nutricional. Es uno de los llamados superalimentos, y se trata de un pseudocereal: una semilla rústica y antiquísima con propiedades de grano que, además, posee grandes beneficios para la salud.
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En primer lugar, la Kañiwa es más rica en flavonoides. Según Nutrición Hospitalaria, un medio especializado en alimentación saludable, los flavonoides son “pigmentos naturales presentes en los vegetales y que protegen al organismo del daño producido por agentes oxidantes, como los rayos ultravioletas, la polución ambiental, y sustancias químicas presentes en los alimentos”, entre otros.
Además, pueden ayudar a prevenir enfermedades inflamatorias y cardiovasculares e inhibir la proliferación de determinadas bacterias y virus.
Un sustituto del trigo, sin gluten y rico en nutrientes
El trigo integral es un alimento muy rico en vitaminas del grupo B y en minerales esenciales como magnesio, zinc, selenio, cobre, hierro, fósforo y manganeso. Hay un problema, sin embargo: también contiene gluten, un compuesto proteico que puede provocar problemas gastrointestinales como hinchazón, Síndrome de Intestino Irritable, y gases.
La Kañiwa, sin embargo, no contiene gluten, y también es una rica fuente de vitaminas del grupo B y varios minerales como calcio, hierro, y fósforo, y proteína vegetal. Pero no es todo: los valores nutricionales de la Kañiwa son mucho más amplios, sobre todo teniendo en cuenta que, al ser aún un alimento relativamente desconocido, no se ha descubierto todo su contenido en nutrientes. Lo que si se sabe, sin embargo, es que, por cada 100 gramos de semillas de Kañiwa, hay 15.4g de proteína, 6,2g de grasa cruda, 61g de carbohidratos, 7,7g de fibra cruda, 134mg de calcio, 15mg de hierro, 424mg de fósforo, 0,7mg de tiamina (Vitamina B1), 0,4mg de riboflamina (Vitamina B2), y 1,4mg de niacina (Vitamine B3), según el medio especializado Heal With Food.
Según la página web de la National Library of Medicine, la Kañiwa contiene un 76,90% de ácido graso insaturado. Consumir alimentos ricos en ácidos grasos insaturados mejora la cantidad de colesterol en sangre, reduce el riesgo de ictus, reduce la inflamación, previene la formación de coágulos en la sangre, estabiliza el ritmo cardíaco, mantiene una presión arterial apropiada, además de mejorar la función cognitiva del cerebro.
En concreto, son los ácidos grasos Omega los que contribuyen a un mejor funcionamiento del cerebro: la Kañiwa contiene una gran concentración de Omega-6 (ácido linoleico).
Según los expertos, este ácido graso mejora las funciones cerebrales en gente con problemas de memoria, como la enfermedad de Alzheimer u otros impedimentos cognitivos. Además, promueve el crecimiento capilar y el rejuvenecimiento de la piel por estimular su renovación, regula el metabolismo, y ayuda a mantener el sistema reproductivo en plena salud: este “primo” de la quinoa es una adición estupenda a la dieta de cualquiera.