Las frutas son alimentos indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Nos aportan vitaminas, minerales, fibra y agua. El Ministerio de Sanidad recomienda consumir al menos cinco piezas al día, junto con las verduras, y cuanto más variadas, mejor. Se suelen consumir como postre, pero también es una buena opción entre las comidas. Por ejemplo, si te tomas una manzana a mitad de tarde, gracias a su poder saciante, llegarás a la cena con menos sensación de hambre; y si comes arándanos, te estarás beneficiando de sus múltiples propiedades nutricionales.
Estos pequeños frutos de color azul oscuro se han convertido en el mejor aperitivo para muchos por su sabor dulce y ácido (dependiendo de su punto de madurez) y porque están repletos de nutrientes fundamentales. Los investigadores Robert Krikorian, Matthew R Skelton, Suzanne S Summer, Marcelle D Shidler y Patrick G Sullivan han descubierto que un suplemento de arándanos en la mediana edad podría reducir el riesgo de demencia. Pero sus beneficios van mucho más allá.
Beneficios de los arándanos
Gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes aportan notables beneficios para la salud. Uno de los principales, según destaca la revista Healthline, es que reducen los daños en el ADN, lo que puede ayudar a proteger contra el envejecimiento y el cáncer, gracias a su alto contenido en antioxidantes. Son estas mismas propiedades las que protegen al organismo de los radicales libres, moléculas libres que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento. Asimismo, al ser ricos en vitamina K, ayudan a cuidar la salud del corazón y de los huesos y son importantes para la coagulación de la sangre.
Varios estudios también han revelado que reducen la presión arterial, pueden cooperar en la prevención de las cardiopatías, tener efectos antidiabéticos, ayudar a combatir las infecciones urinarias y reducir el daño muscular tras la práctica de ejercicio. Pero, es sabido por todos que consumir cualquier producto en exceso puede llegar a ser perjudicial.
En algunos casos, consumir demasiados arándanos puede provocar malestar gastrointestinal, hipoglucemia y mayor riesgo de sangrado si se están consumiendo ciertos medicamentos, según apunta Alex McDonald, un experto de la Academia Americana de Médicos de Familia.
Contraindicaciones de los arándanos
A pesar de sus propiedades y de sus múltiples beneficios para la salud, estos frutos pueden no ser buenos para las personas que sufran patologías concretas o no digieran correctamente sus componentes. Es el caso de aquellas que no están acostumbradas a tomar fibra, ya que una taza de arándanos tiene 84 calorías y 3,6 gramos de fibra. Un adulto debe consumir al día entre 25 y 28 gramos de esta sustancia, según la Clínica Mayo. Pero, cuando una persona no está acostumbrada a tomar mucha fibra, ingerir demasiados arándanos puede causarle algún tipo de malestar, como hinchazón, gases y diarrea, como apunta el Dr. McDonald.
Por otro lado, los arándanos tienen un alto nivel de vitamina K, importante para la coagulación de la sangre. Por ello, consumir esta fruta en abundancia puede aumentar el riesgo de formación de coágulos si se toma medicación anticoagulante, como la heparina, como detalla el portal Live Strong.