La caries es uno de los problemas de salud más comunes del mundo. De hecho, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 2000 millones de personas padecen caries en los dientes permanentes a nivel mundial. En el caso de los menores, un total de 514 millones de niños tienen caries en los dientes primarios.
Se trata de un problema dental que puede afectar a cualquier persona con dientes, incluidos los bebés. Según explica el portal web especializado en medicina Mayo Clinic, las zonas afectadas por la caries se transforman en pequeñas aberturas o agujeros, lo que puede causar un dolor intenso, infecciones y, en casos graves, la pérdida de piezas dentales.
Cómo saber si tengo una carie
Los síntomas de las caries dentales varían según su ubicación y tamaño. En las primeras etapas, es habitual que no presenten ningún síntoma evidente. Sin embargo, a medida que la caries crece, pueden surgir molestias como dolor en los dientes y en áreas circundantes, sensibilidad dental, y dolor leve o agudo al consumir alimentos o bebidas dulces, calientes o frías.
Además, las caries pueden causar huecos o cavidades visibles en los dientes, así como manchas de color marrón, negro o blanco en su superficie. Otro síntoma común es el dolor al morder, lo cual puede indicar que el daño ha avanzado hacia áreas más profundas del diente.
Es posible que no siempre se perciba la presencia de una caries en formación, por lo que es importante
someterse a controles dentales y limpiezas regulares, incluso cuando no hay molestias. En caso de sentir dolor en una muela o cualquier molestia en la boca, es recomendable consultar con un dentista lo antes posible para evitar complicaciones.
Cómo evitar las caries
Las caries pueden tener múltiples causas, entre ellas, la presencia de bacterias en la boca, el consumo frecuente de refrescos, el abuso de bebidas azucaradas y la falta de una higiene dental adecuada. En la actualidad, el azúcar es un conservante eficaz que mejora el sabor de los alimentos, motivo por el cual se encuentra en una gran variedad de productos. La sacarosa, en particular, es uno de los azúcares más comunes en la dieta moderna y se halla en numerosos alimentos y bebidas. Este tipo de azúcares, junto a otros presentes en productos cotidianos, requieren un consumo moderado y una adecuada higiene dental tras su ingesta.
Entre los azúcares que contribuyen a la formación de caries se encuentra la sacarosa, presente en bebidas carbonatadas, refrescos, pasteles, golosinas, kétchup y frutos secos. La lactosa, un azúcar propio de la leche, y la fructosa, que se encuentra en frutas y miel.
Así pues, los alimentos a evitar consumir con moderación, debido a su alto contenido en azúcares o carbohidratos simples, incluyen:
- Azúcar blanco.
- Refrescos, tanto normales como versiones light, además de limonadas, té helado, bebidas deportivas y energizantes.
- Golosinas, bollería y dulces.
- Patatas fritas, snacks, aperitivos salados, pan, galletas y pastas.
- Zumos y néctares de frutas.
- Barritas energéticas que contengan miel, azúcar o no sean integrales.
- Kétchup.
- Frutos secos fritos o con harinas añadidas.
- Cereales azucarados.
- Bombones y chocolates.
- Frutas confitadas.
- Batidos y smoothies azucarados.