La llegada del otoño abre la puerta a toda una temporada de nuevas frutas y verduras que podemos incorporar en nuestra dieta diaria. La granada es una de ellas, pues esta fruta es una fuente rica de nutrientes y compuestos bioactivos que pueden contribuir significativamente a una vida saludable. Por ello, muchas personas optan por incluir esta fruta en ensaladas o como postre para aprovechar sus beneficios, recogidos por los informes de la Fundación Española de Nutrición.
Mejora la salud cardiovascular
Los antioxidantes son compuestos que protegen a las células del daño causado por los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden contribuir al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Las granadas contienen antioxidantes potentes, como los polifenoles, las antocianinas y la vitamina C, que ayudan a neutralizar estos radicales libres. La cantidad de antioxidantes en el jugo de la granada es, de hecho, mayor que la de muchas otras frutas comunes, como las uvas, las naranjas y los arándanos.
Uno de los beneficios más estudiados de la granada es su impacto en la salud del corazón y el sistema cardiovascular. Estos antioxidante, especialmente la punicalagina, pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (conocido popularmente el “colesterol malo”) y prevenir la acumulación de placa en las arterias. Además, la granada contiene compuestos que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y la presión arterial, dos factores clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Propiedades antiinflamatorias
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante infecciones y lesiones, pero cuando se vuelve crónica, puede ser perjudicial y contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, como la diabetes, la artritis y algunos tipos de cáncer. Las granadas tienen propiedades antiinflamatorias debido a su alto contenido de antioxidantes y polifenoles, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo. Recientes estudios sugieren que su consumo puede reducir marcadores inflamatorios en el cuerpo, como la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral (TNF).
Un efecto diurético natural
Las granadas tienen propiedades diuréticas naturales, lo que significa que ayudan a aumentar la producción de orina y a eliminar el exceso de líquido y sodio del cuerpo. Esto puede ser beneficioso para personas con problemas de retención de líquidos o que padecen de hipertensión, ya que un exceso de líquido en el cuerpo puede contribuir a la presión arterial elevada. Los efectos diuréticos de la granada también ayudan a limpiar los riñones y mejorar la función renal al promover la eliminación de toxinas a través de la orina.
Refuerza el sistema inmunológico
La granada es rica en vitamina C, un nutriente esencial para el sistema inmunológico ya que ayuda a estimular la producción de glóbulos blancos, que son las células encargadas de combatir infecciones y patógenos en el cuerpo. Además de la vitamina C, la granada contiene otros antioxidantes que refuerzan las defensas del organismo al combatir el estrés oxidativo, que puede debilitar el sistema inmunológico. Consumir granada regularmente puede ayudar a proteger al cuerpo de infecciones comunes, como resfriados y gripes, y a mejorar la respuesta inmunológica general.