Que el chef José Andrés es el mejor embajador de la cocina española a nivel mundial es una afirmación difícil de negar. A pesar de no tener estrellas Michelin, aparecer en los más prestigiosos rankings ni protagonizar, actualmente, programas de televisión en España, su fama internacional hace de él uno de los cocineros de origen español más conocidos de todo el mundo. Se puede decir que, cundo habla sobre el arte de comer, su opinión, en Estados Unidos y en todo el mundo, va a misa.
No es ningún secreto que el cocinero de origen mierense siente predilección por los vinos de nuestra tierra, tanto que no duda en llevarlos más allá del charco siempre que se le presenta la ocasión. Los vinos de Jerez son una de sus obsesiones, aunque los espumosos catalanes son también una gran debilidad para el cocinero. Ahora, José Andrés ha querido aportar su granito de arena al ecosistema vinícola español, sacando al mercado su propia botella de vino.
Lo ha hecho de la mano de una de las familias más conocidas del mundo de la vitivinicultura, especialmente en lo que a cavas se refiere. Según el propio José Andrés explica en una de las publicaciones compartidas a sus seguidores por su canal de Substack, cocinero asturiano ha unido fuerzas con Pepe Raventós, el actual director, enólogo y viticultor de la histórica bodega Raventós i Blanc, además de un íntimo amigo de José Andrés.
El resultado de esta exquisita unión ha sido un vino espumoso, elaborado con las tres uvas más famosas de la región del Penedès: Xarel-lo, Macabeu y Parellada. Antes de embotellarse, esta mezcla de uvas pasa 18 meses sobre lías, el subproducto de la fermentación, un proceso que le aporta un sabor y aroma únicos. El nombre, en honor al cocinero asturiano, será Cuvée José.
“El vino en sí es un poco salobre, como una ostra, un poco tostado, un poco cremoso, con algo de manzana verde y hierbas... ¡en mi opinión es un vino perfectamente equilibrado!”, asegura el chef afincado en Estados Unidos. “Si bebes un sorbo del Cuvée José con los ojos cerrados, puede transportarte al Penedès, con su paisaje dramático y montañoso, el tenue aroma del Mediterráneo bailando con la frescura de la tierra y la vida agrícola que te rodea”, asegura. Por el momento y según afirma el propio chef a través de su newsletter, el vino solo estará disponible en sus restaurantes.
Una finca familiar con más de 500 años de historia
La familia Raventós lleva más de 500 años elaborando vino en esta región, concretamente en la localidad de Sant Sadurní d’Anoia. Esta tradición ha ido pasando de padres a hijos desde al menos 1497, la fecha más antigua a la que llegan los registros familiares. Esta larga historia hace de Raventós la bodega con más larga tradición vitivinícola documentada en manos de la misma familia en Europa.
Durante siglos, la familia se dedicó a la elaboración de ‘vinos tranquilos’, es decir, caldos sin burbujas. No fue hasta finales del siglo XIX cuando cambiaron el rumbo de su bodega; fue Josep Raventós Fatjó, tatarabuelo de los actuales dueños, quien, a raíz de sus aprendizajes durante un viaje a la Champaña, en el año 1872, elaboró el primer vino espumoso con segunda fermentación en botella, siempre con uva autóctona de su finca.
Hoy en día, la finca de Raventós es 100% biodinámica, una filosofía de producción cada vez más frecuente en las bodegas de alto renombre. Los vinos de viticultura biodinámica se rigen por el principio de que todo lo que se extrae de la tierra ha de volver a ella, es decir, en su producción se prescinde por completo de procesos industriales. De este modo, todos los aditivos de fertilización son de origen mineral y vegetal, y se utiliza el calendario astronómico para regir las épocas de la siembra, de la cura y de la cosecha de la uva.
El sabor tan especial de sus vinos viene dado por los suelos sobre los que se asienta su finca, 90 hectáreas de viñedos, bosqu, un río e e incluso un lago. Sus suelos son de origen marino, lo que aporta a sus vinos unas deliciosas notas salinas y minerales que los hacen diferentes de los espumosos de otros terruños. Trabajan esta tierra a caballo, recuperando la tradición animal que antes se cumplía en este terreno